'Jersey Boys', un Eastwood menor

'Jersey Boys', un Eastwood menor
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Hay un momento en la etapa de algunos artistas en la que prácticamente cualquier obra que hagan va a recibir un tratamiento mucho mejor del que hubieran conseguido antes de que el principal responsable de la misma haya adquirido el estatus de poco menos que intocable. Caso aparte es si realmente lo merecen o no, pero creo que eso es exactamente lo que sucede en el caso de Clint Eastwood desde hace ya bastantes años.

Alejado de las pantallas desde el estreno de la notable 'J. Edgar' (2011), sorprendió hasta cierto punto que Eastwood aceptase rodar un proyecto de encargo del que estuvo a punto de encargarse Jon Favreau. Una decisión llamativa que se entiende mejor una vez vista 'Jersey Boys' (2014), una cinta un tanto apagada que al menos sí resulta llevadera, pero que carece de la chispa necesaria para ser un musical memorable y en la que da la sensación de que Eastwood se esforzó lo mínimo para salvar la papeleta con honradez.

Luces y sombras de 'Jersey Boys'

The Four Seasons en

Estaba claro que no podíamos esperar la garra de otras obras de Eastwood tratándose de una adaptación de un musical de éxito de mismo título que llegó a ganar el Tony en el año 2006 que Warner desarrolló mucho antes de su llegada al proyecto, pero sorprende que el elegante clasicismo característico de su trabajo de puesta en escena esté al servicio de un relato tan básico que únicamente los momentos musicales consiguen provocar algún tipo de reacción emocional en el espectador.

No me olvido de esa breve muestra de virtuosismo técnico antes de que dos de los personajes vayan a mostrar la maqueta de la banda -aunque no lo hago porque me pareció un tanto fuera de lugar-, pero la nota dominante es echarse hacia atrás y dejar que el guión John Logan y los actores se aprovechen de las virtudes de un estilo visual tristemente en desuso, pero por ahí vienen los problemas, ya que 'Jersey Boys' no uno de esos raros biopics que incidan en los aspectos más escabrosos de la vida, sino que se apuesta por una historia y evolución argumental vista en infinidad de ocasiones.

Tampoco ayuda demasiado que no se profundice realmente en las motivaciones de los protagonistas, algo sorprendente dado su extenso metraje -uno de los principales males, pues no se puede apostar por lo ligero para luego superar ampliamente las dos horas de duración-, pues da la sensación de que Logan da por sentado que el público ya está familiarizado con este tipo de relatos y echa mano sin pudor de todos los tópicos posibles confiando en que la propia fuerza de la historia de The Four Seasons sea suficiente.

John Lloyd Young en

Mi compañera Lucía comentó que no había quedado muy satisfecha con la actuación de John Lloyd Young como Frankie Valli, pero, por mi parte, consideró que no hay grandes diferencias en el nivel mostrado por sus poco conocidos protagonistas. Todos cumplen con corrección y tienen alguna escena para lucirse un poco más, pero puede dar la sensación de que él se queda algo rezagado al tener un mayor protagonismo y porque el libreto apuesta porque sean las canciones cuando él pueda brillar por encima del resto -está impecable en ellas, comprensible que sea el único repescado del musical original-.

Por desgracia, esas puntuales sobrecargas dramáticas no terminan de romper en ningún momento con la sensación de rutina que transmite 'Jersey Boys'. Ojo, con rutina no quiero decir que sea una mala película, pero sí una en la que no hay nada que realmente sobresalga de forma positiva, ya que se prioriza un conjunto compacto -pero sin brillo- y políticamente correcto -ojalá se hubiese dado más peso a los tejemanejes de Tommy DeVito- que pueda llegar a gustar -aunque nunca enamorar o fascinar- a casi cualquier tipo de público.

En definitiva, 'Jersey Boys' es un correcto pasatiempo dramático realzado por el hecho de estar firmado por Clint Eastwood, pero tampoco lo echaríamos de menos si simplemente no existiera. No es mala, pero tampoco buena -y tampoco es que llegue a ser un gran entretenimiento, aunque sí cumple en esa faceta-, y la verdad es que preferiría volver a ver dos cintas tan irregulares como 'Líbranos del mal' ('Deliver Us From Evil', Scott Derrickson, 2014) o 'Hércules' (Brett Ratner, 2014) antes que repetir visionado de esta.

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