El estreno de 'Spider-Man: No Way Home' ha devuelto al superhéroe de Marvel a primera línea. Esta versión del personaje encarnada por Tom Holland es el tercer intento de Hollywood de explorar sus aventuras en grandes producciones en acción. El primero en dar vida al trepamuros fue Tobey Maguire, quien estaba previsto que protagonizase una cuarta película que nunca llegó a hacerse.
No puede decirse que 'Spider-Man 3' sea la cinta más querida de la trilogía dirigida por Sam Raimi, pero sí consiguió ser la más taquillera de todas con unos ingresos mundiales de 894 millones de dólares. Por ello, Sony tardó bien poco en cerrar un acuerdo con Raimi y Maguire para realizar 'Spider-Man 4', aunque inicialmente hubo rumores sobre que el superhéroe tendría otro rostro...
El estudio acabó fichando a James Vanderbilt, cuyo prestigio hacia crecido varios enteros gracias al libreto de 'Zodiac', para escribir el guion y todo parecía ir sobre ruedas. Hasta se lanzó un primer cartel confirmando que su estreno tendría lugar el 6 de mayo de 2011 y meses después se anunció que el propio Vanderbilt iba a encargarse de escribir tanto 'Spider-Man 5' como 'Spider-Man 6'. Hasta Raimi había dejado caer en 2008 la posibilidad de rodar 'Spider-Man 4' y 'Spider-Man 5' de forma consecutiva.
Una cuestión de guion
Curiosamente, el guion no tardó en convertirse en el principal problema de la película, por lo que David Lindsay-Abaire y Gary Ross realizaron sendas revisiones del mismo, pero Raimi no estaba contento con el resultado. Además, tampoco quedó muy satisfecho con 'Spider-Man 3' por lo que quería que una posible cuarta entrega no cayese en los errores del pasado. En paralelo, varios actores sonaban con fuerza para la película,
Eso llevó a que Raimi viese imposible poder tener lista la película para la fecha elegida, comunicándoselo así al estudio. Desde Sony decidieron cancelar 'Spider-Man 4', algo que se hizo oficial en enero de 2010, anunciándose también un reboot que llegaría a las salas en 2012. El propio Raimi resumió lo sucedido varios años después en una entrevista concedida a Vulture:
Realmente fue una ruptura amigable y poco dramática. Simplemente teníamos una fecha límite y no pude llevar la historia al nivel que quería para que funcionase. Yo fui muy infeliz con 'Spider-Man 3' y quería que 'Spider-Man 4' acabase por todo lo alto, que fuera la mejor de todas. Pero no logré tener el guion a tiempo debido a mis propios errores, así que dije a Sony: "No quiero hacer una película que sea menos que genial, así que creo que no deberíais hacerla. Seguid adelante con el reboot, el cual ya estabais planeando de todas formas". Y Amy Pascal dijo "Gracias. Gracias por no desperdiciar el dinero del estudio, aprecio tu franqueza". Así que acabamos en buenos términos, con ambos intentando hacer lo mejor para los fans, el buen nombre de Spider-Man y Sony Studios.
Por su parte, Maguire realizó el siguiente comunicado tras saberse que dejaba de dar vida al trepamuros: "Estoy muy orgulloso de lo que hemos logrado con la franquicia de Spider-Man a lo largo de la pasada década. Más allá de las películas en sí misma he creado largadas y profundas amistades. Estoy emocionado por ver cómo se desarrolla el siguiente capítulo de esta increíble historia".
Vamos, que realmente no fue una decisión tomada por el actor, sino que Raimi se negaba a sacar adelante cualquier cosa para llegar a la fecha de estreno prevista, mientras que en Sony ya barajaban de antemano la idea de un reboot, el cual contaría con Andrew Garfield como protagonista. Pero de cómo él acabó dejando la saga tras dos películas, ya hablaremos en otra ocasión.
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