Una de las claves del triunfo de la cultura pop es hacernos creer que los famosos podrían ser nuestros amigos. Es más: que, en el fondo, son personas cuyo éxito depende de nosotros y que nos están tan agradecidos como nosotros les estamos a ellos. La realidad es muy distinta, claro: los famosos, por campechanos que sean, suelen vivir en un mundo alternativo donde no se plantean coger el metro, no pueden salir a la calle y, además, sus desgracias aparecen en la portada de los periódicos. ¿Cómo si no hubiéramos sabido que Superman había caído?
Superdolor
Puede que las estrellas vivan el amor de manera totalmente distinta a nosotros, y que no sientan jamás lo mismo que el público llano, pero en algo estamos unidos: en el dolor. Todos sabemos lo que es perder a alguien, un "ya no te quiero", un funeral. Y, quizá por eso, todos nos estremecimos cuando, el 27 de mayo de 1995, Christopher Reeve quedó parapléjico tras caerse de un caballo. Superman estaba en un hospital pidiéndole a su mujer que le dejara ir, y el público, fuera, en un tiempo mucho más sencillo y casi carente de la necesidad de carnaza constante de las redes sociales, esperaba buenas noticias como si se tratara de un familiar suyo.
Ahora, 'Super/Man: la historia de Christopher Reeve' repasa quién era el actor, desde sus inicios en el teatro -mucho antes de que nadie le considerara un hombre de acero- hasta su agrio final. Y lo hace con un montaje que avanza en ambas direcciones paralelas: la vida antes y después del accidente, como una bisagra que redefinió su vida, pero no lo que significaba. Si Superman simbolizaba la esperanza de todo el planeta, Christopher Reeve era la esperanza de millones de personas que, como él, algún día querían volver a caminar.
Por supuesto, y esto ya lo imaginaréis, es buena idea llevarse pañuelos a la proyección del documental, porque vais a acabar siendo un charco de lágrimas en un momento u otro. Pero la película dirigida por Ian Bonhôte y Peter Ettedgui no ignora, de manera muy inteligente, las aristas de la persona tras la capa, mostrando sus imperfecciones y los debates que su figura pública y activista causó no solo en la sociedad, sino entre muchos de los propios parapléjicos, que a esas alturas de la vida no querían tener falsas esperanzas y habían aceptado su condición. En lugar de ser un documento plenamente laudatorio y acrítico, 'Super/Man' decide alejarse ligeramente del camino esperado para mostrar que no todo fue miel sobre hojuelas.
Creerá que un hombre puede andar
En esta historia cobra una importancia inusitada (y muy agradecida) Robin Williams, que se consideraba el hermano de Reeve y cuyas apariciones van perlando el documental de momentos de humor y emotividad, sirviendo como homenaje póstumo adicional a una de las estrellas más añoradas que ha pisado Hollywood. Suya es la culpa de que el actor volviera a reír (cuando se hizo pasar por un proctólogo ruso mientras él estaba aún postrado en la cama) y, con el tiempo, fue la persona que le unía a la vida real fuera de sillas, respiradores y problemas médicos.
'Super/Man' no cae en el error de la mayoría de documentales sobre vidas célebres, que suelen encallarse en un momento u otro. Aquí, la proliferación de materiales, desde las cintas privadas de la familia hasta las películas en las que Reeve apareció antes y después del accidente, ayudan a mantener un tono consistente que nunca jamás llega a sentirse repetitivo: siempre hay algo más que contar, una pequeña anécdota, una frase que lo cambió todo, una apreciación, una pequeña esperanza.
Cierto es que, aunque quiera tocar todos los palos de la vida de Reeve, a veces pasa por algunos hechos de puntillas, como su situación de padre ausente o su vida como mujeriego, que apenas se quedan en un par de pinceladas para no dañar el retrato general. Sin embargo, a veces sí da la impresión de que podría haber sido más incisivo, como si las aristas que muestra fueran solo maquillaje para no ofrecer el retrato de un hombre perfecto, un padre de familia impoluto cuyo destino se dobló.
Pero, también es verdad, puede ser una apreciación un tanto picajosa: 'Super/Man' es una historia digna de ser contada, que contiene documentos inéditos, historias lacrimógenas, nostalgia a raudales, un vistazo al futuro que Reeve modeló, momentos únicos y una trama que, pese a que sepamos el final, da, incluso, pábulo a la esperanza. A veces sube de manera excesiva el nivel de lo sentimental y acaba forzando la lágrimilla, pero en el fondo, ¿cómo no llorar cuando un héroe ha caído?
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