Fallecido el año pasado, Robert Wise era uno de esos directores todoterreno que lo mismo filmaba un western, como un drama, como un musical, como una de suspense, como una bélica o una de terror. Personalmente me quedaría con clásicos incontestables como 'West Side Story', 'Marcado por el Odio', 'La Casa Encantada' o 'Ultimátum a la Tierra'. Por cierto, a ver cuando editan la segunda de ellas en dvd. Con 'La Casa de la Colina', realizada en 1951, realiza un doble experimento al mezclar el drama con el suspense, recordando en ciertos momentos al maestro Hitchcock.
Victoria es una mujer que sobrevive a un campo de concentración Nazi, en el que su mejor amiga murió. Tomando la identidad de ésta. viajará a San Francisco donde le espera su "hijo" pequeño al que hace 6 años que no ve. Allí se encontrará con el tutor y la tía del mismo. Con un nueva vida en una lujosa casa, empezará a tener terribles sospechas en el ambiente que le rodea.
Lo que primero empieza como un melodrama, con convincentes escenas en el campo de concentración, da un giro radical para convertirse en un ejercicio de suspense al más puro estilo tradicional y clásico: casa enorme con un montón de sitios donde esconderse, niño inocente, personajes siniestros o misteriosos, y una extrarodinaria fotografía en blanco y negro que resalta todos esos aspectos. Wise dirige con eficacia, aunque a veces no puede evitar resultar un poco plano, ya que la historia, por momentos parece estancarse si avanzar a ningún lado.
El mayor problema, a mi parecer, reside en la mayoría de los actores, los cuales no están a la altura de la película y no realizan trabajos convincentes, careciendo de fuerza. Richard Basehart compone el personaje masculino más complejo, jugando con el espectador en cierto modo, pero no resulta nada creíble, quizá porque el papel le queda grande. A Fay Baker le ocurre prácticamente lo mismo, aunque quizá quede un poco mejor parada, debido a un par de escenas en las que se enfrenta con la protagonista principal. Y William Lundigan que hace de chico de la película, pero compone un personaje un tanto blandengue y pegado con pegamento a la trama como si se tratara de un pegote que hay que poner por narices.
Sólo el trabajo de Valentina Cortesa merece especial mención, ya que la actriz está estupenda, muy por ecnima de sus compañeros de reparto. Trasmite perfectamente el dolor de una refugiada, y luego las dudas y el miedo de un personaje que no sabe lo que tiene a su alrededor pero lo sospecha. La actriz italiana está esplendorosa, con esa típica belleza que caracteriza a las italianas, y a pesar de que intervino en algunos títulos americanos, es una pena que no se prodigara más en este tipo de papeles. En nuestro país podemos recordarla por su papel en 'Calabuch' de Berlanga.
Un film correcto, disfrutable en cualquier caso, que tal vez no esté entre las grandes obras de Wise, pero desde luego es representante de una época maravillosa en el Séptimo Arte. Vista hoy tal vez quede un poco vieja, salvando quizá esas escenas estupendas de suspense, las cuales no han perdido ni un ápice de su fuerza, pero que quedan un poco descolgadas del conjunto. Aún así, recomendable para pasar una tarde, o noche (mejor) muy entretenida. Creo que próximamente será editada por Fox en la colección 'Foxclassics', de la cual en los Usa nos llevan una ventaja de diez siglos más o menos.