Incluso las personas que decían no estar interesadas por el tema tenían cierto morbo por saber si la guerra, antes sutil y ahora abierta, entre David Broncano y Pablo Motos, iba a continuar en sus respectivos programas. Ahora sabemos que ninguno de los dos se ha echado atrás o se ha amedrentado lo más mínimo. Si en 'El hormiguero' dedicaban unos minutos de seriedad a hablar de conspiraciones políticas y de "agresión", en 'La revuelta' tocaron el tema con humor y como inevitable telón de fondo del show. La berrea va a dar todavía mucho de lo que hablar.
La vida cañón
Nada más empezar 'La revuelta', el público empezó a hacer el sonido de la berrea como homenaje a esos minutos repletos de música indie y animales. De hecho, y como símbolo de la resistencia a 'El hormiguero', el bombo, que hasta el jueves tenía un mensaje de apoyo a Valencia, ahora tenía la imagen de un ciervo. Estaba claro que no iban a dejar pasar ninguna oportunidad de meter un gancho a la mandíbula de Motos.
"Muchas gracias a la gente que vio el documental de ciervos del jueves pasado", empezaba el presentador ante la ovación y la berrea de sus fieles. "No lo hicimos por buscar audiencia sino todo lo contrario. De hecho ese día íbamos todo por encima y claro, luego bajó con los ciervos". Grison, por su parte, tiró de ironía desactivando uno de los puntos que Pablo Motos trató de lanzarles encima después: "A mí lo que me jode es que haya salido Aldama haciendo declaraciones para hacernos una cortina de humo, tronco".
Yo luego al día siguiente me imaginé a Hugh Grant diciéndole al manager "¿Qué tal la audiencia"; "Pues hemos ganado por tres décimas"; "Joder, ¿contra quién?"; "Contra unos ciervos, señor". Pobre señor, ¿eh?
Además, no ocultó las aparentes polémicas que habían tenido desde entonces. La primera, la grabación posterior de la entrevista a Jorge Martín: "Grabarla claro que podíamos grabarla, lo que no podíamos era emitirla. Si no lo hemos ocultado, como si me voy a casa con él a grabar un podcast". La segunda, las malas artes de los poderosos hacia los recién llegados: "Lo de meter presiones con los invitados es que siempre se ha hecho así. Es de las frases que más rabia me dan en la vida, ¿eh? Se tenía a la gente esclavizada y se dejó de hacer, se tiraban cabras del campanario... Igual es que no hace falta hacerlas".
Además, Rigoberta Bandini, la invitada, aprovechó para comentar su veto en 'El hormiguero' por motivos que ella misma desconoce, y después acudió Raúl Cimas como homenaje a la persona a la que siempre invitan cuando se les "cae" el entrevistado principal, haciendo un revival de la famosa sección de 'La resistencia' donde contaba cómo había matado a todo el mundo en el programa rival (al que, por supuesto, no han vuelto a invitar).
Esta semana, la rivalidad continuará en todo lo alto, y el público de uno y otro ya tiene el argumentario listo para una nueva batalla en redes que ha roto algo en la televisión tradicional para que, en el fondo, todo siga igual. Simplemente, pudiendo hablar de lo que hasta ahora era un secreto a voces.
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