Con el aumento de la producción en el cine de superhéroes, cada cierto tiempo surge la cuestión de si hay demasiados estrenos, de si Hollywood está explotando demasiado ese filón, provocando que pronto pase de moda (como pronosticó Steven Spielberg). Con 'Logan', James Mangold ha demostrado que aún es posible aportar películas interesantes dentro de este subgénero.
Además de un tono adulto que permite mayor libertad creativa y aporta credibilidad a los diálogos (¿no suena raro que Iron Man o Batman no puedan soltar un "que te follen" o algo similar cuando están cabreados?), una de las claves de 'Logan' es que gira en torno a pocos personajes, de este modo puede dedicarles más tiempo. Esto rompe con la tendencia de los grandes estudios, que apuestan más por 'Los Vengadores', 'X-Men' o la próxima 'Liga de la Justicia'.
El atractivo de esas películas es claro, montar una gran batalla de superhéroes y supervillanos que los fans consideren imprescindible, pero el enfoque tiene un problema: el tiempo. Al final, se queda uno con la sensación de que se desaprovechan a los personajes, y a grandes actores, que daban para mucho más que un par de escenas y quedarse al fondo la mayor parte del tiempo.
Esto no es exclusivo del cine de superhéroes, pasa también con las franquicias de fantasía o de acción, los "blockbusters" o las "tentpoles", esas grandes superproducciones cargadas de acción y efectos visuales, con las que los estudios de Hollywood pretenden arrasar varias veces al año, y que en teoría sirven para impulsar la industria y ayudar a financiar otros proyectos que se consideran más arriesgados.
En estos grandes estrenos están tan obsesionados por superar el espectáculo de la anterior que quizá olvidan aspectos fundamentales como contar una buena historia o dejar que los actores vivan sus personajes. En una reciente entrevista, Mangold se refirió a estas películas y explicó por qué no le atraen:
"Las grandes superproducciones en general... no son películas, normalmente. Son inflados ejercicios de trailers de dos horas para otra película que te van a vender en dos años. Hay tantos personajes que cada uno tiene un arco argumental de unos seis minutos y medio, como mucho, y no estoy exagerando. Tienes 120 minutos, y usas 45 para la acción, lo que te queda lo divides entre seis personajes, y tienes el arco de un personaje como Elmer Fudd en un corto animado de Warner [los Looney Tunes]. Esa fórmula está vacía para mí".
A pesar de lo que puede parecer, al guionista y director de 'Logan' le gustan algunas de estas grandes producciones; en concreto menciona 'Iron Man' y 'Guardianes de la Galaxia', curiosamente dos de las cuatro que destacó otro detractor del cine de superhéroes, Steven Spielberg.
Creo que James Mangold tiene razón hasta cierto punto: no todas las películas con muchos personajes acaban saliendo mal, ni todas las que se centran en un pocos personajes resultan buenas o interesantes. De hecho, él fue muy criticado por 'Lobezno inmortal' ('The Wolverine', 2013), su primer intento de hacer una aventura en solitario de Logan. Los personajes necesitan tiempo para desarrollarse pero no este factor no es más importante que el guion, la dirección, el reparto y la libertad creativa que ofrezca el estudio. Todo tiene que funcionar.
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