Hoy en El Pais Semanal, Maruja Torres, que es una excelente cinéfila, aporta un muy interesante punto de vista al universo de las precuelas, y al posible filón para los grandes estudios que va a suponer contar todo lo que podría haber pasado antes de las grandes películas de la historia del cine. Así, según Maruja Torres, la precuela de La guerra de las galaxias lo que hace es poner en evidencia el grandísimo talento de Francis Ford Coppola. Ella lo justifica de la siguiente manera:
"El señor Coppola tuvo el inmenso talento de incluir la precuela de El padrino nada menos que en El Padrino II, (...) recogiendo la historia de la salida de Vito Corleone de Sicilia, su llegada a Estados Unidos y su ascenso a la categoría de padrino, enlace con la continuación de la saga familiar. Es decir, que Coppola, con semejante lección magistral, (...) se libró para siempre de la posibilidad de que alguien (incluido el mismo) rodara una trilogía para teenagers sobre los antecedentes del clan Corleone. Imaginen tres entregas plagadas de delincuentes juveniles con acné persiguiendo a la niña de turno entre pizzas de descongelado rápido."
Maruja da en el clavo, porque ante la pobreza de ideas de los grandes estudios para hacer películas, los productores pueden estar tentados de cometer semejante locura, recuperando viejos clásicos que daban la suficiente información como para dar pie a una precuela. En su artículo, Maruja Torres apunta la posibilidad de Casablanca. Porque en la película se intuye que algo pasó en París y se nos insinúa como Rick llego a la ciudad... y pensándolo fríamente me hecho a temblar como algún avispado productor se le ocurra hacer una precuela de la película. Además, siguiendo con la idea de explotar el filón de los grandes éxitos, llega a España El Padrino. El regreso, la segunda parte de la novela escrita por Mario Puzo, y que dio pie a la película de Coppola.
Sin embargo, tengo la sensación que la verdadera autoría pertenece a Coppola, y que El padrino se ha convertido en lo que es hoy en día gracias a su poder creativo y su capacidad de condensar toda la historia de los Corleone en 20 horas de cine con mayúsculas. Incluso, conviene recordar que hizo el Padrino III obligado por sus necesidades económicas, ya que para él la historia terminaba como acaba el Padrino II, con la mirada perdida de un Michael Corleone convertido en aquello que nunca quería ser.
Así que ojo a las precuelas porque lo mismo Lucas ha sentado un precedente del que nos podemos arrepentir en el futuro. Y a modo de ejemplo tenemos la mismísima nueva película de Batman.
En Blogdecine | Batman -1. A empezar de nuevo