Un buen psychokiller cinematográfico no sería ni la mitad de aterrador sin un buen diseño de vestuario que le acompañe. Imaginad a Cara de Cuero sin sus "segundas pieles", a Jason Voorhees sin una de sus variantes para cubrirse el rostro o a Michael Myers sin su inexpresiva y aterradora careta blanca. Bastante insulsos, ¿verdad?
Como disfrazarse siempre es un placer, y el cine de terror continúa siendo una fuente inagotable de inspiración a la hora de encontrar ideas para poner en práctica ya sea en Carnaval, Halloween o en cualquier fiesta de disfraces que se tercie, aquí os traigo esta lista con mis 19 vestimentas predilectas de los grandes asesinos del séptimo arte.
Norman Bates ('Psicosis', 1960)
Qué mejor manera de arrancar nuestra selección que con la gran pionera, junto a 'El fotógrafo del pánico', que plantó las primeras semillas del slasher tal y como lo conocemos hoy en día. Una 'Psicosis' que continúa tan fresca y revolucionaria como el primer día, que sigue poniendo los pelos de punta y que nos regaló a un Anthony Perkins brillante, incluso cuando se trasviste con la icónica vestimenta de su madre —peluca incluida—.
El pescador ('Sé lo que hicisteis el último verano', 1997)
Los noventa nos regalaron grandes slashers que destacaron en términos cinematográficos, como alguno que mencionaremos más adelante. Otros, como 'Sé lo que hicisteis el último verano', puede que no brillasen al mismo nivel que sus coetáneos, pero no vamos a negar que el gancho del Pescador, ese sombrero y ese chubasquero negro fueron suficientes como para dar forma a uno de los grandes iconos del género. Eso sí, quedó eclipasdo por el look de vaqueros y camiseta blanca de Jennifer Love Hewitt.
Jason Voorhees (Saga 'Viernes 13')
Desde que debutase en 1980 en la primera 'Viernes 13', saliendo del agua y dándonos un susto de muerte, el bueno de Jason ha cambiado más de modelito que un modelo en la Pasarela Cibeles. Para el recuerdo queda su look con saco en la cabeza de la segunda parte, su icónica máscara de hockey reconvertida en leit-motiv a partir de la tercera entrega de la saga y su careta futurista de la infravalorada —y divertidísima— 'Jason X'.
Pin-Up Girl, Man in the Mask y Dollface ('Los extraños', 2008)
Además de ser una cinta tan inspirada como desasosegante, la aproximación de 'Los extraños' al home invasion nos brindó unos diseños del trío antagonista realmente aterradores. Pin-Up Girl, Man in the Mask y Dollface no sólo dan un mal rollo tremendo; también nos demuestran que hasta para torturar física y psicológicamente a una pareja, hay que tener estilo.
Michael Myers ('Halloween', 1978)
Si miráis a esos ojos vacíos, sumidos en las sombras y carentes de alma de la máscara que cubre el rostro de Michael Myers, es posible que veáis una cara conocida. Esa no es otra que la de William Shatner, el mítico Capitán Kirk de la serie original de 'Star Trek', cuyo rostro fue aprovechado por el bueno de John Carpenter para crear al primer gran monstruo del slasher moderno en 'Halloween'; la gran catedral del subgénero. Nunca una careta de goma y un mono de mecánico dieron tanto pavor.
Freddy Krueger ('Pesadilla en Elm Street', 1984)
Sí, lo del pobre rostro de Freddy no es, precisamente, una elección personal. Lo que sí pudo escoger el psychokiller onironauta es su vestimenta, compuesta por un mítico jersey de rayas rojo y verde, un sombrero algo desvencijado y un guante con cuatro afiladas cuchillas que lleva casi cuatro décadas formando parte de la historia del cine... y de nuestras peores pesadillas.
Leslie Vernon ('Detrás de la máscara: El encumbramiento de Leslie Vernon', 2006)
'Behind the Mask' fue una de las más gratas sorpresas que me ha dado el slasher en el marco del festival de Sitges, gracias a su tratamiento metacinematográfico y a un juego con los lenguajes narrativos que lo convierten en una cinta muy, muy especial. Pero si algo termina de hacerla tan reivindicable, ese es Leslie Vernon, su peculiar protagonista, ataviado con un peto vaquero y una máscara verdosa que da un repelús tremendo. Carne de cosplay.
Babyface ('Feliz día de tu muerte', 2017)
Como no es plan de estar sufriendo y pasándolo mal constantemente, en esta lista también hay espacio para el cachondeo; y qué mejor representante para ello que el Babyface de la tronchante 'Feliz día de tu muerte'. Por mucho machete que pretendan clavarte en las costillas, es imposible tomarte en serio a un asesino con esa máscara.
Groucho ('El tren del terror (Expreso sangriento)', 1980)
Hablando de máscaras grotescas, no podía dejar pasar la oportunidad de recuperar al asesino de 'Terror Train', conocida en estos lares como 'El tren del terror' o 'Expreso sangriento'. Supongo que este killer, que oculta su identidad mediante una careta de Groucho Marx de dudosa calidad, "perdonará que no se levanten" sus víctimas después de habérselas cargado.
Eric Slater ('Siete mujeres atrapadas', 1982)
No diga pánico, diga Eric Slater vestido de arlequín. El asesino de 'The House on Sorority Row', además de estar perturbado por algún que otro problemilla que no viene al caso, no podía conformarse con cargarse a las universitarias de turno; también tenía que quitarnos el sueño con un disfraz que haría palidecer al mismísimo Pennywise. Dioses.
El soldado ('El asesino de Rosemary', 1981)
Uno de mis slasher favoritos tenía que tener un asesino a la altura de las circunstancias. Podría parecer que el tipo que acaba con las vidas de jovencitos confusos en la fantástica 'The Prowler' de Joseph Zito se ha puesto lo primero que ha pillado, pero su uniforme militar de la II Guerra Mundial dice mucho más —y da mucho más mal rollo— de lo que aparenta simple vista. Sumémosle una horca de cuatro puntas y ya tenemos un killer para enmarcar.
Lamb, Tiger y Fox ('Tú eres el siguiente', 2011)
Adoro 'Tú eres el siguiente' por muchas cosas. La dirección de Adam Wingard es espectacular, su guión esconde muchas sorpresas y retuerce el subgénero del home invasion con mucha inteligencia, su protagonista, interpretada por Sharni Vinson es una auténtica maravilla... Pero, además de todo esto, el trío de psicópatas que asaltan a la familia Davison acompañan sus sobrios uniformes negros con tres hermosas máscaras con motivos animales que no me importaría tener decorando mi habitación.
Búho Nocturno ('Aquarius', 1987)
La cosa va de animales. Si antes hablábamos de tigres, zorros y ovejas, ahora toca sumergirnos en el mundo de las aves de la mano del terrorífico Búho Nocturno de 'Aquarius' —también conocida como 'Deliria' o 'Stage Fright'—. No debe ser muy cómodo matar con un prop teatral de semejantes dimensiones en la cabeza, pero no vamos a negar que le da un toque especial al noble arte —o no— del asesinato.
El minero ('San Valentín sangriento', 1981)
En 'San Valentín sangriento', al igual que en 'El asesino de Rosemary', no se devanaron demasiado los sesos para confeccionar el vestuario del asesino; pero eso no significa que el resultado no sea efectivo. Si en el filme de Joseph Zito se optó por vestimenta militar, aquí ataviaron al antagonista con un uniforme de minero de lo más sencillo e icónico.
Billy Chapman ('Noche de paz, noche de muerte', 1984)
'Noche de paz, noche de muerte' es un auténtico disparate. Su trama es delirante, su ejecución no es que sea para tirar cohetes y la construcción de su protagonista no se queda atrás. Pero ver a Billy Chapman soltar hachazos a diestro y siniestro con su desaliñado disfraz de Papá Noel, además de propiciar unas cuantas carcajadas con bastante mala uva, no tiene precio.
Ronald Reagan ('El republicano', 2006)
Después de interpretar a Dewey Riley en la antológica saga 'Scream', David Arquette debió desarrollar un particular gusto por el slasher que decidió saciar dirigiendo este disparate titulado 'El republicano' —en el que también figura Courtney Cox—. Aquí, el asesino, obsesionado con Ronald Reagan, daba caza a un grupo de hippies caracterizado como el presidente norteamericano. Sí, puede que sea un planteamiento grotesco, pero no puedo esperar a que hagan una secuela con Donald Trump.
Cupido ('Un San Valentín de muerte', 2001)
Puede que 'Un San Valentín de muerte' no sea, ni de lejos, un slasher modélico. Ni siquiera es una buena película. Pero el largometraje de Jamie Blanks tiene dos grandes bazas que invitan a recuperarlo. La primera de ellas es la presencia de Denise Richards, y la segunda un asesino ataviado como cupido con una máscara que no debería dar miedo en absoluto, pero que pone los pelos de punta.
Ghostface ('Scream. Vigila quién llama', 1996)
Con 'Scream, vigila quién llama', Wes Craven no sólo revolucionó el subgénero del slasher, devolviéndole la gloria perdida entre repeticiones, secuelas absurdas y mecanismos desvirtuados. Además, el maestro del terror dio forma a un fenómeno que terminó introduciéndose en la cultura pop, entre otras cosas, gracias a la figura de un Ghostface que es perfectamente identificable tanto por los fieles parroquianos del terror como por neófitos en la materia.
Cara de cuero ('La matanza de Texas', 1974)
Terminamos nuestra selección por todo lo alto, junto al escalofriante Cara de Cuero de 'La matanza de Texas'. Un mostrenco del tamaño de un armario ropero capaz de ondear una motosierra al aire como si estuviese hecha de papel que, para terminar de rematar la jugada, cubre su torso con un delantal de plástico de matarife y su rostro con máscaras hechas con piel humana extraída de sus víctimas. Todo un coqueto.
¿Cuáles son vuestros disfraces de psychokillers favoritos? ¡Contádnoslo en los comentarios!
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