‘Monstruoso’ (‘Cloverfield’) tuvo un éxito notable cuando llegó a los cines en 2008. La cinta dirigida por Matt Reeves se benefició de una inteligente campaña promocional y el resultado fue una recaudación mundial de 170 millones cuando su presupuesto fue de apenas 25. Todo podía haberse quedado ahí, pero en 2016 nos sorprendieron con ‘Calle Cloverfield 10’ (’10 Cloverfield Lane’), cuya existencia se anunció apenas un mes antes de su estreno.
‘Calle Cloverfield 10’ también fue bien acogida por el público -amasó 110 millones de dólares frente a un coste de 15- y abrió la senda para crear un universo que contase con un nombre previo sin ser en ningún caso secuelas. Hace tiempo que se hablaba de la tercera entrega y Netflix se ha marcado un gran tanto estrenando en exclusiva ‘The Cloverfield Paradox’ de forma totalmente inesperada. El problema es que ha acabado siendo una sorpresa desagradable...
Por qué no funciona ‘The Cloverfield Paradox’
Sobre el papel, ‘The Cloverfield Paradox’ tiene una historia apasionante que le permitía abordar una serie de temas muy estimulantes. No voy a entrar en detalles para evitar desvelar más de la cuenta a aquellos que quieran saber lo mínimo posible antes de verla, pero estoy totalmente convencido de que el guion podría haber dado con la tecla adecuada para hacer una gran película en lugar de una sucesión de lugares comunes en la que casi todo se queda en tierra de nadie.
Tarda unos minutos en quedar claro que algo así va a suceder, pero lo cierto es que ya al comienzo se transmite la sensación de estar abusándose de los clichés a la hora de construir la internacional selección de personajes que lidera un experimento esencial para el futuro de la Tierra. Quizá el caso más obvio sea el recurso del secundario cómico a través del personaje interpretado por Chris O’Dowd, pero es más o menos obvio en todos los casos.
La cuestión es que ‘The Cloverfield Paradox’ cuenta con un reparto con suficiente talento para lograr que eso no suponga un obstáculo de entrada importante y además la historia va progresando con suficiente agilidad como para que uno se deje llevar y espere a que la cosa termine de despegar. No lo hace y además termina de hundir a la práctica totalidad de personajes a la función de meros comparsas de un relato que nunca le echa narices y busca su voz propia.
Quizá los cambios que ha sufrido el guion -era originalmente de Oren Uziel y fue reescrito por Doug Jung- hayan ido en la dirección de neutralizar ese punto para potenciar la conexión con el universo Cloverfield. Y es que aquí ese punto tiene bastante más presencia que en ‘Calle Cloverfield 10’, algo parece que buscado por la propia Paramount tras los pases de prueba de un primer montaje en el que esa conexión también era bastante escasa.
‘The Cloverfield Paradox’ va de más a menos
Me queda la duda de hasta qué punto podría haber sido mejor ‘The Cloverfield Paradox’ apostando de lleno por su historia propia, pero es que los cambios más fáciles de detectar para buscar esa conexión se encuentran entre lo más interesante de la función. Por un lado permiten a Gugu Mbatha-Raw ser la única con un personaje con verdaderas posibilidades dramáticas y por otro potencia una segunda capa a la película que logra mantenerte intrigado.
La cosa cambia en la trama central, una especie de cruce entre ‘Alien’ y ‘Horizonte final’ (‘Event Horizon’) en la que hay espacio para algún detalle curioso bien aprovechado por Julius Onah para reavivar el interés hacia lo que sucede desde su trabajo de puesta en escena, consiguiendo momentos puntuales de buena tensión. Por desgracia, son detalles intermitentes pensados además para volver a llevar el relato hacia terrenos demasiado conocidos.
Ahí ya incluso el talento de los actores se neutraliza y simplemente se convierten en personajes que van pululando por allí a la espera de que todo se encamine hacia un final que se ve venir de lejos. Al menos sí que encaja con todo lo planteado, pero uno de los mayores problemas de ‘The Cloverfield Paradox’ es su falta de fuerza y lo genérica que acaba resultando, lo cual hace que uno se centre más en algunos aspectos absurdos que hacen acto de presencia de forma ocasional.
Además, llega un punto en el que uno tiene claro que la práctica totalidad del relato va a suceder en el interior de la nave, por lo que el hecho de que los personajes flojeen y que lo que les sucede solo resulte interesante en lo teórico y no en la práctica va minando nuestra confianza hasta que ya simplemente estamos deseando que se acabe. Ahí entonces todo lo fascinante de su premisa termina de desaparecer y uno se alegra con la llegada de los títulos de crédito finales.
En definitiva, ‘The Cloverfield Paradox’ desaprovecha todo lo que podría haberla convertido en una gran película y no deja de ir a peor tras un primer acto que sí logra atrapar tu atención pese a sus limitaciones. Luego los flojos personajes y la escasa personalidad de la historia van limitándola hasta desfallecer por completo al final. No llega a ser horrible, pero sí que es la peor de las tres que dan forma al universo Cloverfield y yo no me encuentro entre los defensores de ‘Monstruoso’...
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