Es casi más fácil sentir recelos de una precuela de una secuela, porque a menudo nos lleva de la mano de personajes ya controlados pero en una versión incompleta que tienen que llegar a un punto muy predeterminado. Se sienten más una explotación directa de un éxito que una oportunidad para explorar un particular mundo, cosa que si hizo la inesperadamente notable ‘Ouija: El origen del mal’.
Un mal juego
Y digo inesperadamente porque la original ‘Ouija’ puede estar perfectamente entre las peores películas de terror de la última década, y sin embargo esta precuela de Mike Flanagan consigue ser un notable trabajo de terror sobrenatural. Un ejercicio que supera con creces lo original y las limitaciones de hacer una película en torno a un juego como la ouija que puedes ver en streaming a través de Netflix por tiempo limitado. El 30 de noviembre es su último día en el catálogo (la puedes ver posteriormente también en SkyShowtime).
Una madre viuda lleva un negocio de espiritismo con mucho humo y espejo, estafando a incautos que esperan respuestas del más allá con la ayuda de sus dos hijas. Todo esto les llevaría a dejar de creer completamente en la existencia de fuerzas sobrenaturales, pero una de las chicas será abordada por el mismísimo mal por culpa de un juego de mesa.
Flanagan acepta el encargo de esta continuación en forma de precuela del intento de franquicia de Blumhouse. Consigue tener bastante libertad para ello, como muestra de agradecimiento por parte de un estudio que contactó con él para reescribir la anterior ‘Ouija’ para intentar salvarla. Sus servicios prestados fueron recompensados en este intento de realizar terror de antigua usanza para cimentar su reputación de cineasta de culto.
Aquí le vemos consolidar relaciones con actores que se volverán frecuentes en sus obras, especialmente en sus series para Netflix, como Elizabeth Reaser, Henry Thomas o su esposa Kate Siegel. De todos saca un interesante provecho para vender su trabajo de artesanía viejuna plagada de interesantes referencias y una estética muy cuidada.
No es de las mejores películas de Flanagan, que a estas alturas ya es un horror master consumado, pero sí que es clave para pasar de interesante promesa a notable artesano en el cine de terror contemporáneo. Alguien con voz y estilo distinguibles que, además, tiene bien cogido el pulso de qué puede aterrar al público actual. Aquí lo consigue en un escalofriante despliegue mucho mejor de lo que tiene derecho a ser.
En Espinof | Las mejores películas de 2024
En Espinof | Las mejores películas de terror de la historia
Ver 0 comentarios