Desde Dinamarca nos llega ‘Después de la boda’ (‘Efter brylluppet’, 2006) que, con todo el estilo de los films Dogma —aunque el certificado ya no se expida— y con un argumento de secretos familiares, podría parecer la secuela de ‘Celebración’. No está dirigida, sin embargo, por Thomas Vintenberg, sino por Susanne Bier (‘El amor de mi vida’, ‘Te quiero para siempre’, ‘Hermanos’).
Jacob trabaja en la India ayudando y enseñando a niños pobres y huérfanos. A su pesar, debe viajar a Copenhague para solicitar a un millonario una ayuda con la que continuar su labor humanitaria. El adinerado filántropo lo invita a la boda de su hija, donde Jacob encuentra a un antiguo amor, que resulta ser la madre de la joven casadera. Cuando la novia declara en su discurso que el hombre que la ha criado no es su padre, Jacob adivina que esta chica es hija suya. A partir de aquí se desencadena el drama desatado, los gritos, los reproches y los llantos. Hay que admitir que la ya mencionada ‘Celebración’ ('Festen', 1998) tenía un argumento muy de telefilm de las tres y media, pero que resultaba una película bastante interesante, debido a su propuesta estética y a las interpretaciones de los actores. Nos encontrábamos en pleno auge del movimiento Dogma y, en mi opinión, la de Vinterberg fue la mejor obra que surgió de este postulado.
Ahora, en lugar de padres que abusan de sus hijos, los secretos destapados al cabo de decenas de años, nos descubren paternidades ignoradas y traiciones antiguas. El parecido con ‘Festen’ no va solo por ahí, pues hay escenas casi clavadas, como la celebración de un cumpleaños, con brindis dedicados al homenajeado, y las varias confesiones hechas durante festejos, ante familiares y amigos, de verdades embarazosas.
En esta ocasión, por desgracia, el estilo de cámara en mano y montaje discontinuo no consigue ya alejarnos de la idea de que estamos presenciando desgracias propias de la tv-movie para la sobremesa. Además, ‘Después de la boda’ se excede en metraje y en dramatismos exagerados y lecciones sobre el amor y las relaciones humanas.
La segunda gran revelación que se hacen los personajes y que se guarda como misterio durante un espacio prolongado de película, es muy fácil de adivinar. Desde que vemos lo que planea el millonario y tratamos de entender sus motivaciones, podemos sospechar qué es lo que ocurre.
Se podrían destacar, en la faceta positiva de la película, las interpretaciones de los actores, que resultan muy humanos y reales, a la vez que ayudan en gran medida a dar cuerpo y definición a los personajes, quizá también punto fuerte del film.
Mads Mikkelsen interpreta a Jacob, el protagonista. Este actor se dio a conocer en Dinamarca gracias a su papel en la película ‘Pusher/Un paseo por el abismo’ (1996). Desde entonces ha trabajado en ‘Blinkende Lygter’ (‘Luces parpadeantes’) (2000), ‘Monas verden’ (2001), ‘Te quiero para siempr’e (2002); en la aburrida 'Wilbur se quiere suicidar'; en la muy recomendable ‘Torremolinos ‘73’ (2003), en ‘El rey Arturo’ (2004), y en la última entrega de James Bond, ‘Casino Royale’ (2006).
La mujer que se debate entre su marido y su antiguo amor es Sidse Babett Knudsen. Entre sus intervenciones se encuentran ‘Let's Get Lost’ (1997), ‘Mifune’ (1999), un film Dogma bastante insulso; ‘El amor de mi vida’ (1999); ‘Monas verden’ (2001); ‘Villa Paranoia’ (2004), y ‘Fakiren fra Bilbao’ (2004).
Rolf Lassgard, que encarna al millonario, apareció en ‘Jagarna’ (1996), ‘Sant ar livet’ (1996), ‘Under the Sun’ (1998), y ‘Magnetisorens femte vinter’ (1999).
Susanne Bier desarrolló el guión con el guionista y realizador Anders Thomas Jensen como una extensión natural de sus dos aclamadas y premiadas películas anteriores, Te quiero para siempre y Brodre/Hermanos. La película se rodó en Dinamarca y en Bombay. En el Festival de Cine Solidario, Susanne Bier obtuvo el Premio Gato a la Mejor Directora por ‘Después de la Boda’.
En su página web oficial se puede ver un trailer, así como varios clips de ‘Después de la boda’.
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