‘Doctor Mateo’ despidió el pasado domingo su cuarta temporada con la promesa de que pronto continuaremos disfrutando de los vecinos de San Martín del Sella. La serie se ha mantenido en torno al 12% de share y los dos millones y medio de seguidores, unos datos que han bajado con respecto a su segunda temporada pero que se ha mantenido con respecto a la tercera. Creo que siguen siendo unos datos más que aceptables teniendo en cuenta la audiencia que esta temporada está consiguiendo ‘Aída‘, su principal rival en la noche de los domingos.
Ambas series han demostrado que hay audiencia para las dos y, aunque se hacen daño mutuamente, dan la oportunidad para que el espectador decida con qué tipo de humor prefiere terminar la semana. ‘Doctor Mateo‘ ha apostado hasta la fecha por tratar los temas de una manera diferente a la que estamos acostumbrados. Así se demuestra de sus guiones, que intentan dar un giro a las tramas, aunque como hemos visto esta temporada no siempre lo consiguen.
Tres son multitud y además marean al espectador

La cuarta temporada ha constado de 12 capítulos. La serie ha tenido un punto de inflexión en la mitad de la misma, que corresponde con la primera no boda de Adriana y Mateo. Desde la marcha del doctor, y sobre todo desde la aparición de Nico, el primo de este, la trama principal cometió el error de centrarse en el trío amoroso. La facilidad con la que han caído en eso ha sido lo que más me ha dolido de esta temporada, ya que la serie tiene suficientes elementos en los que centrarse en vez de provocar tramas y momentos que ya hemos visto hasta la saciedad.
Por ejemplo, durante la cuarta temporada el personaje más neurótico de toda la serie, Carol, ha soportado su embarazo lo mejor que ha podido. Qué fácil hubiera sido centrar un episodio en su parto. Y si ese día hubiera quedado atrapada de alguna forma para que no pudiera ir al hospital, mucho mejor. Sin embargo, los guionistas no apostaron por eso, que a mi entender es una de las situaciones más típicas que nos podemos encontrar en una ficción, sobre todo si se trata de comedia. Yo aplaudo estas decisiones, por eso me parece tan extraño que la segunda mitad de temporada haya estado dedicada al trío formado por Adriana, Nico y Mateo.
Entendería esta decisión si la ausencia de Gonzalo de Castro durante algunos de los capítulos haya sido irremediable, algo que desconozco. Pero lo cierto es que desde que se marchó a Mateo se le echó de menos y nos permitió corroborar su importancia dentro de la serie, algo que a veces no llegamos a apreciarlo realmente. Pero el juego a tres bandas no siempre es una decisión acertada a largo plazo.
Ha provocado escenas divertidas, sobre todo teniendo en cuenta cómo son los vecinos del pueblo. Pero también ha ocupado más tiempo del necesario. El último episodio ha estado centrado casi por completo en esta trama, una decisión peligrosa que hace que el resto de personajes pasen a un plano aún más alejado del que normalmente están.
Por cierto, esta temporada Natalia Verbeke ha estado estupenda, por lo que creo que el Premio Ondas a la mejor actriz no le podía haber llegado en mejor momento. Tengo que reconocer que al principio de la serie su personaje no me terminaba de convencer, pero ha mostrado una gran evolución que ha culminado con grandes momentos que espero que se repitan durante la quinta temporada.
Un pueblo que sigue enamorando

Siempre he dicho que lo mejor de ‘Doctor Mateo’ son las situaciones que se provocan cuando Mateo entra en conflicto con cualquiera de sus vecinos. No podemos olvidar que el pueblo que nos muestran tiene el mismo encanto que el que desprenden los habitantes que viven en él. Uno de sus episodios gana puntos si todos los vecinos se ven implicados en la misma historia. Y esta cuarta temporada ha explotado aún más este elemento, que es uno de los que más me gustan.
De la temporada que acaba de terminar me quedo con el partido de fútbol que se jugó y el posterior enfrentamiento que se dio con San Frutos, el pueblo vecino. También guardo un buen recuerdo del capítulo en el que se celebraron las elecciones y las primeras decisiones de Adriana como alcaldesa, algo que lamento que no hayan explotado más en los últimos capítulos.
La particular manera de ser de cada habitante de San Martín del Sella tiene la culpa de que la incorporación de Diego Martín no me haya terminado de convencer. Creo que su personaje ha aportado poco y me da rabia que sólo sirva como instrumento para dar juego en la trama amorosa de Mateo y Adriana.
Sobre el resto de personajes, son tan amplios y variados que es normal que cada uno tenga sus preferencias. Personalmente, la trama que menos me llama la atención es la protagonizada por Riqui y compañía. Los jóvenes de la serie son por los que menos simpatía tengo y curiosamente esta temporada también se han visto envueltos en un trío amoroso. Imagino que será casualidad, pero la verdad es que me divierto más con Carol y Mario, con Juana o con Elena y Alfredo, un personaje este último con el que tengo un sentimiento contradictorio, ya que a veces me hace reir pero otras veces también me llega a aburrir un poco.
¿Qué pasará ahora?

La actual temporada ha acabado con la segunda no boda y con Mateo en el hospital después de sufrir un infarto. Pensándolo bien, me ha gustado este final porque puedo llegar a intuir que, en la quinta temporada, a la facilidad que tiene Mateo para enfadarse habrá que sumarle
la delicadeza de su estado de salud. Los vecinos de San Martín tendrán que lidiar con eso e imagino que no todos lo lograrán con un resultado satisfactorio.
La renovación de la serie, con la que no todos contaban, prolonga la apuesta que hace Antena 3 por mantener una ficción que, aunque tiene momentos más buenos que otros, ha demostrado ser una de las grandes con las que contamos hoy en día. La quinta temporada puede apoyarse en buenos pilares para que sigamos disfrutando como lo hemos hecho hasta ahora. Eso siempre y cuando que los guionistas tengan las ideas en su sitio y continúen por el camino que ellos mismos han marcado. Han puesto el listón muy alto, por lo que cualquier despiste puede dañar la serie más de lo que ellos puedan llegar a pensar.
En ¡Vaya tele! | ‘Doctor Mateo’ mantiene su encanto una temporada más
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ariasdelhoyo
Con Doctor Mateo tengo sentimientos encontrados. Cuando empezó me molestó que fuera Doctor en Alaska (Asturias), la empecé a ver circunstancialmente y me gustó la fotografía, el entorno, el color, no así las tramas que me resultaban un poco forzadas. El personaje de Mateo está muy bien llevado por Gonzalo. Aún así la veo siempre. De los personajes me sobran muchos, el argentino con voz cazallera me estomaga bastante, menos mal que le están dejando de dar bola, los jóvenes y sus cuitas son un aburrimiento, lo del tío que habla con el extraterrestre es para matar a alguien, el subsahariano no te quiero ni contar, la ucraniana de la limpieza es para que se coma la bayeta, el problema es que han metido muchas variables para tan poco polinomio, y luego quieren despejar todas. Sin embargo hay un personaje que sale en todos los capítulos y no le dejan nunca ser el protagonista. Me refiero al pueblo, los guionistas deberían hacer que esos paisajes formaran parte de la trama. La comparación con Doctor en Alaska es fácil, allí el frío, la larga noche, las auroras boreales, la naturaleza salvaje tuvieron sus tramas. Lo dicho y por no extenderme, yo creo que deberían ir a lo simple, no hacer capítulos donde se crucen tres o cuatro historias, sino profundizar un poco más, seguir con la insoportable actitud de Mateo, procurar que se quite la sobreactuación de alguno y que el pueblo participe más.
abril.reyes
Ese negrazo como lo llamas es el Moruba el marido de Juana la tia de Mateo. Matrimonio de conveniencia por aquello de los papeles jajaja! Deberían explotar más al Moruba porque sale poco y cuando sale es pa morirse de la risa.
Yo con esta serie me parto. Adriana y Mateo son grandes. Juana no se queda atrás su personaje es la Bomba, la farmacéutica y el amigo médico de Mateo también me molan. Carol y Mario Lo Más. Tom es genial y Elena y Alfredo muy divertidos lo mismo que el tipo que ve al Miguel.
Si con los jóvenes yo también tengo ese problema. Al inicio no pero últimamente como que me estorban. A ver cómo lo arreglan!
Veremos qué pasa en la 5aT!
lyovin63
A mi esta serie me parece de las mejores que hay ahora españolas, y más ahora que a mi Cuéntame me aburre tanto, puero bueno ese es otro tema. Me encanta que sea tan irreal, tan absurda, me encantan sus personajes secundarios (Carol, Mario, Elena, etc.) me encanta su publicidad tan vistosa y cutre, me encanta como se lían las tramas, y me encanta como aún así la serie resulta fresca y divertida. Sí, tiene muchos fallos, la polaca, la trama de diego, la sobreactuación que tienen algunos personajes, Anita (que actriz más horrorosa), pero...tiene también miles de virtudes, y con eso es con lo que me quedo. Espero que Mateo siga como ahora y que a mi me haga disfrutar tanto todos los domingos.
Por cierto que no hemos hablado del gran fichaje de Gorka Otxoa, para mi de los mejores de la serie, divertida, fresco, torpe, sinceramente...genial, ha sido de lo mejor de esta tercera temporada y el lío con Trini fue apoteósico.
210527
Lo de Mateo es ir y marear la perdiz: me caso o no me caso y sigo con las mismas dudas si elijo una opción como si elijo la otra opción. Lo de otro triangulo amoroso es una concesión al publico juvenil pero creo que no lo ve ya que prefiere el humor gamberro de Aida
abril.reyes
Ais yo a Gorka Otxoa no le pillé el punto hasta poco antes del capitulo del fútbol... si si la polaca sobra mucho.
jutyhrfcxch
Totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho. Al menos parece que en la quinta tienen base para sacar buenas tramas, y seguir haciéndolo como hasta ahora. Contemos lo de los últimos capítulos como un bache momentáneo...
232235
¡coño! ¿quién ese negrazo? Ay omá que rico....
jesús
Yo no sigo la serie, pero si como decís vosotros el doctor Mateo ha abandonado ésta durante algunos capítulos, es un claro error, tanto como si "House" abandonara la suya durante un tiempo, no se sostiene.