Leyendo una de las últimas críticas de mi compañero Mikel Zorrilla he dado con una de las constantes de la crítica de cine y me gustaría celebrarlo.
Voy a explicar por qué esta frase última con la que Zorrilla cierra su crítica, altamente decepcionada, en la que solicita que "dejen de jugar con nuestra nostalgia para intentar sacarnos nuestro dinero con porquerías como ‘La jungla: Un buen día para morir’" es tan importante y tan significativa y porque recoge gran parte del sentir no del crítico sino de muchos cinéfilos actuales.
Hace unos días, leí un artículo magnífico de Simon Kuper llamado "Por qué me he desencantado del fútbol", publicado en el Financial Times. Llegué a él a través del recomendable twitter del autor y editor Ramón González Férriz. El artículo hace un repaso bastante vivaracho a los conceptos emocionales y sentimentales, también religiosos y mitológicos, con los que la prensa construye un relato más o menos falso sobre dicho deporte, los equipos y sus jugadores.
Cualquiera que lea la prensa o escuche a la muchachada parlotear sobre el fútbol habrá oído la frase de "siente sus colores", y, aunque más infrecuente, tampoco resulta extraño leer en los diarios deportivos grandes palabras sobre el "honor", "la grandeza" o "la amistad" que, aparentemente, se reivindican en el fútbol. Es, por supuesto, de ahí de donde sale el concepto de fidelidad a un equipo no como una situación práctica sino como un ejemplo de pureza emocional y espiritual completamente separada de condiciones materiales.
Es conmovedor ver como esa ficción, obvia y notable, cala y la gente acepta generar un inverosímil sistema moral para emitir sus juiciosas sentencias sobre los jugadores. Así, un jugador que marche de su equipo será un "mercenario". Pero, lo cierto es que todo jugador es una cotización y ninguno de ellos siente nada, nada que sea ajeno a las astronómicas cantidades de dinero que percibe mes a mes. Como los periódicos contribuyen a construir un relato basado en la "humildad" cuando hay multimillionaros, de escasa formación educativa, tocando una pelota es algo que siempre ha escapado a mi entendimiento.
Pero es importante, por varias razones, la principal es porque funciona. Resulta mucho más pegajoso imaginar que esos jugadores técnicamente hábiles en su disciplina creen en algún tipo de honor y no en lo feliz que resulta ganar millones de euros al término del mes, sobre todo si se ganan títulos. "Lo hacemos por la afición" repiten, aunque no suelen publicitarse tanto los lujosos pluses que reciben por sus trofeos, no fuera que la "afición" cuestionara la generosidad recibida. Con ello no quiero decir que el fútbol carezca de talento o no sea entretenido, quiero decir que sus transferencias amorosas son ficciones; es, ante todo, un espectáculo, no un escenario de sentimientos.
Es una mentira confortable: no lo hacen por el dinero, hay algo más que patrimonios espectaculares (ese algo más no explica, graciosamente, porque todos los jugadores se jubilan, sin excepción, en lujosos equipos de oriente medio con sueldos cada vez más disparatados). Pero tiene una razón de ser, claro: la mayor parte de la gente que lo cree nunca ganará esas cantidades de dinero. Nunca tendrá esa posibilidad de éxito, ni esos sueldos, ni ese poder adquistivo. ¿Cómo iban a pensar, pobrecitos, que el dinero es una causa más que razonable y vital por la que luchar? Eso desmontaría una fábula religiosa y nos llevaría a una verdad atea: tener mucho dinero y mucha fama está muy bien (pese a que la moral colectiva decida que no está del todo bien) y es una razón por la cual seguir haciendo regates y aprovechando todos los contratos millonarios, etcétera. La otra verdad, más incómoda, nos hablaría de instituciones bancarias que conceden privilegios y de razonar un poco el sueldo sobre un concepto clásico de economía: un pago sobre lo que se produce. Por eso, pese a que exista una tolerancia al lado oscuro de la fama y no se indigne nadie, siempre se regresa a pensar que hay emociones puras que brotan en el campo, entre sudor y patadas.
Con el paso de los años, el cine ha encontrado no pocas similitudes con la prensa deportiva, como más de un amigo ha tenido bien en señalarme. Así, la nueva cinefilia no confía ya en la tradicional figura del crítico que era quien encarnaba los intereses del espectador y quien ofrecía su inteligencia para discutir la película y se postulaba como interlocutor válido para ofrecer claves interpretativas pero también un relato muy distinto al de los publicistas cuyo fin último es, por si alguien no lo recuerda, vender la película.
Lo que ha sucedido es que se ha postulado como válida la figura del fan y muchos críticos han adoptado, si no en su totalidad, al menos bastantes de sus trucos retóricos. La relación del fan con una película es amorosa, admirativa. Evoca no solamente la película sino el tiempo que la vio y, por lo tanto, asume un contrato (imaginario) con el gran estudio que decide continuar con el legado.
El fan, al contrario que el crítico, no tiene pretensión alguna de analizar su producto en términos más anchos que los del amor. Lejos de analizar la estructura, los personajes, la dirección, las actuaciones o la acción dramática sino que considera la sensación inicial que tuvo al ver el producto como "única y maravillosa" y tiende a aprenderse personajes, subtramas, justificar giros muchas veces absurdos y consumir todo el merchandising relacionado con aquella saga, por tal de entender todos los "matices" de la historia.
Cuando George Lucas decidió continuar su aventura galáctica, después de unos costosos divorcios que habían dejado su fortuna en números bastante más irrelevantes, o Bruce Willis toma la decisión de ser John McClane una vez más, me sorprende quienes hablen en términos sentimentales a la película. Como un novio despechado, dicen "has cambiado" y vienen a constatar "significaste tanto para mí".
Esto supone un triunfo estupendo de la publicidad. No solamente porque se sigue hablando del producto, sino porque no se cuestiona las razones por las cuales se continuó en primera instancia. Que la película fuera mejor o peor está fuera de la órbita y de la razón de ser del cine comercial, que es una estupenda máquina de dinero y se basa en la legitimidad del mercado, no en una subjetividad sentimental de un grupo reducido de usuarios. Películas como 'Fanboys' (2009) o la serie 'The Big Bang Theory' (2007-) ilustran perfectamente la lógica del fan y los mecanismos de su amor, con gags más o menos representativos.
Por eso, cada vez que con honestidad o con cierto sentimentalismo, un crítico o un espectador cree que está dialogando con un grupo de ejecutivos de nómina astronómica, un gran estudio de beneficios insondables que cotizan en bolsa y tres o cuatro responsables técnicos de un producto cuya labor es ganar un sueldo lleno de contratos con beneficios divididos en escalas de porcentajes, me siento francamente conmovido: me pregunto si realmente creen que bajos esas condiciones de producción, distribución y beneficio alguien debe (no ya puede) pensar en las intermitentes, efímeras letanías que se publican en la red. ¿Son acaso representativas del notable éxito que se cosecha? Los constantes exitazos de Harry Pottero los vampiros del último best seller de turno demuestran no que no importa la calidad, sino que se pueden construir franquicias enteras sin que exista un éxito de público tan clamoroso como el de las películas de los setenta y ochenta que dieron lugar a este modelo de producción actual, en el que no hay sombra ya para las películas medias, y que la gente disfruta de las películas sin coartadas nostálgicas de ningún tipo o evocando ese producto original con parecida nostalgia de los tiempos en los que "éramos niños y nada importaba".
Y no es una tragedia que los grandes estudios ignoren opiniones minoritarias al lado del número de espectadores, dado que eso es lo que sucede cuando una población renuncia al papel de la crítica y se conforma con su progresiva y total irrelevancia. La crítica es la única manera que tiene el pueblo de hacer frente a lo que unos intermediarios comerciales e industriales quieren ponerle. Y el tipo de espectador que el fan propone es, por cierto, muy útil para los publicistas y las campañas de prensa, como también que los estudios ni siquiera necesiten ofrecer exclusivas a revistas de cine cuando miles de blogs hacen por ellos una gigantesca campaña de publicidad y los comentaristas creen, ingenuos, que hay algo más importante que el dinero en juego.
No he sido ajeno a esa lógica y durante muchos años, de hecho, he sido partícipe, mediante críticas, análisis o intervenciones. Con el tiempo, curiosamente he descubierto los placeres de cierto cine comercial sin esperar nada inspirado, más bien celebrando las dosis de talento y solvencia cuando aparecían, cada vez de manera más dosificada, en un escenario de grandes producciones tan hiperbólico que, como decía, no se estrenan en salas ni películas pequeñas, ni películas medias, las más despreciadas y devaluadas en el escenario actual y las que solían tener una vida comercial basada en la crítica y con ello, del consiguiente boca-oreja.
Por eso me emociona ver a los comentaristas discutiendo sobre Christopher Nolan, no solamente porque identifico mis errores pasados sino porque deben los entusiastas creer realmente que una megaproducción que acaba de dar un billón de dólares es un asunto sentimental en el que sus responsables están preocupados por la respuesta de la audiencia en otros términos que no sean monetarios. También sorprende, dicho sea de paso, como gustan de imaginar voluntades individuales (Nolan, Lucas) donde hay decisiones de un grupo de productores y ejecutivos: deben pensar que una película que cuesta unos dos cientos millones de dólares pasa por las decisiones de unos cineastas. ¡Pues menuda juerga es Hollywood!
Así que para la próxima, recordad: en esta pensaron en los fans. Un buen eslogan. Sobre todo para el primer fin de semana, allí donde se cosechan los mejores dividendos.
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gabriel_coen
Cansa ya el tópico del productor psicópata que solo piensa el dinero. Sí es verdad que el ingreso en taquilla es la prioridad, al fin y al cabo es su medio de subsistencia, pero estoy convencido de que también existe una motivación artística en el fondo. Si os fijais en la carrera de muchos productores y estudios van alternando productos que tienen retorno asegurado con otros de mayor riesgo. Es muy dificil arriesgar e innovar en una industria tan volatil y econonomicamente inpredecible como la del cine. Está bien reivindicar la calidad pero es repetitiva la figura del crítico en armadura dorada contra el sistema, no existe ninguna conspiración lobotomizadora.
Si alguien habla inglés y le interesa echen un vistazo a esta charla de productores de The Hollywood Reporter. Resultan que son seres humanos con ilusiones que hacen su trabajo lo mejor que pueden...
http://www.youtube.com/watch?v=LSRyqxHkmAw&list=PLhKcXp78wsatu8z1_VIJ9ML2ViokXrVQV
adrigl
Es cierto que a veces los espectadores podemos pecar de ingenuos, pero creo que a nadie se le escapa que el cine es un negocio. No obstante, desligar por completo las voluntades creativas de los autores (Nolan, Lucas) de sus obras me parece excesivo: hablamos de mercenarios cuando son personas que no tienen una voz propia y que se amoldan a las exigencias de los estudios. Creo que tanto Lucas (antes de pasar a vivir de réditos galácticos, ej. American Graffiti) como Nolan han demostrado tener una historia que contar. Tim Burton, por ejemplo, suele tener mucho éxito en taquilla y era una voz original - probablemente filtrada por capas y capas de ejecutivos, pero original en todo caso. Tu teoría me parece que falla en su cinismo, en asumir que en Hollywood a nadie le importa el cine, cuando hay productoras (Annapurna, por ejemplo) dedicadas a producir films que tendrían un difícil estreno comercial de otro modo. Si a eso añadimos nuevas plataformas, como Kickstarter, que ayudan a que cineastas noveles - y experimentados - saquen adelante sus películas (se me ocurren ahora mismo dos proyectos financiados de este modo: Anomalisa y Beyond Clueless), creo que hay motivos para ser optimistas.
apocalexys
No quiero desviar la atención del tema principal del artículo, con el que estoy bastante de acuerdo en general, pero Pablo tengo que decirte que antes de escribir sobre fútbol te mires un par de cositas antes de ponerte a afirmar semejantes cosas, bajo tu negra visión de este mundillo.
"... todos los jugadores se jubilan, sin excepción, en lujosos equipos de oriente medio..." Todos sin excepción. Los suplentes del Barça, los titulares del Betis, los de 2ª división y los juveniles. Y así en todas las ligas. Todos. No había leído semejante disparate en el blog desde la última crítica que leí sobre El Caballero Oscuro. Si todos sin excepción se fueran... ¡no habría sitio en la plantilla de ningún equipo de ninguna liga de oriente medio para jugadores de aquellos países! Qué burrada, sólo lo hacen un puñado de jugadores cada año...
Recordarte además que los jugadores que cobran esas millonadas por darle "patadas a un balón", como suelen decir los que odian el fútbol, son la ABSOLUTA MINORÍA. Ni un 0,1%, me atrevería a decir. Millones de personas en el mundo se dedican profesionalmente al fútbol (todas las personas que conforman cada club de cada división de cada liga de cada país del mundo), y tienen que compaginarlo con otros trabajos porque no pueden vivir con lo que ganan en este deporte. Y no te estoy hablando de 3ª división húngara, te estoy hablando de clubes de 2ª e incluso 1ª división española, la denominada "mejor liga del mundo", cuyos jugadores tienen que encerrarse durante semanas en los vestuarios a modo de protesta o negarse a jugar porque NO COBRAN su sueldo. No es que no ganen millones, es que no ganan nada, y tienen un contrato con el club en el juegan -la empresa en la que trabajan-. Viven el mismo drama que el resto de mortales en estos tiempos que corren.
Y por cierto, está más que demostrado que hay algunos jugadores (los menos, claro que sí) que realmente juegan por su equipo, por la afición, no por el dinero. Te lo digo, en primer lugar, porque he tenido la suerte de conocer personalmente a un jugador de primera división (no es de élite mundial, vaya, pero al menos juega en la élite del fútbol) y te aseguro que es una persona como tú y como yo al que le cuesta mantener a su familia con lo que gana cada mes, y que a pesar de eso cuando su club le revisa contrato, él antepone quedarse en su ciudad para estar cerca de los suyos y hacer feliz a su gente antes que irse a otro sitio donde está pretendido y ganar más dinero. Y en cada revisión de contrato, desde hace cinco años, le bajan el sueldo más y más, como al resto de mortales con esto de la crisis. Y en segundo lugar te lo digo porque incluso se han dado casos en los que jugadores, como el gran Joseba Etxeberría en el Athletic de Bilbao, juegan para su club por puro amor a su equipo y a su afición, y para demostrarlo... qué mejor que renunciar al sueldo, y jugar por el fútbol, por ayudar al equipo del que realmente sientes los colores y por el que trabajas sin esperar nada a cambio durante todo un año de tu vida:
http://blogdeporte.es/etxeberria-jugara-gratis/
Perdón por el tocho que me ha salido, no era esa mi intención...
Mikel
Puede que el fan no tenga pretensión de analizar (discutible, que anda que no hay discusiones sobre temas aparentemente estúpidos de según qué cintas/series/novelas), pero también es el que odiará con mayor fuerza el ver cómo destrozan una de las cosas que venera con ceguera, y eso es lo que estoy convencido que les pasará a muchos con 'La jungla: Un buen día para morir', que una cosa es disfrutar del cine comercial pese a sus limitaciones y otra aceptar cualquier cosa :)
PD: Yo soy FAN de John McClane, pero no de lo que ahora lleva su nombre.
Guybrushh
Pienso que Nolan y Lucas, como muchos otros se toman muy enserio lo que hacen y no lo hacen por el dinero, estoy seguro que si Nolan no le gusta lo que hizo no lo saca a la pantalla. No sucede asi con otras tantas peliculas malas como por dar un ejemplo la 2, 3 y 4 de rapido y furioso. En la quinta mejoro un poco, pero claro tiene luz verde la saga porque es super rentable
portalpa
Y en el penúltimo párrafo apareció Christopher Nolan, el dios del hype.
Interesante artículo, Pablo.
Violence Noir
Lo que más gracia me ha hecho es lo de "el crítico presta su inteligencia". Cachondísimo.
j.l.l.deznan
Felicidades por tu artículo que está muy bien escrito, de lo mejorcito que he leído en el mes que llevo aquí.
Eso no quita que esté en desacuerdo con muchas cosas.
Como muy bien ha dicho Apocalepsys, hay que saber más de algunos temas para hacer afirmaciones rotundas. La gente a la que no le gusta el futbol le suele pegar duro con el asunto de los millones que cobran por "dar patadas a un balón" o incluso comentas el nivel educativo de los futbolistas (esto me hace gracia....ya me dices cuantos cantantes de reconocido éxito mundial tienen carrera universitaria). Aquí se le pega duro al futbol porque es lo que vemos diariamente que mueve a masas hasta un punto de fanatismo que resulta ilógico, y lo fácil es ir al asunto del dinero que cobran. Esto no es cosa sólo del futbol, miren los sueldos de los jugadores de la NBA, liga de futbol americano, fórmula 1, profesionales del golf.....El asunto está en que el hecho de que algunos jugadores ganen esas fortunas SÍ es un negocio, del mismo modo que lo es el que algunos actores ganen muchísimo más. Eso no quiere decir que los profesionales del futbol o de la interpretación no hagan su trabajo por amor, sentimiento o devoción a su trabajo, siendo la mayor parte de las veces insuficiente la cantidad de dinero que ganan (jugadores de 2ª o actores de teatro de obras locales por poner un ejemplo). Los que hacen un negocio del futbol, el cine, la música y muchas otras ramas son los productores, representantes, presidentes y empresarios (que al fin y al cabo es lo que son) que mueven esto como lo que es para ellos, un negocio, porque ese es su trabajo. Luego están los jugadores, entrenadores, actores, directores, que yo considero que sí aman en su mayor parte su trabajo, que sí tienen ese sentimiento por un quipo, por unos fans, por un personaje, y por ello se sacrifican e intentan hacerlo bien, porque de ello depende su futuro y porque viven para hacer eso y para hacerlo bien. Y no es sólo el dinero lo que los mueve. Lógicamente les gusta ganar dinero, cuanto más mejor, no son tontos (a pesar de no tener ese nivel educativo que reclamas). Sin embargo a pesar de ser muchos actores, futbolistas y cantantes inmensamente ricos, deciden seguir trabajando cada día, y sacrificarse estando temporadas largas fuera de casa o trabajando el día después de que nazca su hijo. (Desde luego es un sacrificio que cualquiera de nosotros estaría dispuesto a hacer, pero si no amas eso que haces quizás con 100 millones de euros en la cuenta te dedicarías a vivir la vida padre y se acabó el trabajar.)
Son los empresarios que hacen de esto un negocio los que si un jugador vende camisetas, hace anuncios y llena estadios (genera más dinero del invertido y produce beneficios) le va a pagar más aún aunque ya cobre esa burrada por dar "patadas al balón" y es ese empresario el que si hacer una enésima secuela de una película le va a generar más ingresos de lo invertido (beneficios) la va a hacer independientemente de los sentimientos de los fans que le trae sin cuidado. Por tanto, es cierto que a veces el actor decepcione aceptando un papel sólo por el aparente hecho de que le vaya a aportar beneficios, porque no parece haber algún otro. Pero sólo a veces. La mayoría de las veces el motivo de querer hacer bien su trabajo no es el dinero, es el amor a su profesión, el mismo que tenían cuando eran juveniles y cadetes o cuando actuaban como extras en una serie de tres al cuarto o en un anuncio (el mismo que tenían cuando apenas había dinero de por medio y aún así seguían para adelante). Si esto es un negocio no es por Nolan, Willis o Messi, es por los señores que ponen el dinero para generar más dinero (que al fin y al cabo son los que mandan). Pero si únicamente fuera un negocio como se dice estaríamos hablando de esto en eleconomista.es y no en blogdecine.com.
kiwi.
Todo dios sabe que el cine es negocio, lo que toca los huevos es que, a veces, solo sea negocio.
jaumet2001
Si haces un resumen del artículo me lo voy a leer, sino no.
vetolich
Mas allá de estar de acuerdo o no (no sé lo suficiente del tema de las producciones como para tener una opinión formada), me parece un tema interesante.
Yo, personalmente, estoy entre los cínicos que cree que en la mayoría de las grandes superproducciones, gobierna el dinero por sobre el arte, casi dejándolo anulado, siendo excepciones en el caso de directores ya formados y con la autoridad o inteligencia para colar algo de arte en sus películas.
Si bien tengo algunas películas por las que siento cariño, no me molesta la aparición de remakes o secuelas de baja calidad, ya que creo que no modifican en nada a la original, que queda como tal, y podemos disfrutarla como es. Por ejemplo, me encanta ''Jurassic Park'', y tengo cierto aprecio por su secuela pero, al hablar de la tercera parte, vienen a la mente muchas palabras que no voy a escribir por respeto al lector. Sin embargo, todo eso no modifica en nada mi cariño por la original.
Con respecto a la nueva entrega de ''Die Hard'', es una lástima, pero se veía venir en los trailers.
agege
Yo a esto lo veo un debate estéril; el espectador medio va al cine a pasar el rato, desconectar y pegarse el lote, y si la película en cuestión entretiene y se ve lujosa por así decirlo, mejor que mejor. La porción que va a ver algo que le haga pensar es mucho menor y, obviamente, es con eso con lo que juegan los tiburones de Hollywood habitualmente.
posfale
El mejor artículo que he leído en el blog en mucho tiempo. Enhorabuena Pablo. Ahora voy a leer los comentarios que espero estén a la altura, y estoy seguro que lo estarán.
osky
He leido el post,y creo que da para seguir con el tema,porque es largo y profundo,aunque si,en cada cinefilo y critico de cine,puede tener diferentes miradas.
con lo de DIE HARD,la culpa no solo es de los productores,o el director y guionista.a bruce willis,antes de de firmar el contrato,le dieron el guion para que lea antes-como a todos los actores-y si,le ha gustado la historia,estampa la firma.parte de la responsabilidad,tambien es de el.
yo creo que los productores,como asi tambien,los grandes estudios de hollywood,su intencion primordial es hacer dinero,y me parece bien,por algo tambien es un negocio.y se lo entiende.pues quien de nosotros,si ponemos un negocio,quiere que fracase.
lo que creo que falla,es hacer un producto comercial,pero con decencia,en lo que refiere,al guion y direccion,principalmente,en el guion.
y es ahi,donde deberian mejorar.hacer una peli comarcial,pero que tenga consistencia en la historia.
JURASSIC PARK Y TERMINATOR 2,son dos claros ejemplos de cine comarcial,pero con historias,y actuaciones bien contadas,y y ni que decir en la direccion.
tambien creo que el publico ha cambiado un poco,la generacion de hoy,ven LA SAGA AMANECER,y a muchos le parecen la gran cosa.
los jovenes de hoy,no se fijan,como nosotros,si estan bien filmada,actuada,solo que los entretengan,y listo.y eso influye.
por algo,sigue,con WARN BODIE,O LA INMINENTE THE HOST,son claros ejemplo.
aun asi,hay esperanza,y creo que habra cine comarcial,de buena calidad,poco,pero los habra
Usuario desactivado
El cine es emoción. Si no te transmite entonces lo olvidas al momento, lo cual se traduce en beneficio exclusivamente a corto plazo, lo cual es una mediocre estrategia. ¿Existiría hoy una jungla 5 de otro modo? Están destruyendo sus activos y parece que no se dan cuenta.
Toto y Alfredo
Recuerdo hablando con un fan de Harry Potter cuando le pregunté como es que seguía viendo sus películas. El me contestó, algo así como, que con el paso del tiempo, desde su infancia, la saga se había convertido en algo más que una película normal, sino en parte de su evolución y madurez. Por eso volvía al cine recordando viejos tiempos sin importarle absolutamente nada de la película en sí. Yo, bastante horrorizado, tras ver la última entrega, observé como en el cine todos esos fans (curiosamente de una edad relativamente parecida) se reían y regocijaban en momentos dramáticos, dentro de lo ofrecía el producto, sin ningún tipo de análisis de la cinta.Pero ellos eran tremendamente conscientes de que eso era lo que buscaban, no les interesa el cine sino la nostalgia mal entendida. Y ahí estoy contigo Múñoz respetco a la elusión de concienca crítica y la ignorancia al crítico en sí. Quizás, con el auge de internet la gente ya no necesita un periódico para saber cómo es una película ya que en la propia red tiene innumerables opiniones y normalmente se oponen en entre sí, pudiendo elegir la que más se acomode a su gusto (por muy absurdo que parezca). Los productores conscientes de la gallina de los huevos de oro no dudan en ofrecer a este, ahora mayoritario, público lo que quieren consiguiendo rentas astronómicas, y no se les puede culpar, si alguien ha propiciado esta situación somos nosotros los espectadores o como tu dices "pueblo". Y suscribo lo indignante de la situación y cómo probablemente ha afectado a diversas producciones más interesantes. Pero he de decir que todavía quedan cintas minúsculas de autores consagrados o de sangre nueva que no duda en utilizar dichos nuevos medios (o los tradicionales) para sacar adelante su obra. Sus recaudaciones no serán comparables pero hombre, ese es el cine en el que yo creo. El cine donde el artista se antepone al mecenas. El cine que artísticamente es pleno sin condicionales. Lo demás me vale como entretenimiento pero poco más... Y aquí se puede abrir un diálogo interminable intentando establecer la línea que separa una y otra, llegando en el extremo más negativo a lo que ilustras en tu artículo.