'Vergüenza', la serie creada y dirigida por Juan Cavestany y Álvaro Fernández-Armero para Movistar+, se ha convertido en la primera producción propia de la plataforma en estrenar una segunda temporada. Esta llega, además, con la promesa de desarrollar a fondo los conflictos de los personajes más que centrarse en la sucesión de gags. También anuncia un especial navideño que se centrará en describir un periodo de la vida de los protagonistas intermedio entre la primera y la segunda temporada.
De todo ello ha hablado en Madrid una nutrida representación del equipo creativo de la serie: los creadores Álvaro Fernánez-Armero y Juan Cavestany, los actores Javier Gutiérrez, Malena Alterio, Vito Sanz, Miguel Rellán, Teresa Cuesta, Marta Nieto y Jaime Zataraín, y los productores ejecutivos Enrique López Lavigne y María Angulo. Hemos conversado con los dos primeros, cerebros detrás de la nueva temporada, para que nos relaten el proceso de creación de una de las comedias más incómodas del panorama actual.
Esta segunda temporada, según vuestras propias palabras, es más narrativa. ¿En qué se traduce eso a la hora de la verdad?
Juan Cavestany: En la primera temporada había que presentar al personaje como un fotógrafo de un salón de bodas, lo que daba pie a reflejar su trabajo y en paralelo su vida sentimental. Los diez episodios en su conjunto quedaban como una narración cerrada, pero decidimos que era mejorable, que había espacio para profundizar e ir más allá con situaciones parecidas. Pensamos que la gente ya se había reído con ese punto de partida de la primera temporada, y que el humor incómodo es una etiqueta pero no un salvoconducto, hay que contar una historia. La gente se cansa de todo, y del humor incómodo también. Queríamos hacer algo más allá, contar algo.
Así son las series y el cine, tienes que contar algo, conseguir que el espectador diga "Quiero saber cómo acaba esto". Incluso hay series en las que el espectador dice: "Esto es medio malillo, pero voy a llegar hasta el final". Y eso hemos intentado conseguir aquí, no hay tanta viñeta, no hay tanta reiteración, está todo cocinado algo más lento. Parece contradictorio, porque a la vez son menos capítulos, así que espero que no resulte frustrante. Desde luego hemos sido más concienzudos con todo, porque ya no partíamos de un lienzo completamente en blanco.
¿La idea de los niños siempre estuvo en la génesis de esta segunda temporada?
Álvaro Fernández-Armero: Para que creciera la serie necesitábamos que creciera su entorno, y en ese sentido los niños surgieron de forma natural. Juan y yo hemos disfrutado bastante esta vez porque sin ser autobiográfica la historia, hemos tirado un poco de nuestro universo cotidiano. Nosotros tenemos ambos hijos únicos, que han llegado a ir al mismo colegio, y hemos hurgado en esas vidas de padres, llevando al niño, recogiendo al niño, hablando con otros padres, ese mundo lo hemos tenido muy a mano
Juan Cavestany: Quizás no hemos explotado tanto lo que es la paternidad, la maternidad, como en 'Mira lo que has hecho' de Berto Romero, sino que más bien hemos intentado confrontar a los protagonistas con sus reflejos, ponerles en un contexto que no fuera tan aleatorio como el de las bodas. Así les dábamos una misión en la serie, que es la de huir de lo que son ellos, personificado en Ramón y Vanesa, y convertirse en lo que quieren ser, en la pareja guay.
¿Cómo funciona el proceso creativo con los actores, hay lugar para la improvisación?
Juan Cavestany: Partimos de una gran complicidad con los dos protagonistas. La serie se escribió en forma de piloto hace diez años, y se hizo para ellos. Nosotros somos muy conscientes de cómo son cada uno de ellos y de lo buenos que son como intérpretes. Hay ya una sintonía garantizada, y de lo que se habla es de cuestiones muy concretas, casi secundarias. Es un tópico, pero la serie sería imposible de hacer sin ellos. Son coautores de la serie en la misma medida que nosotros.
¿Cómo surge la idea del especial de Navidad?
Álvaro Fernández-Armero: Es un encargo directo de Movistar, que nos pidieron para emitir el 24 de noviembre y que tuviera los ingredientes de la serie, pero en un contexto de las fiestas. No queríamos continuar la historia hacia adelante en el futuro, tampoco irnos muy atrás en el tiempo, así que llegamos a la idea de ambientarla entre la primera y la segunda, y que sirviera para explicar determinadas cosas relacionadas con el personaje de Nuria, que se entienden pero no sabes de dónde han venido.
¿Crees que con la implantación de Movistar en Latinoamérica e incluso su colaboración con Netflix 'Vergüenza' podría convertirse en un éxito fuera?
Álvaro Fernández-Armero: ¡Ojalá! La comedia suele funcionar muy bien en los países donde se hace porque conectas con tus iguales culturalmente, pero a menudo se exporta mal. Esta serie puede tener ese problema a la hora de llegar a otros países. La verdad es que no tenemos datos de cómo ha ido en Latinoamérica, pero yo tengo mucha curiosidad por saber cómo se ve allí, cuando el elemento cultural es tan genuinamente español.
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