Benedict Cumberbatch ha dejado uno de los momentos más comentados de la semana. Ocurrió tras una representación de 'Hamlet' en el teatro del Barbican Centre (Londres), donde la estrella da vida al protagonista de la obra de Shakespeare. Periodistas y fans esperaban a la salida y él, con exquisita corrección inglesa, pidió un favor: no más fotos ni vídeos durante la actuación. "Es mortificador", confesaba el actor.
Nos guste o no, aparatos tecnológicos como los teléfonos móviles o las tablets forman parte de nuestra vida, cada vez más. Y al acudir a teatros, museos o conciertos, cuesta no hacer fotos o grabar extractos como recuerdo. Richard Linklater proponía un violento modo de acabar con molestias como el uso de smartphones en el cine (no se distrae a los artistas pero sí a otros espectadores) y ahora es Cumberbatch quien ruega al público que apague sus "cosas electrónicas" y se centre en disfrutar, vivir el espectáculo:
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