El 1 de enero se estrena ‘City of Ember: En busca de la luz’ (‘City of Ember’), una película dirigida por Gil Kenan e interpretada por Saoirse Ronan, Harry Treadaway, Tim Robbins, Bill Murray, Martin Landau y Mackenzie Crook.
La película nos sitúa en un supuesto mundo postapocalíptico que consiste en una pequeña ciudad donde los habitantes viven con costumbres arcaicas a pesar de que cuentan con un mínimo de electricidad. El generador que abastece a todo Ember está comenzando a fallar y, sin embargo, no se hace nada para buscar una nueva fuente de energía o para encontrar la salida. Sólo Lina Mayfleet hará algo al respecto tras encontrar en su casa una caja que guarda la clave para escapar de la absurda civilización que se ha creado bajo tierra.
Si dijésemos que ‘City of Ember: En busca de la luz’ es una película para niños y adolescentes y que todos los defectos que voy a achacarle más adelante se deben a eso, estaríamos insultando a cualquier persona menor de veinte años con la implícita afirmación de que a esas edades las capacidades analíticas o la inteligencia aún no están del todo desarrolladas. Quiero decir que una cosa es que la película no entre en complicaciones para gustar a cualquier sector de los espectadores y otra muy diferente es esta simplicidad rayana en lo ridículo. Quiero decir, más allá aún, que no recomendaría el film ni a los más pequeños. Incluso puede que al contrario: podría recomendarlo a los adultos muy amantes de la estética y la bella fotografía –o de determinado tipo de intérpretes— antes que a jóvenes que quieren encontrar una aventura con la que identificarse y entretenerse durante un rato.
El guión de Caroline Thompson, basado en el libro de Jeanne Duprau nos relata una trama que apenas cuenta con acontecimientos y que por ello debe estar alargada hasta producir hastío. Únicamente encontramos un par de secuencias entretenidas que llegan cerca del final y el resto del tiempo lo que vemos en pantalla son aburridos momentos de relleno que no son necesarios para el film. Incluso sin llegar a complicarlo demasiado, las autoras podrían haber introducido alguna trama política, como un complot en contra de querer salir. SPOILER: En teoría esto está planteado, ya que se supone que se detenía a los que trataban de escapar como si fuesen terroristas. Pero está mal planteado o poco planteado, pues no hay nada que explique por qué los detenían, ya que no se ve de qué forma beneficia al alcalde que permanezcan bajo tierra. FIN DEL SPOILER.
Todo se sostiene sobre unos asunciones muy torpes, por ejemplo, que la caja se haya perdido por un motivo tan casual y los papeles se los haya comido la niña. Otras de las cosas son simplemente inverosímiles. Lo que más me llama la atención en ese sentido es la inocencia de todos los habitantes de este submundo. Durante tantos años es difícil creer que se haya mantenido un orden tan absurdo y aferrado con una vigilancia tan débil.
Los personajes apenas están definidos a lo cual no ayuda el que constantemente tengamos que estar dando por hecho que han aceptado ese statu quo sólo por ser tan tontos de no plantearse otras posibilidades.
El apartado actoral es un claro aliciente para adultos, no para niños, lo cual se contradice con el resto de la concepción de la película. Bill Murray se ha convertido en un actor de culto en un determinado tipo de cine. Su presencia suele consistir únicamente en hacer de sí mismo y resultar peculiar, saliéndose incluso de lo que el film le exige. Tim Robbins, si es que tiene algún tipo de gancho para la taquilla, lo tendrá entre público adulto. E incluso la niña protagonista, Saoirse Ronan, es conocida por ‘Expiación’, un film nada infantil. No me parecería mal que la película fuese para espectadores de cualquier edad y que hubiese alicientes para cada uno de ellos. Lo que quiero decir con este párrafo es que, por mucho que se venda como película para los más pequeños y que se quiera justificar su simpleza con esa excusa, no es así.
Lo más apreciable de ‘City of Ember: En busca de la luz’ es su ambientación y su fotografía. La recreación de la ciudad subterránea es de una gran belleza estética y puede recordar a los diseños de Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet o aproximarse quizá, algo menos, a la imaginería de Tim Burton. La fotografía ocre verdosa es también muy atractiva, así como lo son el vestuario y el diseño del atrezzo.
El otro punto a favor que podemos encontrar en el film es que tiene un mensaje positivo, sin embargo, los mensajes no valen por sí solos en el cine. Lo importante es cómo se transmiten y aquí eso se ha hecho muy pobremente.
‘City of Ember: En busca de la luz’ es una película demasiado simple, pero con una estética bonita de ver.
En Blogdecine: ‘City of Ember’, trailer y póster.
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