La película más corta en lo que llevo de Seminci es seguramente la que más larga se me ha hecho. Cosas de la vida. 'Villa' es la última propuesta del joven argentino Ezio Massa, y expresa (más bien lo intenta) la situación en un suburbio de Buenos Aires, donde el fútbol es la evasión perfecta a los muchos problemas sociales y económicos que tiene el lugar. El mundial de Corea y Japón está a punto de comenzar, y el debut de Argentina en el campeonato es todo un evento, algo que no se le escapa a nadie y que ninguno, sea cual sea su situación, puede perderse.
Los protagonistas de 'Villa' son tres niños residentes en el barrio del mismo nombre, que viven en la pobreza y salpicados por la violencia callejera. Tras robar una vieja televisión y conseguir sintonizarla, hacen un pacto para terminar viendo el partido sea como sea. Uno de ellos, de origen peruano, el más débil de la pandilla, acompaña a una anciana a llevar la compra a su casa. Otro, mientras tanto, se mete en una banda de matones y recibe por ello un arma. Este último personaje termina siendo el indiscutible protagonista, por más que la película intenta desarrollarse en una especie de vidas cruzadas entre los tres chavales.
'Villa' es visualmente agotadora. Pretende lograr un ritmo narrativo que nunca encuentra a base de un montaje frenético, con planos muy cortos y música de percusión muy absorbente y estruendosa. Como se insiste mucho en ello en su primera mitad, el film parece un documental disfrazado de película. Pero ojo a esto: en este aspecto 'Villa' sería un mal documental, que no halla un tema central en el que apoyarse, y sin embargo deambula a la deriva, cogiendo de aquí y de allí, mostrando paisajes aéreos de la Villa, planos de la calle, el papel de la Iglesia en el barrio, las desigualdades sociales. Todo ello está mostrado con pinzas.
A partir de la segunda mitad, el partido, lo que realmente parece importar, está a punto de comenzar. Y es en ese momento cuando todo lo demás apenas importa. Massa intenta conmover al espectador mostrando un país que sabe salir adelante canalizando su furor por el fútbol. Y ahí se equivoca. Se parece incluso a un conocido anuncio de cerveza donde los actores miran fijamente a la TV, como hipnotizados, y el gol se convierte en un orgasmo emocional. Los personajes son entonces adornos, y resulta irrelevante el hecho de los tres se buscan la vida para ver el partido a pesar de no contar con televisor, cada uno a su manera. Los niños son sorprendentemente antipáticos y de ningún modo abanderan la denuncia social que 'Villa' quiere manifestar.
'Villa' no funciona ni como cine de sensibilización, ni como documental ni como homenaje al fútbol. Es un híbrido bastante autocomplaciente que nos produce sopor y falta de empatía. Dura una hora y veinticinco minutos y aún así parece un cortometraje alargado. No hay guión, no hay interés, sólo un torbellino de cosas que apenas nos llaman. Un gol que no sólo marca Batistuta en el partido que aparece en la película, sino que también le mete Massa al espectador. Una película muy muy floja, que consiste en una experiencia de visionado nada entrañable.
Reacción del público: tímidos aplausos y abucheos, a partes iguales.
En Blogdecine:
- Mi cobertura de la Seminci 08.