'American Gothic (La mirada del mal/América Oculta)'. Nostalgia TV

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‘American Gothic’, o como se conoció en España ‘La Mirada del mal’, fue uno de los intentos que hubo en los 90 de hacer una serie de terror y misterio ahondando en el éxito de ‘Expediente X’ y en la huella dejada por David Lynch. La CBS la encargó y le dio la misión de sustituir a ‘Picket Fences’, aunque no pudo pasar de una temporada completa.

La escasa producción de terror televisivo que hemos vivido en los últimos años han conseguido que ‘American Gothic’ consiguiese ganarse algo de culto, pero ¿se lo merece realmente?

Una serie de un personaje y medio

‘American Gothic’, que en su segundo pase en España fue retitulada como ‘América Oculta’ por Calle 13, es una serie marcada por un personaje: el sheriff Lucas Buck. Él es el responsable de velar por el orden de la localidad de Trinity, situada en el sur de EEUU. Sin embargo, en este pueblo el sheriff es precisamente la persona menos de fiar.

Digo que ‘American Gothic’ está marcada por Buck y no miento: suyos son los mejores momentos, pero también todo el clima de terror gira en torno a él. El sheriff Buck, interpretado por Gary Cole, es la maldad pura, algo que queda muy claro desde el polémico y alabado piloto, violento y muy alejado de lo familiar, demasiado para una cadena como CBS.

Del resto de personajes que pueblan Trinity no se puede decir lo mismo: su construcción es esquemática y rutinaria, pese a que la ambientación debería ser fundamental en una serie así. De hecho, Shaun Cassidy, creador de la serie, apostaba por una Trinity que fuera similar en malas vibraciones a Twin Peaks, pero su trabajo es muy inferior no ya al de la serie de Lynch, sino en determinadas ocasiones al deseable.

Sólo Caleb, el muchacho co-protagonista que debe convivir con el sheriff Buck a pesar de que él ha asesinado a su hermana, está casi a la altura de la estrella de la serie. Claro que cuando tu principal baza es un malo malísimo (sin grises, a pesar de que sus acciones sí que tengan consecuencias positivas inesperadas en otros), es complicado vender el producto como algo masivo.

‘American Gothic’: el orden de los factores

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Dos capítulos duró la serie sin dudas, aunque en realidad arrastraba muchas desde antes de nacer y el piloto no consiguió disiparlas por su planteamiento. Al quinto episodio, a la CBS se le agotó la paciencia y comenzó a hacer y deshacer cuanto quería. Entre otras cosas, emitió los capítulos de ‘American Gothic’ de manera desordenada y no estamos precisamente ante un procedimental. Pese a que, sobre el papel, la CBS emitió todos los episodios, en realidad, alguno quedó censurado o casi invisible.

Ni siquiera la ascendencia de Sam Raimi, productor ejecutivo de la serie, consiguió que la CBS prestará atención a una serie con varios capítulos realmente efectivos. Trinity era una localidad demasiado desagradable y la cadena quiso suavizarla. Shaun Cassidy accedió parcialmente, mientras la serie se iba llenando de elementos sobrenaturales.

En la recta final, ‘American Gothic’ acentúa su aspecto de culebrón de terror, toda vez que los creadores ya habían perdido la esperanza: las audiencias no funcionaban y la cadena los consideraba molestos. Así, un cierre casi en falso pone el broche a ‘American Gothic’ como lo que es: una serie muy irregular, pero también con partes muy interesantes, especialmente para los aficionados al género.

Ficha Técnica: La mirada del mal / América Oculta

La escasa producción de terror televisivo que hemos vivido en los últimos años han conseguido que ‘American Gothic’ consiguiese ganarse algo de culto, pero ¿se lo merece realmente?