En toda lista de Obras Maestras que se precie, 'Cantando bajo la lluvia' ('Singin' in the rain', 1952) dirigida mano a mano por los genios Stanley Donen y Gene Kelly, debería estar en las posiciones más altas. Y como no podía ser de otra manera, una de las películas más míticas del Hollywood dorado también forma parte de las Obras Maestras según Blogdecine.
Y ahora hablando sólo por mí, me atrevo a decir que 'Cantando bajo la lluvia' es la película que más veces he visto. Aunque no recuerdo exactamente la primera vez que la vi, sé que debía ser muy pequeña y que desde entonces el VHS donde la teníamos grabada en casa, las reposiciones en televisión y más tarde en DVD, siempre fueron mis mejores aliados.
Mi profesor de Historia del Cine decía que una gran película —o al menos, una gran película para cada uno— es aquélla que puedes ver una y otra vez sin aburrirte ni una sola vez. Pues bien, la música, el cine dentro del cine, el claqué en tecnicolor, la irresistible sonrisa de Gene Kelly, la adorabilidad de Debbie Reynolds y el divertido Donald O'Connor nunca me cansan. Y os quiero contar por qué.
El cine dentro del cine
En los gloriosos años del cine mudo, la gran estrella Don Lockwood cree que lo tiene todo: fama, fortuna y éxito, a pesar de tener que llevar a cargas a su partenaire Lina Lamont, estrella irritante e insoportable. Pronto conocerá a la aspirante actriz Kathy Selden y se enamorará de ella al mismo tiempo que nace el cine sonoro. Don quiere entonces, rodar musicales con Kathy, pero se interpone la popular Lina Lamont y su estridente voz, a la que pronto le pondrán solución.
'Cantando bajo la lluvia' habla de cine, sí. Más concretamente de ese periodo crítico que supuso el paso del cine mudo al sonoro y los problemas que tuvieron que afrontar los profesionales del cine para poder adaptarse, especialmente, los actores. Una etapa de la historia del cine que muchos años más tarde volvería a tratar el francés Michel Hazanavicius en 'The Artist' (id, 2011), que le daría fama internacional y a llevarse algún que otro Oscar.
La cinta protagonizada por el oscarizado Jean Dujardin tenía su encanto, pero la mítica película que Donen y Kelly rodaron al alimón es simplemente insuperable. La magia que desprende cada uno de sus fotogramas es la misma que aflora en nuestra imaginación al verla y al hacernos creer que la magia del cine existe y en la que todo es posible.
'Cantando bajo la lluvia', escrita por Betty Comden —una mujer guionista en aquella época era digna de admiración— y Adolph Green, cuenta con mucho humor esa transición que cambiaría el modo de ver películas para siempre. Y lo hace con mucha autocrítica, parodiando y poniendo en rídiculo la torpeza con la que los estudios cinematográficos más fuertes de Hollywood no sabían como utilizar las nuevas técnicas sonoras.
La genialidad de la comedia musical
Además de su atractiva trama —sobre todo para los amantes del cine—, 'Cantando bajo la lluvia' es una comedia musical y todo lo que ello significa: canciones, números musicales multitudinarios, decorados imposibles y colores fantásticos. Un musical que asienta sus bases irónicas ya desde la primera secuencia en la que Don Lockwood nos cuenta desde una alfombra roja sus gloriosos comienzos, mientras en flashback vemos todo lo contrario.
Números musicales a parte —sólo el número de 'Broadway Rhythm' con la fantástica Cyd Charisse se merecería un único post—, l película tiene momentos únicos e hilarantes que, como ya hemos dicho, parodian ese momento crítico de la historia del cine. Uno de mis favoritos siempre será el de la primera proyección de la película de Lockwood y Lamont donde el sonido se desincroniza o el continúo recurso de la estridente y estúpida voz del personaje de Lina Lamont, interpretada fantásticamente por Jean Hagen.
Todo ello viene acompañado de música maravillosa y canciones inolvidables, que sus protagonistas interpretan como nadie. Desde la divertida 'Make 'em laugh', interpretada por el genial Donald O'Connor sobre la labor de los cómicos, pasando por la optimista 'Good Morning' —que ya popularizaron Mickey Rooney y Judy Garland años atrás en 'Los hijos de la farándula' ('Babes in Arms', 1939, Busby Berkley)— o la emblemática 'Singing' in the rain', que encumbró a Gene Kelly como una de las grandes estrellas de Hollywood y convirtió a la película en leyenda.
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