Decir que tenía ganas de ver 'Westworld' es quedarse corto. En pocas semanas, tras ver los sucesivos tráilers, mis esperanzas con la nueva serie de HBO fueron subiendo hasta niveles estratoféricos. Lo de dejarse llevar por las expectativas previas siempre es peligroso, ya que te tienta a poner un listón que puede determinar una decepción. Afortunadamente no es el caso, ya que el primer episodio ha cumplido.
'Westworld', basado en la película homónima de Michael Crichton, nos cuenta la historia de un parque temático del futuro en el que sus visitantes pagan por vivir una gran recreación del salvaje oeste en donde ellos, los "recién llegados" en el lenguaje de WW, pueden hacer lo que quieran con los "anfitriones", androides que habitan este mundo ficticio.
Una nueva actualización, modificada por el director del Parque (Anthony Hopkins) empieza a dar problemas: los androides empiezan a improvisar y a causar problemas con los humanos, lo que traerá de cabeza al responsable de programación, Bernard (Jeffrey Wright), y a la líder de operaciones, Theresa, (Sidse Babett Knudsen).
Mientras, en "WestWorld", el foco se centra en Dolores (Evan Rachel Wood), una sencilla habitante cuyo padre empieza a sospechar cosas; Teddy (James Marsden), un pistolero en busca de emociones; y en un misterioso newcomer (Ed Harris), que se dedica a asesinar y torturar a los anfitriones. Todo esto son las bases con las que Jonathan Nolan y Lisa Joy trabajan para ofrecer un gran piloto.
Lo primero que quería decir en este pequeño análisis es que es hora de quitarle la etiqueta de "hermano de Christopher Nolan" a Jonathan. Sí, son hermanos, claro. Pero ya con 'Person of interest' se reivindicó de manera soberbia y con el primer episodio de 'Westworld' lo hace de nuevo, emancipándose de la sombra del Nolan mayor y alzando una voz propia, menos sobreexpositivo y más centrado.
El primer episodio de 'Westworld' es una de esas gemas a las que no puedes quitar la vista ni un momento. Y eso sin tener una escena que destaque especialmente sobre el resto por lo visual o por su planteamiento. Las escenas de acción son estupendas, pero las más tranquilas y realizadas entre bambalinas no se quedan atrás. Está todo bien construido y presenta claramente las tramas que seguiremos.
Respecto a las tramas parece que, si bien la del newcomer asesino es la que va a dar la acción, dejan claro que lo que les interesa es explorar los límites en la manipulación, en los androides y si hay carta blanca para hacer lo que se quiera con algo programado para pensar que es humano. Una temática que puede ser bastante interesante si lo desarrollan bien.
Cosa que habrá que ver. Esta primera entrega de 'Westworld' me ha entusiasmado bastante y su aparente éxito hace que crea que al público también le ha gustado. Tras unos meses en los que su nueva oferta estaba recibiendo críticas muy tibias y no terminaban de ganarse el favor del público, HBO necesitaba un triunfo: con 'Westworld' parecen haberlo logrado.
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