El 30 de octubre se estrena el film catalán 'Trash', dirigido por Carles Torras e interpretado por Oscar Jaenada, Judit Uriach, Carla Nieto, Marta Solaz, Nuria Prims y Assumpta Serna. Dos hermanas y una madre sufren sus particulares dramas: las dos chicas serán víctimas de la infidelidad de sus parejas, una de ellas, durante su embarazo. La madre pasará por una grave enfermedad.
A medio camino entre las estructuras basadas en historias cortas y la preeminencia de una trama rodeada de subtramas vinculadas, 'Trash' nos cuenta diferentes vidas, sin colocar a una por encima de las demás en cuanto a protagonismo, pero con una relación entre ellas tan cercana como la que suele unir a los conflictos en los planteamientos aristotélicos.
Se trata de una película de personajes y éstos están bien definidos, con personalidades y sentires individuales, con sus anhelos y sus defectos. Por este motivo, no es difícil comenzar a ver 'Trash' con empatía hacia lo que sucede y con la cercanía que nos brinda su realismo. Los actores, construyendo a partir de este retrato certero, desempeñan una gran labor y son, sin duda, lo más apreciable del film.
La segunda obra del director de 'Jóvenes' ('Joves') está rodada con cámara en mano y presenta un etalonaje en tonos ocres, con la saturación muy baja. Cuenta con una ambientación acertada y un aspecto general muy correcto. La música cobra un alto protagonismo, ya que uno de los personajes tiene un grupo llamado Trash y una de las actuaciones es un eje central para el desarrollo del momento dramáticamente más intenso. Algunas de las letras de esta banda hacen referencia a lo que sucede en pantalla.
'Trash' casi carece de desarrollo: pasa del planteamiento a un desenlace muy precipitado. Esta forma de estructurar es muy común en los cortometrajes y, por ello, la escasa hora y media de duración se percibe excesiva. El film incluye un clímax de más de cuarenta minutos que se hace cargante. Ese montaje en paralelo que trata de converger en un mismo acontecimiento, aunque en teoría pueda ser la manera más clásica de finalizar un guión de varias historias, se ve forzado. Con ello, se vuelve demasiadas veces a situaciones que no han cambiado desde que se abandonaron y se exagera la gravedad de muchos de los hechos.
La constante del sexo y de las drogas está muy presente. Valga como aviso para aquellas personas a las que estos dos elementos son lo que más les molesta del cine español. A mí nunca me pareció un defecto de la cinematografía patria, lo que sí me puede incordiar es que algo se haga repetitivo, sea lo que sea. Diríamos que en 'Trash' se cumple la frase mítica: "sexo, drogas y rock and roll".
Nos quejamos habitualmente de que las comedias románticas están pasando por un mal momento porque no saben reinventarse, porque no nos dan nada nuevo o siquiera una forma novedosa de contar lo mismo. Quizá con ellas se tiene más pillado el truquillo y las estructuras se ven más claras y por ello se puede llegar a esa conclusión de una forma tan generalizada. Pero no significa que no ocurra lo mismo en otros géneros, como el drama. Y, sin embargo, éstos aún no han sido denostados por este motivo.
Este drama nos presenta las mismas situaciones y los mismos problemas humanos que cualquier otro. Nada que haya aquí es nuevo, nada nos puede sorprender. No tendría importancia si, haciendo caso a esa máxima que indica que todas las historias están contadas y que lo que las hace diferentes son sus personajes o el enfoque novedoso que le dé cada autor, encontrásemos que 'Trash' se aleja tanto de otros dramas similares en esos apartados. Sin embargo, éstos tampoco brillan tanto como para que el film se convierta en imprescindible. Como originalidad, quizá lo único que se halle sea el personaje del "pagafantas" aprovechado.
Correctamente rodado y ambientado, 'Trash' es un film que puede contentar a quienes gusten de los dramas de personajes. Y, para aquellas personas que aprecian las interpretaciones actorales por encima de otros aspectos de las películas, puede ser una buena opción.
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