Hannah, what the fuck?! It's not of your business
Everything is my business
Ya era hora de que Hannah Horvath cediera algo de espacio a los demás. Adam casi ha suplicado por él y el resto de tramas de 'Girls' se ha visto favorecida por este giro en el que el mundo ha dejado de girar en torno a la egocéntrica Hannah. Después de su TOC y de que la serie se centrara también de forma obsesiva en ella, esta temporada ha servido para (re)descubrir al resto de personajes. Su evolución, especialmente la de Adam --de "sociópata neandertal" a héroe y después a persona real-- ha sido notable y gratificante para los espectadores, como un soplo de necesario aire fresco, no viciado.
Todos han seguido adelante, con más o menos éxito, con más o menos trabajo personal. Todos, menos la estrella; la que se supone que sería, como bien dice Shoshanna, la artista del grupo, la triunfadora. Pero puede que Hannah sea incapaz de madurar y no se vea cómoda en otra piel que no sea en la de una radical de las vivencias para la que todo --hasta la más vanal conversación, el detalle más insignificante-- tiene que trascender a un nivel superior. Nada es fácil con Hannah y esta verdad empieza a ensombrecer sus relaciones.
Buen trabajo boicoteándolo todo, Hannah
Como su cabecera, 'Girls' y su protagonista han pasado por todas las tonalidades en estas doce nuevas entregas. Incluso por el negro fúnebre, con la repentina muerte de la abuela de Hannah y de su editor (y, por tanto, de su e-book y sus esperanzas). El sueño de ser escritora se desvanecía y se desdibujaba cuando acepta un trabajo como redactora de publirreportajes. Porque hasta para alguien que sueña a lo grande es fácil dejarse seducir por las ventajas (una nómina que cuadriplique el precio de tu alquiler o una bacanal continua de snacks gratis). Pero el negro dio paso al verde esperanza y a esa Hannah que solía defender su proyecto vital por encima de todo, incluso de su salud física, mental o emocional, mandando a GQ y a la pandilla de hipsters donde se merecían.
Pero ahora es a Adam a quien va a dejar fuera del camino. El mismo que la salvó; su héroe (tantas veces). Porque desde que a él le empezaron a ir bien las cosas y estaba demostrando que había dejado toda su (literalmente) terrorífica mierda atrás --como bien se aprecia en la caja sobre el armario del ahora apartamento de Ray, un genial y metafórico plano-- Hannah no ha podido soportar no ser el centro de atención. De eso va todo. Ni siquiera ha sabido entender que él sólo necesitaba algo de espacio y concentración para, por primera vez en su vida, afrontar un reto profesional que le apasiona, sin tener que lidiar con los continuos dramas de ser Hannah.
Y aunque las palabras de ella suenan alentadoras y trata de ser la mejor amiga, la mejor novia, se percibe otra energía en su interior, algo que amenaza con destruirlo todo; sus miedos, sus inseguridades y sus constantes llamadas de atención han hecho que Adam no pueda más (lógico, yo estoy con él). Y es que el egoísmo de Hannah no tiene nombre. Decirle a tu novio en su gran noche de estreno en Broadway que te mudas a Iowa a estudiar un posgrado --ahí te lo dejo, gestiónate esto mientras te enfrentas a tus nervios-- no es hacer gala del don de la oportunidad. Es tener mucho amor propio y de eso Hannah sabe un rato. Pero así son los escritores, "esas personas que hacen girar todo en torno a ellas y tienden a tener hábitos de comida muy extraños".
Con la muerte de su editor demuestra no ser capaz de sentir nada que no sea preocupación por ella misma; hasta el punto de preguntarle a la viuda en pleno funeral si su libro estaba muerto y no había forma de mantenerlo vivo. Hasta el vecino freak o la hermana psicópata de Adam (una gran trama de esta temporada) acaban dándole una lección de humanidad. El "Whaaaaaat?" de Adam cuando Hannah le cuenta indignada que en la editorial nadie le decía nada de su libro (justo cuando acababan de saber de la muerte de David) no tiene desperdicio.
La temporada de todos los demás
En esta tercera temporada hemos podido disfrutar de la evolución y la madurez emocional de personajes como Ray y muy especialmente Adam, que si ya era pro-él cuando sólo emitía sonidos guturales, ahora que ha demostrado todo su potencial, le adoro. O el coqueteo de Jessa con el infierno, la caída en picado de Marnie, víctima de su necesidad de aprobación a través de los hombres o el estallido de furia y rabia contenida durante meses de Shoshanna. Insisto: hasta Laird y Caroline (vecino freak/hermana psicópata) van a ser padres (o eso dice ella).
Todo se mueve hacia adelante. Como trata de explicarle Adam cuando a Hannah le da por inventarse juegos de roles sexuales para "recuperar" la pasión: "nos enamoramos y hora sólo quiero acostarme contigo como somos, ser dulce y lo que sea". Hannah necesita vivir en un día de la marmota surrealista, los demás, se limitan a ir creciendo, conquistando pequeños logros, paso a paso. Equivocándose y volviéndolo a intentar pero permitiendo que las cosas cambien de forma. Hannah aún no ha encontrado "ese hueco en el mundo que tenga su forma".
La serie ha explorado temas más intensos; no son sólo un grupo de neoyorquinos jugando a los mayores. Se ha hablado de muerte, eutanasia, drogas, relaciones familiares o moralidad. A través de las relaciones personales, nos han enseñado que éstas tienen sentido cuando te hacen crecer como persona, no cuando reafirman toda ese desastre interior: no es bueno ver a los excompañeros de rehabilitación, no es bueno creer que te vas a sentir mejor por gustarle a un tío o por hacer lo que te dicen los libros de autoayuda cuando lo que no te gusta es tu vida.
Ray creció como individuo gracias a la relación con Shoshanna, a ella él le hacía desear ser la mejor versión de si misma. Adam probablemente no se habría alejado de la bebida si no hubiera encontrado la motivación en ser capaz de implicarse con Hannah. Jessa no le habría descubierto a la artista suicida sus ganas de vivir si no le hubiera ayudado a intentar matarse. Y seguro que ella se las habrá devuelto a Jessa. Y eso es mucho, sabiendo lo insoportable y doloroso que le resulta ser ella, arrastrar todo su pasado e intentar ser "normal" (trabajar, comer, integrate) sin volverte loca.
Tengo que dar gracias a la serie por esto, por dejarnos ver a través de otros ojos. En resumen, a Hannah por dejar espacio para los demás. Personajes como ese joven-viejo de Ray aprendiendo a encorsetarse en una vida de adulto o la deslenguada Shoshanna aprendiendo a soltarse el moño han sido la guinda de la temporada. Son estos secundarios y sus brillantes diálogos uno de esos toques de genialidad de la serie de Dunham. Como su acertadísima banda sonora.
En ¡Vaya Tele! | "'Girls', el chiringuito de Lena Dunham empieza a oler":https://www.espinof.com/ficcion-internacional/girls-el-chiringuito-de-lena-dunham-empieza-a-oler
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willchebat
La mejor temporada. La más fresca, la más divertida, la más interesante y menos exasperante (que no deja de ser parte de su encanto).
Girls no es una serie de medias tintas, o se ama o se odia y por muchos intentos que hagas si no es tu serie, no lo es.
mackey
Como dice Warren, la serie sigue siendo la misma, con sus defectos y virtudes. Para mí, mas defectos que virtudes. Y es que Lena Dunham no sabe desarrollar historias coherentes y sostenidas sobre una sólida base. Lo llevo diciendo desde la primera temporada: Girls es demasiado difusa y desordenada narrativamente. No solo son emocionalmente caóticos y disfuncionales todos los personajes femeninos, también lo es la serie. Está repleta de pinceladas geniales en forma de certeras y muy identificables reflexiones, pero todo ello sin orden ni concierto. Si a eso le añadimos las cotas de insoportabilidad que han alcanzado los personajes femeninos (incluida Shosh, sí), ver Girls empieza a ser un ejercicio de sadismo para mí que no sé hasta cuando aguantaré. Lo que pasa que lo que me da Girls no me lo da otra serie, aunque los medios que utiliza no me gusten.
Sobre los desnudos de Hannah, que veo que se ha hablado poco, solo haré la siguiente reflexión. ¿Alguien se pasa una quinta parte de su tiempo en bolas? Pues Hannah aparece 1 de cada 5 veces desnuda a lo largo de la temporada. ¿Justificado? No seré yo quién ponga el grito en el cielo, siempre he defendido los desnudos y me parecen tan gratuitos como una escena en la que aparece alguien comprando un paquete de tabaco, pero huele a intento de provocación a aquellos que la han criticado y, sinceramente, creo que lo único que hace es perjudicarse a sí misma y al mensaje que quiere transmitir con su serie.
duffcry
La temporada ha sido muy divertida y amena, y ha habido espacio para todos los personajes y temas.
Gran acierto el personaje de la hermana de Adam y capitulazo el del fin de semana en los Hamptons, entre otros. Larga vida a Girls!!
nemili
No puedo estar más de acuerdo contigo. Esta temporada ha sido mucho mejor que la segunda.
Es una serie con personajes complicados, y para nada aspiracionales. Y por eso mola.
Adam sin duda es la estrella de la serie.
Y Hanna me gusta mucho más también, no han tenido miedo en enseñarnos lo arpía que es. Y así Hanna mola.
herois
Coincido con la mayoría en que esta temporada ha supuesto un poco de 'soplo de aire fresco'. Creo que casi todo el mundo odia el personaje de Hannah (yo al menos, ella y sus desnudos me provocan pesadillas jajaja!). Marnie sigue siendo mi favorita aunque también es un rato odiosa... Y Jessa es genial, de lo mejor de la serie.
kardo
Pues me encanto la serie esta temporada es superior a todas...... todos los que odian Girls lo odian por Hanna, ella es el personaje insoportable .....pero es un personaje real .... como Shoshana como
Jessa como
Marnie...como todos
podemos ver nuestras mierdas en esa serie, a través de ellos, pero casi nadie acepta sus mierdas.... es una serie muy bruta aunque no lo vean así ....y es muy real .... no creo que nadie tenga un profesor de química al lo breaking bad o vecinas brujas a lo American Horror .... esta seria aunque odiada es un buen espejo de realidad de muchos de nosotros.....
worf
Yo aguanté hasta el capítulo 7, ya no pude seguir.
Había visto las dos anteriores temporadas y más o menos aguantaba gracias a algunos acertados momentos que tenía, pero esta ya ha sido el colofón de lo insoportable.
Y eso que pienso que podrían sacarle muchas cosas interesantes a la trama, pero Dunham se ha vuelto para mí un personaje insoportable, ya no la aguanto, tampoco a los demás la verdad.
unffaced
yo vi la primera y segunda temporada y m hinché de criticarla porque la vi muy pretenciosa
esta tercera temporada m ha gustado bastante
pero los desnudos de hannah m sobran mil!
Warren Keffer
Flipante los comentarios. La temporada ha sido exactamente igual de buena que la anterior. Una gran dramedia, mucho más profunda e inteligente que las demás del género (donde solo salvaría a House of Lies y Californication, dos más superficiales y aventureras). La pena es que aunque hay destellos de grandeza en cada episodio no termina de alcanzar una media de sobresaliente.
mililita
Yo tampoco me decido a amarla u odiarla, va a partes iguales, creo que el problema está en Hannah, es una persona incómoda, que te hace reflexionar en todo lo que haces, y porque. El egoísmo desmesurado de Hannah, es reconocible en la mayoría de personas, de ahí la incomodidad al visionar la serie. De momento la sigo aunque a veces, como decía uno por ahí, se vuelve sadomasoquismo el seguir viéndola, es un revulsivo....
guilleburgui
La temporada a sid la meor, pero so deue Hannah ha dejado espacio a los demás no me parece correcto. Yo he echado mucho de menos más contenido de Sosshana y de Jessa, y con esta última tenían muchísimo de que hablar
chacomorais
En cada temporada ha habido un capítulo, el capítulo, especial, que te hacía reconciliarte con algún altibajo e irregularidad de 'Girls' en su conjunto. Pero esta tercera ha tenido LOS CAPÍTULOS, ha sido redonda. Y con todo el odio que suscita Hannah / Lena y que yo nunca he entendido, me atrevo a apuntar algo: Lena es directora y guionista, pero, además, gran actriz. Lo de este año ha sido para nota