Pasa en todas las ediciones de 'Supervivientes': después de un par de expulsiones potentes, los concursantes (y la audiencia) van eliminando a los que están de relleno, permitiendo que los dos primeros expulsados se hagan fuertes en la Playa de los Olvidados. O como lo quieran llamar cada vez. En este caso son Jaime Nava y Artur Dainese los que llevan siete semanas a pico y pala, y parece que nadie va a poder contra ellos.
No ha podido ser
"Me hubiese gustado quedarme pero sabía cuando llegué a la playa que iba a ser difícil", ha dicho la última víctima del dúo, Arelys, la madre de Yulen Pereira, que ha visto cómo el público le ha dado la espalda dos veces en una semana: "Me hubiese gustado estar más tiempo pero está muy bien", comentaba de forma salomonica mientras su hijo en redes sociales no podía creerse lo que estaba viendo. Ay, mamá.
No fue lo único que pasó ayer en el debate de 'Supervivientes', porque Laura Madrueño, la presentadora, pilló a Bosco haciendo trampas durante el juego de recompensa, que, por una vez, no era comida, sino darse una ducha de agua dulce y abrir sus maletas para sacar tres objetos que echaran de menos. Bueno, pues el concursante ha sido uno de los ganadores... Y ha abusado de la paciencia del programa.
Resulta que de su maleta ha cogido dos bañadores y unos escarpines... ¡Pero en el bolsillo guardaba un peine! Vaya drama, ¿eh? Bueno, Bosco ha explicado que no ha contado bien y que se le ha ido la cabeza (aunque no es la primera vez que vacila a la organización). La cosa no ha ido a más y ha soltado uno de los objetos. El peine, claro. Se puede decir que no nos da mucha "peina".
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