‘No mires arriba’ (Don’t Look Up, 2021) es ya claramente el lanzamiento más importante de las películas originales de Netflix de este año. No por su presupuesto o su elenco increíble, sino porque es una comedia que ha desplazado en su debate a otros grandes estrenos de final de año sin ser un reboot, remake, blockbuster de acción ni estar protagonizada por superhéroes.
Dirigida por Adam Mckay, ‘No mires arriba’ trata sobre dos científicos, interpretados por Jeniffer Lawrence y Leonardo Di Caprio, quienes descubren que el cometa que acaban de detectar está orbitando hacia una colisión catastrófica con la Tierra. Para los que les haya gustado, o para los que no, esta lista de películas con temas similares, sátiras políticas y cine de catástrofes puede interesarles.
¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú (Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb, 1964)
La película de Stanley Kubrick trataba sobre el miedo la guerra nuclear entre la Unión Soviética y Estados Unidos y exponía cómo este último país maneja la amenaza con la incapacidad de un gobierno burocrático, no muy brillante, con trabas absurdas frente a un problema urgente e inmediato que es pospuesto frente a intereses propios que deben cumplirse primero. Una de las mejores sátiras de todos los tiempos y la principal semilla espiritual del tono y contenido de la obra de McKay.
Crítica en Espinof
Network, un mundo implacable (Network, 1976)
Sidney Lumet orquestó un esperpento centrado en los medios de comunicación actuales todavía válido, cuyo rastro se puede comprobar en todas las partes relativas a noticiarios en ‘No mires arriba’. Desde la prestidigitación de convertir una noticia desastrosa en algo absurdo o positivo a la falta de escrúpulos para no reconocer cualquier realidad que afecte gravemente a la sociedad, ‘Network’ es la película clave sobre medios que manipulan descaradamente.
Ciudadano Bob Rogers (Bob Roberts, 1992)
Si te parece divertido cómo Meryl Streep imita un mitin político populista en Norteamérica, esta especie de falso documental dirigido por Tim Robbins, según su propio personaje de Saturday Night Live es tu película. Un candidato al senado estadounidense ultraconservador, rico y cantante de folk se ve envuelto en una campaña electoral cuyos fines pasan por lo económico, a lo racista y militar, siendo desvelados por un periodista que ve como los ideales de los 60 son reemplazados por la codicia, el soborno y los intereses propios.
La Segunda Guerra Civil (The Second Civil War, 1997)
Adam McKay parece poseído por el Joe Dante más cáustico y político que ya se atisbaba en ‘Gremlins 2’ (1988), con su incomparable sátira del mundo yuppie y Trump pre-POTUS, o la transformación capitalista. De hecho ‘No mires arriba’ también tiene el ping pong de despachos y políticos mezclados con el fantástico de ‘El ejército de los muertos' (Homecomig, 2005), pero la que más se parece es esta singular sátira coral, surgida poco después de ‘Mars Attacks!’ (1996) –que también parece una inspiración para McKay– con tantos puntos en común que hasta también aparece Ron Perlman. Si el poder predictivo del guion coescrito por David Sirota en 2019 sobre lo que pasaría con el COVID ver la película de Dante hoy deja con la boca abierta.
Cortina de Humo (Wag the Dog, 1997)
Con grandes estrellas como Dustin Hoffman y Robert De Niro, el director Barry Levinson nos muestra hasta que punto puede un gobierno girar el escándalo narrativo de los medios proponiendo la idea de que la administración trabaje con un productor de Hollywood para crear una guerra falsa que solo el presidente puede terminar. Al igual que ‘No mires arriba’ apunta a cómo el gobierno de EE. UU. puede distraer a las personas de otros problemas más graves a través de circos que convierten algo nimio en un nuevo conflicto hueco.
El día de mañana (The Day After Tomorrow, 2004)
La película de Roland Emmerich es el opuesto complementario de ‘No mires arriba’, cuya metáfora del asteroide habla del cambio climático que esta exponía de forma explícita cuando hace 18 años todavía sonaba mucho a ciencia ficción. Una exageración que explicaba muy bien cómo tienen lugar las consecuencias reales del cambio climático y funcionaba de forma tan didáctica como irreal, con lo que los personajes negacionistas de McKay podrían agarrarse a ella para plantear el problema como algo ridículo. Aunque hoy, estamos viendo que pasan esas heladas y fenómenos meteorológicos agresivos, por lo que por lo menos debería haber valido para diferenciar el concepto "calentamiento global" con sus efectos sobre el clima.
Gracias por fumar (Thank You For Smoking, 2005)
Adam McKay comparte la didáctica periodística del director de ‘Cazafantasmas: Más allá’ en su película sobre el lobby del tabaco, una sátira salvaje y elegante sobre el poder de la publicidad y el control de la percepción de los efectos perjudiciales de muchos productos que siguen resultando agradables para la población pese a su peligro, que deja una reflexión sobre la naturaleza humana tan nihilista como la de ‘No mires arriba’.
Crítica en Espinof
Southland Tales (2006)
La obra más extraña y excéntrica de Richard Kelly, una distopía que retrataba la era de Bush con un espíritu kamikaze de ciencia ficción, dimensiones temporales y… el fin del mundo. Todo un fresco exagerado y al límite que es, para lo bueno o lo malo, de culto y sin nada que se le haya parecido particularmente desde entonces. Su capacidad para convertir la realidad en caricatura coincide con la obra de McKay, que además hace una jugada parecida incluyendo un número musical con una estrella de la canción conocida riéndose de sí misma y haciendo de uno de los temas de la película un himno pop.
Crítica en Espinof
Idiocracia (Idiocracy, 2006)
La gran maravilla de Mike Judge tras ‘Trabajo basura’, una variación de la trama de ‘Futurama’ pero lo que encontramos en el futuro es una sociedad que comercia masivamente todo lo que es susceptible de venderse que analizaba la sociedad americana** acertando en todos los grandes hitos de la administración Trump muchos años antes**. ‘No mires arriba’ muestra el presente tras una lente que descubre que esta película ya se ha cumplido, con la ciencia tratando de convencer a un gobierno estúpido a través de hechos y evidencia científica.
Crítica en Espinof
El diario de los muertos (Diary of the Dead 2007)
El visionario mockumentary zombie de George A. Romero que hablaba hace 15 años de fake news, obsesión social media, youtubers antes de youtube, personajes adictos a los selfies antes de que hubiera smartphones y, sobre todo, la manipulación viral de los medios en una pandemia. Algo que ya inició en su 'La noche de los muertos vivientes' (1968), utiliza el género fantástico para hacer un comentario social de una forma por donde ‘No mires arriba’ camina los mismos pasos.
Señales del futuro (Knowing, 2009)
Hay películas y películas de meteoritos. Si ‘Armaggedon’ (1996) o 'Deep Impact' (1996) podrían ser las películas parodiadas por McKay, y ‘Melancolia’ (2011) su versión intimista y artie, esta olvidada joya de Alex Proyas no tiene un cometa, pero sirve igualmente de metáfora sobre el cambio climático, a modo de thriller de ciencia ficción y premoniciones sobre un incipiente calentamiento y desajuste electromagnético causado por la radiación solar que lleva a la tierra a un desastre inevitable. Su doble final es absolutamente clavado, pero sin la parte divertida, claro.
Shin Godzilla (Shin Gojira, 2016)
Mientras un monstruo feroz destroza Tokio, los viejos burócratas del gobierno de Japón discuten, preocupándose más por protocolos y papeleos de las reuniones de emergencia que por el caos que envuelve a su país. La burocracia, la incompetencia, los intereses de unos pocos frente a los del pueblo definen la entrega más política de la franquicia desde que la original del 1954, todo un potente manifiesto tras el accidente de Fukushima, que en esencia cuenta lo mismo que el éxito de McKay.
Braindead (2016)
La única serie de esta lista es esta rareza del matrimonio King donde ya lograban la excelencia al mezclar tropos de género y actualidad antes que ‘Evil’ o ‘The Bite’. Si ‘No mires arriba’ es cine fantástico y hasta tiene referencias a clásicos como 'Cuando los mundos chocan' (1951), su apariencia es la de un thriller político de risas, algo así como esta extraordinaria mezcla de análisis político y ‘La invasión de los ladrones de cuerpos’ (1956) de los King, volviendo a lo sublime en una agudísima mofa del estado de la administración que llevó a ganar las elecciones a Donald Trump.
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