'How to make it in America' es una serie que llama la atención. Lo hace por su ambientación, por su banda sonora y sobre todo, por sus historias y personajes. En poco más de veinte minutos cada episodio nos cuenta un pequeño trozo de la vida de cada uno de los personajes, independientes todos entre sí pero a la vez unidos por un nexo común, querer hacer algo de su vida e intentarlo a toda costa. Y lo genial de todo es que la serie nos lo cuenta de una manera tan ligera y directa que te despierta, te llama la atención, te enamora.
La serie estrenó su segunda temporada hace unos días y lo cierto es que no hay mucho que contar, salvo lo que ya había. Y eso es quizás lo mejor de esta serie, que aunque las tramas no tengan grandes cliffhangers o no te dejan pegado al televisor, te sigue interesando lo que les ocurre a los personajes de alguna manera. Y es que 'How to make it in America' es una serie normal y corriente, con tramas sociales que son de andar por casa y que atraen a todo el mundo por igual, por eso es tan genial.
De esta segunda temporada podemos destacar dos cosas. La primera es el aumento del elenco, por lo que hemos podido ver en estos dos episodios parece que vamos a tener una trama más (la de Rachel y su vuelta a la ciudad) en los episodios aparte de la pareja y los "empresarios", algo que le da más variedad a cada episodio. A esto hay que añadirle que ahora va a haber más personajes gracias a la introducción en el mundo de la monda con Crisp de Ben y Cam, algo que puede dar bastante juego y que proporciona aires renovados a la serie.
Y el otro punto destacable es algo muy básico y a la vez clave, la serie sigue siendo la misma. Sigue respirando naturalidad por los cuatro costados, sigue teniendo esas historias imprevisibles y ese humor de la calle que tanto atrae. Puede parecer una tontería destacar que la serie sigue siendo igual, pero lo que nos sorprendió de la primera temporada de 'How to make it in America' era su espíritu único y rebelde, y es de agradecer que no le hayan querido dar una vuelta de tuerca ni al tono de la serie ni a sus historias.
En definitiva, esta segunda temporada tiene muy buena pinta. Sé que cuando acabe esta temporada con sus ocho episodios la voy a volver a echar en falta, pero eso es quizás la gracia de la serie, que la tenemos en dosis tan pequeñas y tan llenas de genialidad, que la queremos aún más por ello.
En ¡Vaya Tele! | 'How to make it in America', el miedo al fracaso
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