Desde fuera una cita puede parecer que va estupendamente y luego es todo lo contrario. Durante su velada en 'First Dates', Paz no paraba de reír y Emilio pensaba que era porque se lo estaba pasando en grande, aunque la realidad era un poco distinta.
Muertos de risa
Paz tiene 54 años, trabaja como auxiliar de servicios y viene desde San Sebastián de los Reyes (Madrid). Se define como una persona muy activa, a la que le encanta bailar y perderse por la montaña. Su historia es digna de telenovela: su marido le fue infiel con una amiga, a la que ella acogió en su casa porque les habían desahuciado. Le gustan los hombres "modernitos, delgaditos y con barbita".
Emilio suma 57 primaveras, es limpiador y vive en Madrid. Le encanta salir a divertirse y las mujeres con "faldita y tacones", razón por la que saltó de alegría al ver a Paz: "Se le han caído las babas al verme". El sentimiento no era mutuo, ya que a ella casi se le salieron los ojos de las órbitas.
Intentó disimular su cara de circunstancias mientras cenaban. Descubrieron que los dos iban a la misma discoteca de música latina y Emilio aseguró que más de una vez había ido de empalme al trabajo. Paz no pareció muy impresionada: "Le dejo yo a la altura del suelo".
Tampoco le gustó demasiado que él le prometiera llevarla al río, cuando ella "llevaba 30 años yendo a San Agustín". Emilio pensó que estaba teniendo mucho éxito porque a cada cosa que decía, ella se partía de risa, pero la verdad es que Paz no se estaba riendo con él precisamente.
Ella le contó que le encantaba rodearse de gente joven porque nadie le echaba su verdadera edad: "Aparento diez años menos que él". Emilio intentó jugar la carta de que sus signos del horóscopo era compatibles, pero tampoco tuvo suerte: "Paso de esos temas".
Jugando al Rasca del amor, Paz soltó una carcajada y se negó a responder a la pregunta del sitio más raro donde había tenido sexo. Emilio no se cortó en absoluto: "He tenido sexo en un coche, en la habitación de mi suegro, en la lavadora, en un parque, en un río... y me gustaría hacerlo en un paracaídas". Aunque a él le había parecido encantadora, Paz le cortó las alas diciendo que solo querría quedar con él para echarse unas risas.
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