Tod Browning fue uno de los más grandes directores que el Séptimo Arte haya tenido. Con un gran número de películas en el cine mudo, y especializado sobre todo en cine de terror, destacó en esa etapa con títulos como 'El Trío Fantástico', 'Los Pantanos de Zanzíbar', y sobre todo 'Garras Humanas', la cual contiene una de las mejores interpretaciones masculinas de toda la Historia del Cine a cargo de Lon Chaney, su actor fetiche, y 'London After Midnight', título mítico donde los haya, y también maldito, considerada la más famosa de las películas perdidas (su historia al respecto es apasionante), y la única copia que existe del mismo es una restauración hecha a base de fotos fijas.
El exitazo le llegaría ya en la época sonora con 'Drácula', el famoso film interpretado por Bela Lugosi. En esta época hizo también la inolvidable 'Freaks', 'La Marca del Vampiro', magistral remake de 'London After Midnight', y la maravillosa 'Muñecos Infernales'. En 1939 hizo 'Miracles for Sale', tras la cual se retiró del cine debido a su fracaso. Murió dramáticamente en 1962, solo, mentalmente enfermo, y tras sufrir cáncer de laringe y una apoplejía. En esa misma época reivindicarían su cine, y le ensalzarían como el gran director que fue.
'Miracles for Sale' relata una historia de misterio y suspense ambientada en el mundo de los magos. Mike Morgan es un creador de trucos para magos que protegerá a una joven, alrededor de la cual no hace más que morir gente. Un argumento típico de aquella época, en la que gustaban tanto las historias de crímenes con un toque fantástico (casi 70 años después, los gustos del público no han cambiado). Realmente nos encontramos ante una de las peores películas de su director, en la que prácticamente no hay nada de su talento. Sólo pequeños detalles visuales (Browning era un genio en cuanto a puesta en escena se refiere, y con dos planos era capaz de hacerte sentir miedo), y algún detalle argumental, nos devuelven al mejor Browning. Pero en líneas generales es bastante decepcionante, ya que Browning cede ante un montón de convencionalismos, los cuales impiden hablar de originalidad en la historia. Y más decepcionante es que este maestro terminara su carrera con esta película.
Los actores están todos correctos. El papel protagonista corre a cargo de Robert Young, actor muy famoso an los años 30 y 40, que no destacó por ser un gran actor, pero sí muy efectivo. Aquí interpreta a un creado de trucos que se toma las cosas con mucho sentido del humor. Le acompaña Florence Rice, actriz poco conocida retirada del cine en 1943, después de un buen número de títulos. Su personaje es un poco histérico, y no despierta demasiada simpatía. En los secundarios podemos encontrarnos con el gran William Demarest, maravilloso y entrañable actor que casi siempre hacía de detective o de inspector de policía. Aquí no iba a ser menos e interpreta a un detective.
Una floja película, impropia de Browning, y que cerró una gran carrera llena de títulos imprescindibles en cualquier dvdteca. Cualquiera de los títulos mencionados al principio son joyas indispensables, hechas para disfrutar y amar el Cine.