Desde hace unos años, no es rara la conversación informal en la que no se oye una expresión tan pegajosa como "el público ha decidido". Suelen ser discusiones sobre cosas que nos gustaría que ocuparan un lugar mejor en la cultura, sean películas, libros o discos, y hay quien siempre afirma "esto a la gente no le gusta".
¡Cuanto envidio sus certezas! El discurso encontrará desviaciones o, al menos, una suerte de caminos habituales por los cuales se irán colando afirmaciones no menos contundentes. "La gente puede ir a ver [inserte aquí el nombre de un film más dificultoso y minoritario] pero escoge ir a ver [inserte aquí el nombre de una franquicia comercial que cumpla el consenso de ser odiada]". Por supuesto, nos sentimos maravillosamente bien diciendo esto.
¿Por qué razón asumimos como certera y obvia la hipótesis de que, aún en condiciones más ventajosas que hace siglos, la cultura goza de toda la promoción, el prestigio y las garantías de modo que cualquier persona, sin importar cuales sean sus orígenes, circunstancias personales, sensibilidades o educación, es más o menos libre en la toma de decisiones de lo que consume o degusta?
Resulta complicado, y también algo imprudente, tratar de delimitar una respuesta al afán de contundencia, pero hay algo inquietante - y de un pesimismo tremendo - en quien prefiere creer que es la falta de inteligencia y no otras cosas la que determina el éxito o el fracaso de un producto, sea para defender un cine más comercial o para hacerlo, en cambio, con el que cuenta con públicos reducidos.
Yo creo que, pese a todo, los públicos no consumen lo que quiere, sino lo que está disponible y en el concepto de disponible entra el factor masivamente disponible. Pese a que grandes anuncios hayan insistido en la (rentable) idea de la diferencia, no me cabe ninguna duda de que en según qué entornos escoge uno la cultura guiado por una voluntad social y comunitaria y por esa razón es muy difícil encontrar en según qué lares cómplices amantes de las películas más desafiantes de ciertas cinematografías.
Pero no es solamente esa la razón. Los medios de comunicación pueden crear discursos y normalizar nombres y poco han hecho, seguramente condicionados por intereses y presiones bien distintas, para sacar de las convenciones y del cliche a ciertos cineastas. Si bien es cierto que nada es más distinto que una película de Abbas Kiarostami, otra de Akira Kurosawa o una de Aleksandr Sokurov se apoya la idea de que el cine no mayoritario tiene una serie de características, incluso se inventan palabras que catalizan el deseo antiintelectual de reducir todo cuanto es vasto y cargado de matices.

Pero ese deseo no nace solamente como reacción a un cine con exigencias intelectuales más elevadas. Hace años, se hablaba del cine más psicotrónico para describir un tipo de producción y estética ajena a una corrección académica y, con el tiempo, la palabra friki fue ganando popularidad al tiempo que perdía significado. Lo mismo pasaba con gafapasta, claro está, hace ya cinco años.
Dicha moda me parece uno de los usos más perversos y necios que se hacen del lenguaje. En teoría, inventamos palabras, palabras nuevas, para describir lo que no podemos entender y dar un campo semántico con el que mejorar nuestra comprensión o sabiduría. Pero estas palabras nuevas y coloquiales reflejan, como tantas otras antes con parecidas y cicateras características, el deseo de no entender, de simplificar, de humillar y de insultar.
No son, desde luego, buenos tiempos para el lenguaje, pero colaboran estas palabras en la necesaria idea - para quienes mandan, para quienes deciden y transmiten los discursos mayoritarios - de que el público es siempre más inteligente y más soberano y de que defienden su voluntad, por supuesto, lucrativa.
Tal perspectiva es, lo admito, bien pesimista. Así que voy a proponer yo mi solución al asunto, modesta y bien pequeñita. Basta ya de hablar del público. Nada más variado que la gente, nada más complejo, nada más distinto. Hablemos no de un público, singular y uniforme, sino de los públicos, diversos y variados y llenos de imaginación.
Tal vez así, aunque sea un poco, aprenderemos a pensar de un modo más plural, menos restrictivo. También en el cine.
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eluyeni
No sé, si ha tardado usted tanto en concluir que "el público" es un "conjunto de las personas que participan de unas mismas aficiones o con preferencia concurren a determinado lugar" para distinguirlo de lo "notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos" (ambas acepciones ya claritas en el diccionario)... Todo esto aliñado con no sé exactamente qué reflexiones en torno a la semántica, los medios, el arte y el negocio... Pues nada, bienvenido sea, nunca es tarde si la dicha es buena.
Ahora, si la pretensión de esta entrada es una especie de "despertad, público borrego, que os engañan" entonces, ¡cuánto envidio su certeza sobre lo que es cine "con exigencias intelectuales"!
Salu2 ;)
lannister234
Pues sintiéndolo en el alma, yo soy de la opinión de que el público mayoritario tiene un gusto pésimo, por no decir que carece completamente de él. y No sólo hablo de cine, sino también de música, televisión, literatura.....etc,etc. No alcanzo a comprender que excrementos tales como la Saga Crepúsculo, Fast and the Furious (por poner sólo 2 ejemplos entre miles) consiguen acaparar 1000 veces más atención que (por poner otros 2 ejemplos entre miles) El Topo o sin ser demasiádo snob, Looper. Objetivamente hablando hay cine bueno y malo, música buena y mala, libros buenos y malos independientemente de los gustos y criterios individuales de cada uno y el concepto políticamente correcto de que "para gustos colores", no me vale en absoluto. He de decir que soy muy capaz de disfrutar de lo peor del cine comercial (Michael Bay por ejemplo)y de aburrirme como una ostra reventá viendo grandes obras maestras (Cualquiera de Ingmar Bergman). L diferencia radica en que sé distinguir lo que es mierda pura y lo que no lo es aunque prefiera tragarme 3 buenas raciones de mierda a una de caviar y viceversa. Lo realmente inquietante del asunto es la facilidad y alegría con que la mierda es tragada masivamente por el público y este la eleva a la categoría de obras maestras o lo que es lo mismo la consideran cultura (escalofríos me entran). Trabajé durante años en un videoclub y aún no sé que milagro dívino ha impedido que no esté en la cárcel cumpliendo cadena perpetua debido a la ira homicida que he sentido muchas veces ante cientos de clientes.
Cito textualemnte uan conversación entre 2 ultragarrulos de la meseta que vinieron a alquilar una película:
- Killo mira "de fas an de furiu".
- " Ezo e un peliculón compadre, er carvo eze que zale pega puñetazos poderozo y ademá zalen coshe to guapos".
- " Mira kanijo......Tiburón".
- "Killoooo no te arquile ezo, ¿no vé que una pinicula de eza antiguas?".
Ejemplos como esos en el tiempo que estuve allí trabajando.....cientos. Podría escribir un libro con ellos.
Lo mismo se aplica al gafapastismo o al snobismo que sólo pretende hacer alarde de un disco que escucharon, un libro que leyeron o una película que vieron y que casi nadie conoce no con el fin de disfrutar de los valores artísticos de dichos descubrimientos, sino con el único propósito de dárselas de intelectuales y culturetas a fín de compensar de alguna manera el sufrifimiento que cargan como consecuencia del pequeño tamaño de sus penes. Estos también hacen que me hierva la sangre.
Si uno escucha Rock, Jazz, Música clásica, o cualquier tipo de música que no sea Reaggeton o Mlendi, eres raro y además te lo dicen a la cara.
Si uno prefiere leer Dracula de Bram a Stoker a la Saga Crepusculo o al Grey de los cojones eres un anticuado.
Si prefieres leer una revista de cine a una de coches,o al Marca o a la Superpop, te miran con mirada bovina como si fueras de otro planeta, cuando el que realmente es un marciano es el otro individuo/a.
Enfín, así estan las cosas hoy día y la verdad es que es una verdadera lástima. El público demanda basura y basura es lo que recibe en detrimento de otras cosas mucho más interesantes que cada vez son más escasas y minoritarias eliminándose así poco a poco las opciones de poder elegir entre la mierda y el caviar......¡Ganando la mierda por goleada!. Una pena, de verdad que sí.
vetolich
¿Osea que el problema es semántico solamente?
Podemos hablar de ''público'' o ''públicos'', pero no creo que eso cambie mucho lo que pretende decir una persona, ya sea que se refiera a ellos como ''el populacho'', aunque diga ''populachos''.
Igual se entiende perfectamente lo que se plantea, una opinión ''hipster'' es tan limitada como el que solo acepta lo masivo, temor a ser normal vs. el temor a ser ''raro''.
filmman
El público intelectual a nivel plural o general a descendido en cine. Tuvo un pico máximo en los 80 y desde entonces desciende. Se atribuye a dos factores, el de que los medios de comunicación han aumentado y profundizado muchísimo en la sociedad, y el de que el número de matrículas en las facultades aumentó. Por ello hay ahora mucha menos gente que busca en el cine un discurso intelectual, se puede encontrar en otras áreas.
filmman
Hablando de públicos y en off topic, ¿Pablo, estuviste en el A´D de Barcelona?
SAC
Me da que quien ha escrito esto es un friki gafapasta ;)
A lo que ibamos, evidentemente quien consume, publico, no crea, productor ("artista"), por lo tanto solo puede consumir lo creado, y esa oferta no es infinita, pero si que con internet crece exponencialmente, por lo tanto aunque el tema de promoción de unas y otras influye, y muchisimo, la situacion ha ido mejorando y mejorara
Usuario desactivado
En mi opinión: personas y gustos hay de todos los colores. Que cada palo aguante su vela, cada producto hay que saber cómo, dónde, a quién y por cuánto venderlo. No hay más.
lannister234
Segnorita 2: Eso de que para gustos colores.....bufff. El No cambié, no cambié, no cambié de la artista anteriormente conocida como Tamara puede ser néctar y ambrosía para sus oídos o para los de cualquiera, pero eso no altera el hecho de que objetivamente sea una puta mierda pinchá en un mandoble toledano....ano....ano.
biotoxicwaste
Lo reconozco soy un ultragarrulo me gusta la saga Fast and the Furious
pero si me pagais el cine ire a ver la pelicula que vosotros considereis una obra maestra mientras tanto ire a ver la mierda que mas me guste
alex.slevin.86
Lo siento, pero yo he oído a gente decir que se pierden con Cloud Atlas y he visto a amantes del cine de tiros y explosiones poner cara de poker al ver una cinta de Park Chan Wook.