Keanu Reeves y Winona Ryder son muy buenos amigos y todo comenzó en el rodaje de 'Drácula de Bram Stoker', la ambiciosa película dirigida por Francis Ford Coppola. Ahora la actriz ha recordado un curioso incidente que tuvo lugar durante el rodaje de la escena en la que el personaje interpretado por Gary Oldman se convertía en un montón de ratas.
El plan de Coppola no funcionó
La cuestión es que Ryder tenía que quedar en shock en ese momento e incluso acabar llorando. A Coppola se le ocurrió que podía ser una buena idea insultarla para conseguir que surgiesen las lágrimas y no dudó en gritarle "¡Puta!". Cuando no consiguió, el director intentó que los actores de la película hiciesen lo mismo, pero Ryder comenta en una entrevista concedida a The Sunday Times que no lo consiguió:
Para ponerlo en contexto, se suponía que tenía que estar llorando. Literalmente, Richard E. Grant, Anthony Hopkins, Keanu Reeves... Francis estaba intentando que todos me gritasen cosas para hacerme llorar, pero Keanu no lo hizo, Anthony tampoco. Simplemente no funcionó, fue en plan ¿de verdad? Más bien hizo lo contrario.
Una de las principales consecuencias de ello fue el nacimiento de esa larga amistad entre Reeves y Ryder -con Coppola todavía pasaría un tiempo hasta que su relación se enderezase-, quienes luego volverían a trabajar juntos en 'A Scanner Darkly (Una mirada a la oscuridad)', 'La vida privada de Pippa Lee' y 'La boda de mi ex'. Sobre esta última la actriz también recuerda las durísimas críticas que recibió:
Tuvo las peores reseñas. Con esa película, por alguna razón, todos los críticos reaccionaron en plan "Es la peor película del mundo" y fue muy duro.
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