La 7ª silla, el programa de ¿actualidad? que estrenó anoche Telecinco para hacer frente a DEC? tuvo 810.000 espectadores y un 7,1% de share. Un fracaso, un descalabro, un desastre, hasta diría que una vergüenza. Pero se lo tienen merecido. Estos resultados son la demostración clara de que el espectador no se traga cualquier cosa que se emita, por mucho que venga envuelta en los tópicos comunes del morbo más cotidiano.
Alguna mente pensante concluyó que si un tema morboso desataba pasiones entre la audiencia, lo mejor entonces era presentar una galería de temas del mismo corte ensamblados en debates maniqueos, de esos de o conmigo o contra mí. Allí estaba el padre de Marta del Castillo para debatir si pena de muerte sí o no, o Irene Villa para debatir sobre el asunto del chico que destrozó la herriko taberna, para ver si era héroe o villano. Entre el público protagonistas de otros hechos luctuosos para que diesen su opinión. ¡Ah! Y también debatieron sobre el test de la infidelidad (reconozco que en este punto ya no pude más).
Un equipo de seis personas prestas al debate o, mejor dicho, a la discusión vacía y que no llevaba a ninguna parte. Carlos Carnicero, Melchor Miralles, Celia Villalobos, Pepe Sancho, Teresa Bueyes (la que participó en la primera temporada de Sé lo que hicisteis…), y una última periodista de cuyo nombre no logro acordarme. Sus debates estaban sazonados con vídeos donde “la gente de la calle” daba su opinión. Sí, claro, identifiqué a dos de esos ciudadanos “anónimos”: una era una de las actrices de Impares y otro era el gafapasta de Soy el que más sabe de televisión del mundo. Dirigiendo el cotarro estaba Sandra Barneda, estricta, seria y cortante.
Señores de Telecinco, quítense la venda de una vez y dejen de hacer méritos para obtener el premio a la mayor vergüenza. La propuesta de ‘La 7ª silla’ era tan previsible y aportaba tan poco que hasta la reposición de Pelotas en La 1 tuvo más espectadores. Mirándolo por el lado bueno, me da la sensación de que Telecinco, con el machaque del morbo por el morbo, ha conseguido cansar al espectador y eso es algo que alguna vez tendremos que reconocerles. Que sigan así porque van a ser ellos mismos los que entierren la época que les hizo líderes.
En ¡Vaya Tele! | ‘La 7ª silla’, una nueva “noria” para los viernes
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