'Lupin' parecía llamada a convertirse en la gran serie francesa de Netflix hasta la fecha, pero es que a la hora de la verdad está arrasando hasta tal punto que compite de tú a tú con las grandes producciones internacionales de la plataforma.
Con una segunda parte ya confirmada antes del estreno de la primera, seguro que muchos ya habréis visto los cinco episodios lanzados hasta ahora. Por ello, quizá os interese descubrir lo que considero que mejor y peor funciona en esta serie protagonizada por Omar Sy.
A partir de aquí puede que encontréis algún spoiler de los cinco primeros episodios de 'Lupin'
Lo que mejor funciona
El carisma de Omar Sy es, de lejos, lo más atractivo de la serie, y es que 'Lupin' está presentada de tal forma que no importa tanto el talento, que lo tiene y sabe utilizarlo, como la presencia, la capacidad de llenar la pantalla y servir como gran eje de la serie. De hecho, incluso ayuda a dar a la obra una cierta elegancia que le viene de fábula.
En otras producciones con un enfoque similar se correría el riesgo de que su protagonista canibalizase todo tanto que nada resultase especialmente estimulante en el resto, pero en la serie de Netflix se sabe dar con el tono ideal para que todo funcione muy bien como pasatiempo ligero en el que los espectadores disfruten de los "casos" episódicos, donde los guionistas no se complican más de la cuenta, permitiendo así conseguir ese ritmo ágil que caracteriza a 'Lupin'.
Además, la serie tampoco se olvida de ir perfilando la historia de largo recorrido de su protagonista sin introducir desvíos innecesarios. Puede que haya dar algún salto de fe para aceptar que las cosas le salgan bien, pero se nota que los responsables de la serie tienen un plan y saben cómo ir ejecutándolo. Eso también permite hacer un buen uso del resto del reparto, en todo momento supeditado a Lupin pero sin dar la sensación de carecer de entidad.
No me olvido tampoco del potente cliffhanger con el que se ha cerrado esta Parte 1 de 'Lupin', ya que cumple con creces su objetivo de dejar con ganas de más al espectador pero siendo al mismo tiempo una evolución lógica de lo visto hasta entonces. Es, de lejos, el recurso puramente dramático de la serie que mejor funciona.
Lo que peor funciona
'Lupin' es un pasatiempo de primera cuando apuesta por lo ligero, pero surgen ciertas sombras cuando el dramatismo pasa a primer plano. Es inevitable que así sea, porque sería imposible creernos que a Assane Diop le sale todo perfectamente bien y eso iría afectando a nuestro interés hacia la serie.
Un buen ejemplo de ello -ojo con el spoiler- sería cuando el protagonista secuestra al capitán de policía que investigó el caso de su padre. Ahí se busca una intensidad emocional que no se termina de alcanzar, no tanto porque no encaje con lo que ha planteado la serie como por el hecho de sentirse un poco rutinario, una estación de paso con mucha menos trascendencia de la que se nos quiere vender.
Eso es algo que aplica de forma general a una serie que cuanto más seria se pone, menos atractiva tiende a ser. No es algo que suceda siempre, pero ahí sí que suele faltar esa chispa de ingenio que tan bien representa al protagonista. Siempre queda la opción de verlo como una especie de representación de la frustración que siente al no terminar de descubrir qué sucedió realmente con su padre, pero se nota una bajada de interés.
Por último, la serie introduce la figura de un policía convencido de que el criminal al que intentan dar caza se inspira en Arsène Lupin, algo que le permitirá ir estrechando el cerco sobre él. El problema de esta subtrama es lo mal introducida que está -a partir de ahí su uso sí resulta más eficaz-, como si tuviese que estar presente de alguna forma y a los guionistas no les preocupase que en el primer episodio se sintiera introducido con calzador.
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