'First Dates', a este soltero de Barcelona no le gustan los dientes de su cita. "Sé que soy una vieja y un adefesio"

Maite no buscaba a alguien obeso ni consumido, y Ramón pensó que su cita "parecía su abuela"

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Nunca es tarde para buscar el amor, aunque nada te garantiza encontrarlo en 'First Dates'. Maite y Ramón eran dos solteros veteranos que, más que un flechazo, lo que sintieron fue mutuo rechazo.

Desamor a primera vista

Maite es una administrativa jubilada de 84 años, que vive en Premià de Mar (Barcelona). Vino acompañada de su nieta Noe, que describió la pareja ideal para su abuela: "Que tenga dinerillo, que sea guapetón y tenga pelo". Por su parte, ella tenía claro que no quería alguien obeso ni apático.

Ramón es barcelonés y también está jubilado. A sus 88 años, garantiza que "está como un chaval" y le gusta jugar al Guiñote. A primera vista, no fue para nada lo que Maite esperaba: "Es muy poca cosa. Dije que quería una persona delgada, no consumida".

A él tampoco le gustó ella físicamente: "Tiene los dientes como podridos por dentro y eso me afecta". Le reveló que era viudo y ella le dijo que vivía con la familia de su hija. Ramón le empezó a contar su afición por las sopas de letras y salir a andar, pero ella solo podía pensar en una cosa: "No me veo con alguien tan enclenque. Da penita, como si pasara mucha hambre".

Cuando le dijo su edad, Ramón levantó las cejas: "Aparenta más. Si parece mi abuela". Él le explicó que antes trabajaba en el campo, y ella lo interpretó como una  señal de que "no había tenido tiempo para culturizarse".

First Dates Decision

La cosa se puso siniestra cuando Maite contó que hace poco la atropelló un coche, casi a la par que se le murieron dos amigas. Ramón no vio con buenos ojos que fuera pájaro de mal agüero hablando de la muerte durante la cita y le dio la impresión de ser una mujer a la que "había que llevar de la mano".

Ella le preguntó si le gustaría ir al cine juntos y él le dijo que sí aunque no era realmente su intención: "Cuando voy al cine, me entra sueño". En el momento en que ambos rechazaron una segunda cita, Maite increpó a Ramón: "Si no te gusto, lo dices. Ya sé que soy una vieja y un adefesio". Él le contestó que tampoco era eso, pero que se veía mucho más ágil que ella.

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