Esta semana se ha emitido en EEUU el último episodio de la cuarta temporada de ‘Sons of Anarchy‘. Las aventuras del Club de moteros más catódico nos dejarán hasta dentro de un año dejando a SAMCRO y Charming completamente patas arriba tras una temporada que, con sus fallos, ha revolucionado por completo las reglas del juego. O por lo menos a nivel argumental en una temporada que se podría calificar de magnífica aun con ciertos reparos bastante graves.
La temporada comenzó situándonos catorce meses después del final de la tercera temporada, el tiempo que ha pasado Clay, Jax, Bobby y compañía en la cárcel. Cuando llegan a Charming ven que las reglas del juego han cambiado por completo. Hale es alcalde y no descansará hasta ver realizada una gran urbanización, Charming Heights y haberse deshecho de todo elemento que empañe su visión del pueblo. Por otro lado, tras la retirada de Unser, el departamento de Policía pasó a depender del de St. Joaquin con el teniente Eli Roosevelt siendo la máxima autoridad de Charming advirtiendo a SAMCRO de que él será su sombra en todo momento.
Clay ve una gran oportunidad para el club, trabajar con el cartel Galindo para seguir traficando con armas en una escala algo mayor. Jax apoya a Clay si este accede a dejarle marchar cuando se acabe el trato. Pero las cosas no son como lo parecen ya que desde el cartel quieren, además, que les ayuden a pasar droga. Lo cual hace que el juego sea mucho más peligroso, sobre todo viendo cómo se las gastan los de Lobo Sonora, el cartel rival del de Galindo. Mientras tanto aparece un nuevo jugador, el fiscal Lincoln Potter que lleva años intentando levantar un RICO contra el Ira Real y ya de paso con los Sons. Por ello chantajeará, junto con Roosevelt, a Juice para que les pase información a cambio de no revelar que el padre de este es negro, lo que significaría la sentencia de muerte para este.
Así pues la cuarta temporada de ‘Sons of Anarchy‘ se mostraba, cuanto menos, mucho más interesante que la tercera, completamente anodina. Independientemente de las aventuras de SAMCRO, con la tensión subiendo según se van complicando las cosas, probablemente esta sea la temporada en la que más se han centrado en los conflictos entre los diferentes miembros del club, haciendo explotar las ollas que habían estado tres temporadas calentándose. Desde Bobby, Luane y Otto hasta Opie pasando, por supuesto, por la primera familia, el clan Teller-Morrow.
La caída de Clay Morrow
Más allá de la trama central de SAMCRO como club, con todo el tema del Cartel Galindo y sus implicaciones, la verdadera trama es la que implica, como por otra parte es habitual en la serie, al clan jefe de los Sons: Clay Morrow, Gemma y Jax Teller. Cuando comenzamos a hablar de ‘Sons of Anarchy’ muchas veces salía la comparación con los dramas shakespearianos, concretamente con ‘Hamlet’ obra de la que bebe claramente y que Kurt Sutter reconoce entre sus influencias a la hora de concebir y planificar la serie.
Durante las tres temporadas anteriores hemos visto el juego entre los tres jugadores, madre, padrastro e hijo y cómo cada uno de ellos tenía su propio concepto sobre lo que debería ser el club. En la cuarta es en la que ya las cosas se tuercen por completo. Gemma descubre la existencia de las cartas de John Teller que Maureen metió de strangis en el equipaje de Jax y que están en posesión de Tara. Las cartas relatan por completo lo que pensaba sobre el club, los negocios con las armas, las sospechas respecto a Gemma y Clay… un material definitivamente peligroso que debe ser alejado de la vista de Jax.
Jax, por su parte, traza un pequeño plan para irse del club con su mujer e hijos, y por ello accederá a apoyar a Clay en el polémico trato con el Cartel Galindo a cambio de que acepte su dimisión. Evidentemente Clay tiene sus propios planes y ni él ni Gemma estarán dispuestos a que el joven príncipe les abandone. La verdad es que los mejores momentos de la temporada están relacionados con este trío.
Sin embargo no puedo evitar pensar que las decisiones de Clay como decidir eliminar a Tara, hacer todo lo posible por conseguir las cartas incluyendo matar a Piney… me parece demasiado forzadas. No sé, uno lleva tres temporadas conociendo a Clay Morrow, con sus buenos momentos y sus malos y en esta cuarta le llevan por este camino que simplemente no convence. No me parece creíble, o al menos coherente, con el personaje. Sí, es cierto que Clay se las gasta, pero me parece que no han sabido trazar bien este sendero de destrucción.
El error del decimocuarto episodio de la cuarta de ‘Sons of Anarchy’
Cuando salió la noticia de que FX había concedido a ‘Sons of Anarchy’ un episodio adicional para cerrar la trama de la cuarta temporada me pareció una buena idea. La temporada estaba siendo brillante y había tantas cosas en juego y de tal magnitud que quizás no hubiera dado tiempo a cerrarlo todo como se debía en las trece horas de rigor en FX. Sin embargo, una vez visto, este decimocuarto episodio se puede considerar fácilmente como el gran error de la temporada, un error más de forma que de fondo.
El final del 4×13 (‘To be’) lo dejaba todo a punto de caramelo para explotar: la reunión con los irlandeses, las fuerzas de orden esperando para ejecutar el RICO, Jax habiendo leído la parte de las cartas que Gemma le deja leer, suficiente para sus propósitos… y en los cinco primeros minutos resuelven casi todo y de una manera algo inverosímil, como dice acertadamente Alberto Nahúm en su análisis, “Deus ex Charming”. Desde entonces el decimocuarto episodio ‘To Be (Act 2)’ se convierte, en vez de en un segundo acto como mandan las reglas de la dramaturgia (sí, sé que lo de Acto 1 y 2 es meramente ornamental) en un epílogo de cuarenta minutos con el único interés estando precisamente en lo que destacaba en el apartado anterior: la caída de Clay.
Los dos últimos episodios de la temporada hay que verlos juntos, sin solución de continuidad, como si se hubieran concebido como un solo episodio. De hecho, la decisión de partir esta finale en dos me parece absurda con lo bien que hubiera funcionado en un único episodio algo más largo (quizás no tanto como un doble episodio). Pero a Kurt Sutter le pudo la codicia y sus delirios de grandeza no sabiendo ejecutar correctamente la temporada.
Lo que es una absoluta pena, porque la cuarta temporada de ‘Sons of Anarchy’ ha sido magnífica en casi todos los niveles. Con quizás la trama del RICO, el Cartel y demás algo cogida con pinzas, pero alcanzando cotas brillantes en los diálogos entre los diferentes miembros de la familia Teller. Con el terremoto de esta cuarta temporada la quinta se presenta bastante interesante con el nuevo statu quo en SAMCRO.
Yo lo tengo claro, a ‘Sons of Anarchy’ le falla la ejecución. La serie te coge, te engancha, lo pasas bien o mal dependiendo de lo que requiera el momento, pero no termina de tener un guión sobresaliente. Y es una pena porque son estos fallos (tontos) en el guión y la realización de la serie lo que impiden que los miembros de SAMCRO entren definitivamente en el olimpo de las series.
PD. Por cierto parece ser que por fin podremos ver la serie en abierto en España ya que Energy la tiene entre las series con las que se estrenarán el próximo año.
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