Una de las cosas que suele fascinar a las cadenas de televisión es la metatelevisión. Que veamos un poco de tejemanejes corporativos que hacen posible que los espectadores veamos nuestros programas favoritos. En los últimos años BBC ha llamado la atención con, por ejemplo, 'The Hour', inspirado en la creación de un programa de actualidad en los años 50. Y ahora quiere introducirnos en la ajetreada Broadcasting House con 'W1A', título que hace referencia al código postal de la sede central del ente británico.
'W1A' nace como secuela/spin off de la laureada 'Twenty Twelve', un falso documental que seguía el día a día del cómite de organización de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Tras los Juegos la BBC se fija en Ian Fletcher (Hugh Bonneville), jefe de dicho comité, y le contrata como "Head of Values", una nueva figura que nadie tiene claro qué hace dentro de la vorágine de departamentos de relaciones públicas, políticas internas y externas del gigante radiotelevisivo.
Así, Fletcher tendrá que lidiar con crisis y polémicas cotidianas como parte del comité de "limitación de daños" formado por Anna Rampton (Sarah Parish), Jefa de Producción; el director de Gestión Estratégica Simon Harwood (Jason Watkins), Tracey Pritchard (Monica Dolan), responsable de Comunicaciones; Neil Reid (David Westhead), interventor de Noticias y Actualidad y «otras dos personas», como se dedica a recordar David Tennant, el narrador.
En los primeros dos episodios nos encontramos con una acusación de discriminación de BBC hacia Cornualles y el sector oeste del país realizada por una presentadora de 'Spotlight', la marca de informativos regionales de BBC. Siendo esta la primera de las muchas "crisis" a los que se enfrenten, incluyendo la filtración del salario de Fletcher a la prensa y el tamaño de la minifalda de la presentadora de 'Newsnight'. Todo esto mientras que BBC One intenta sacar adelante un nuevo factual para el prime time de los domingos: 'Britain's Tastiest Village', un programa culinario para el que les cuesta encontrar una pareja femenina para Alan Titchmarsh sus productores: David Wilkes (Rufus Jones) y Lucy Freeman (Nina Sosanya)
BBC sí; cualquier otra empresa grande, también
'W1A' nos traslada al mundo de la BBC actual, pero también al mundo de la "empresa del siglo XXI": con espacios abiertos, mandos intermedios tomando el control y el día a día de los empleados, un ejercicio de constante relaciones públicas por parte de la corporación, renovación de imagen. Aquí es donde entra gente como Siobhan (Jessica Hynes), también del comité de los Juegos, que llega a BBC como asesora de marca dispuesta tanto a llevar el twitter de Fletcher como a rediseñar el logo de la compañía para que «parezca una app».
En este sentido la comedia de John Morton es tanto una parodia de los tejemanejes y chácharas corporativas de la BBC como lo puede ser de cualquier otra oficina que se precie. Para muestra no hace falta ver más que una escena de cualquier reunión que se haga: infinitas palabras para acabar no diciendo nada, escaparse por la tangente y delegar en otros todo lo que se pueda --o escaquearse, que viene a ser lo mismo-- ante los ojos atónitos de quien le cae el marrón, normalmente Fletcher y otras situaciones que se alejan de la lógica como por qué ir a la sede de Manchester a un programa de radio de BBC Four pudiendo hacerlo desde los estudios de Londres.
'W1A' es una buena idea, pero no termina de alcanzar su potencial. Es demasiado fácil perderse entre tanto diálogo cháchara y no terminas de empatizar con ninguno de los personajes más allá del de, a veces, Bonneville. Sin embargo la serie tiene mucho potencial y, de hecho, hay escenas estupendas pero que quedan algo disimuladas con otras que simplemente no logran hacer despegar esta sitcom. Cosa que, al tratarse de una primera temporada de sólo cuatro episodios, me parece bastante normal. Si BBC decide renovar 'W1A' seguramente la vea con la esperanza de una mejora consecuencia de un mayor rodaje.
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