Seguimos con este especial sobre las familias de nuestras ficciones, una serie de artículos que está dando bastante de sí, algo comprensible por la importancia que las ficciones españolas han dado siempre al elemento familiar, por la variedad de temas que pueden tocarse y porque son capaces de llegar a una gran cantidad de público, algo que realmente, les convierte en productos muy interesantes.
'A las once en casa'
Entre 1998 y el año 2000 pudimos disfrutar de esta producción de TVE que suponía una comedia fresca, divertida y entretenida y que se convirtió en una opción muy aconsejable para los espectadores. Teníamos a Antonio Resines en el papel de Ángel, un divorciado que rehace su vida junto a Paula (Ana Obregón), con la que tiene dos niños. Eso sí, tendrá que combinar estas nuevas tareas y obligaciones familiares con las de su antigua familia: su ex mujer Olga (Carmen Maura) y su hijo mayor. Las relaciones que se establecían entre ambos grupos familiares facilitaban el hecho de que acabaran formando un único grupo, que aunque se "picaba" y tenía pequeños conflictos, siempre acababan ayudándose unos a otros.
'Los protegidos'
En esta serie de Antena 3, teníamos una peculiar familia formada a bote pronto por circunstancias de necesidad, algo que la hacía muy interesante. Nació en 2010 y se convirtió en uno de los mejores estrenos de ese año. Tal vez su mezcla de cotidianidad y fantasía, familiaridad y thriller, tuvieron mucho que ver. Si recordáis, 'Los protegidos' eran los Castillo Rey, una "falsa" familia formada por personas que parecían compartir una misma circunstancia: el haber desarrollado poderes paranormales para los que no había una causa lógica.
Un estupendo Antonio Garrido dio vida a Mario, un hombre sobrio y un tanto gris, que se veía envuelto en toda esta aventura después de que su hijo Carlos revelara sus aptitudes para la telequinesia. Junto a él estaba Jimena, una madre que buscaba a su hija Blanca, una niña también con poderes que había sido secuestrada por una sórdida y extraña organización. En su peripecia, "recogían" a más de estos niños con extraños poderes y todos acababan formando una familia tan disfuncional como atractiva, con el Culebras, un chico que puede hacerse invisible, Sandra, la portadora de electricidad o Lucía, capaz de leer la mente.
'Cuestión de sexo'
Uno de los grandes éxitos de ficción de Cuatro fue 'Cuestión de sexo', una serie producida por Notro Films en 2007, que contó con tres temporadas. La serie nos hablaba principalmente de los problemas de relaciones entre cuatro parejas de diferentes edades y condiciones, cómo afectaba el paso del tiempo al amor... Y, de entre ellas, teníamos a la pareja protagonista que formaba la familia de Diego y Alba, junto a su hija Sofía. En esta serie, era muy interesante ver los tipos de conflictos que se trataban, del tipo más amoroso y de desgaste en las parejas. El tema familiar como se entiende en otras series, el "todos a una", quedaba más neutralizado y todo se derivaba en problemas más individuales, dando así también una visión mucho más realista, al contrario que en otras serie en las que el individuo queda fagocitado por el ente "familia" y lo que éste pueda necesitar.
Como en otras ficciones, la progresión de la serie llevó a que entraran nuevos personajes vinculados familiarmente con los que ya estaban en la serie. Así, en la tercera temporada (que sufrió un cambio brusco con la salida de la pareja formada por Óscar y Verónica) entró, por ejemplo, el hermano de Diego, interpretado por el actor Adrià Collado. Además, la pareja de Gabi y Elena cobró más protagonismo, algo que va directamente proporcional con el número de secundarios que se "generan" alrededor. En este caso, la hermana de Elena también entró en la serie, a la que daba vida la actriz Mariam Hernández.
'Gran Hotel'
Las grandes sagas siempre tienen grandes familias con complejos secretos y oscuros pasados a los que sacar muchísimo partido. Este recurso fue siempre brillantemente explotado en la serie de Antena 3 'Gran Hotel'. La familia protagonista eran los Alarcón, que regentaban el fantástico Gran Hotel, un establecimiento de lujo en los inicios del siglo XX. Desde el principio, se establecía el misterio de la muerte del "patriarca", que, con el tiempo, se iría aclarando.
La familia estaba formada por Doña Teresa, interpretada muy cabalmente por Adriana Ozores. Ésta tenía tres hijos: Alicia, Sofía y Javier, y cada uno de ellos vivía sus propias vicisitudes con las familias que, en el devenir de la serie, iban formando. A todos ellos les mantenía unidos su afecto por el Gran Hotel, que consideraban su hogar y no sólo su negocio. Como sabéis, y no desvelaremos para no hacer spoiler a quien no lo haya visto, otros personajes entraban en juego para "dinamitar" la existencia de esta familia al frente del hotel.
'Farmacia de guardia'
Sin duda, esta serie es una de las que recordamos con mayor cariño y de forma más entrañable. Estábamos naciendo a la nueva televisión que se desarrollaría gracias a la creación de los canales privados y una serie como 'Farmacia de guardia', con su familiaridad, su cercanía, incluso con cierta ingenuidad, logró calar en nuestros corazones de manera muy certera.
La farmacia era el centro de las aventuras de la serie y la rebotica, el mágico espacio que se nos ha quedado grabado a fuego en nuestras retinas y que suponía el lugar en el que se vivían las tramas familiares. Siendo una serie bastante blanca y clásica, presentaba un modelo de familia muy acorde con los tiempos: una pareja separada que tiene tres hijos. Lo curioso de este planteamiento era la tensión sexual que se establecía entre esta pareja: Lourdes y Adolfo, pues, a pesar de no estar juntos, seguían notablemente enamorados. Con el paso de las temporadas, una hija nueva entró en la familia mediante adopción, algo que ayudó a volver a tener tramas más infantiles, en el momento en que el hijo pequeño ya era un adolescente en toda regla.
En ¡Vaya Tele! | Las familias (y sus circunstancias) más famosas de la tele nacional
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