No todas las series de Netflix tienen la suerte de contar su historia hasta el final. En el caso de 'Sex Education', la cosa era un poco nebulosa. En algún momento parece que se jugueteó con la idea de una quinta temporada, pero entre el sangrado de actores que habían sufrido para la cuarta y la confirmada marcha de Emma Mackey si la serie continuaba probablemente aceleró el proceso de encontrar un cierre.
Con razón entonces el final dejó un poso raro en muchos espectadores, si bien hay opiniones optimistas, como la del compañero Mikel Zorrilla en su crítica, otras impresiones hablan de decepción, y los propios fans no se achantan de hablar de un declive que ya notaban desde la tercera temporada y que fue más acusado en su temporada final.

Es una opinión con la que su creadora, Laurie Nunn, podría estar más o menos de acuerdo. En recientes declaraciones a propósito del festival Storyhouse comentó que para ella hay aún muchas cosas que no encajan con ese final: "hay unos pocos personajes cuyos finales aún me mantienen un poco despierta por las noches".
Aunque no especifica elementos concretos, si habla de que es resultado de lo quemada que estaba. La guionista británica no tuvo apenas tiempo de descanso entre temporadas, y llegó a la cuarta ya sin apenas fuelle creativo. Para más inri, su situación personal había cambiado también. "Para la cuarta temporada, estaba embaraza y exhausta, y creo que sentí que no sería capaz de seguir haciendo un buen trabajo".
Como comentaba, es raro el caso de serie de Netflix que decide su final bajo sus propios términos, y en ese caso la plataforma fue una buena aliada en apoyar la decisión final. Desde Netflix también apoyaron la serie cuando otros no lo hicieron, Nunn estuvo trabajando dos años en una primera versión para la británica Channel 4 que acabaron rechazándole, y con Netflix fueron 5 más que incluyeron pre-producción. Después de siete años al pie del cañón, parece natural que la creadora, que en aquel momento era primeriza, buscase un descanso.
Esto no quita que Nunn siga estando orgullosa con la serie. De forma similar a como declaró en 2023, la guionista reincide aquí en que está satisfecha con muchos aspectos de cómo cerró la temporada y la serie, admitiendo que si bien de primeras no era el plan terminar ahí, notaron de forma orgánica que los arcos de personaje ya estaban terminando.
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Ladderman
Mi comentario incluye spoilers, con lo que el que quiera leerlo va avisado.
A ver, hay miles de guionistas que llevan años intentando reinventar la rueda y fallan el 99% de las veces. En una comedia romántica la mayoría de espectadores lo que quieren es que los protagonistas superen las adversidades y acaben juntos; es el final más previsible pero a la vez el más satisfactorio. Todo lo demás suele fallar. El interés romántico de la última temporada siempre llega demasiado tarde, y lo de que crecieron como personas después de la experiencia siempre suena más a excusa para superar la ruptura que a otra cosa.
En Sex Education la historia de los personajes principales cerró de bajón, y además con la sensación de que era algo que se habían sacado de la manga a última hora y no una simple evolución natural. El contraste con el cierre de un secundario como Adam es clarísimo, porque ahí sí que empezaron ya en la primera temporada a dedicarle mucho tiempo a los problemas con su padre, con lo que era perfectamente natural que al final simplemente se centrasen en cómo volvían a aprender a respetarse el uno al otro. Todo lo de que Maeve tenía que alejarse de allí para ser feliz está muy mal llevado, y además se nota que es una decisión casi exclusiva de la última temporada.
Nunca va a ser lo mismo experimentar con secundarios en la temporada final que hacerlo con principales, y está claro que tienes un problema entre manos cuando la evolución de ciertos secundarios parece bastante más natural que la de la de la pareja titular. No me parece uno de los peores finales de la historia, pero para mí está claro que intentaban salirse de lo convencional y patinaron, y cada vez lo veo más, con lo que creo que se está convirtiendo en una norma lo de intentar sorprender al final y cagarla. No conozco a nadie que al terminar una comedia romántica celebre lo mucho que han crecido como personas los protagonistas, con lo que no termino de entender esa obsesión con reinventar la rueda.