La tercera temporada 'Boardwalk Empire' podría ser, perfectamente, la mejor que ha tenido la serie y una de las mejores de las series de la temporada 2012/2013. Terence Winter, junto con su mano derecha Howard Korder, terminaron de asentar por completo el universo de Atlantic City y su cacique Nucky Thompson (Steve Buscemi) y todas las tribulaciones que rodean la incipiente mafia de la costa Este (y no tan "costa") de los Estados Unidos de la Ley Seca.
'Boardwalk Empire' comenzó su cuarta temporada situándonos en febrero de 1924. Nucky se aloja en el Albatross, el hotel de Chalky White (Michael K. Williams) y decide dar un poco de paz a su ajetreada vida haciendo las paces con Masseria (Ivo Nandi) y Rothstein (Michael Stuhlbarg) además de interesarse en unos negocios durante su viaje a Tampa, Florida. Por otro lado llega a Atlantic City Valentine Narcisse (Jeffrey Wright), kingpin de Harlem e interesado en meterse en negocios de drogas.
Alejándonos de la ciudad de Nueva Jersey nos encontramos a Al Capone (Stephen Graham), que sigue intentando hacerse un nombre en Chicago. Su camino se cruzará con el de George Mueller/Van Alden (Michael Shannon) con el que protagonizará algún acto de violencia. Por último nos encontramos a Richard Harrow (Jack Huston) que prosigue con su viaje hasta llegar a casa de su hermana. Y llevamos tres episodios sin rastro de Margaret (Kelly McDonald) y la verdad es que no parece importar a nadie (ni siquiera a mí, con lo que me gusta este personaje).
Un comienzo bien compacto
Las temporadas de 'Boardwalk Empire' suelen tener una estructura similar. Pasan tantas cosas en los capítulos finales que ocupan la primera mitad moviendo personajes, presentando a los nuevos e iniciando (y en algún caso continuando) las tramas de los diferentes habitantes de Atlantic City, Chicago y New York. Un plan que nunca me ha entusiasmado (aunque reconozco el saber hacer), por lo que es de agradecer que este comienzo de temporada hayan puesto varias tramas en movimiento de un tirón en vez de dejarlas presentadas y ya.
O por lo menos eso es lo que parece, no cabe duda de que de aquí a unos tres o cuatro episodios más nos encontraremos con situaciones bien distintas a las que tenemos ahora. Pero por lo menos han sido capaces de meter a los personajes en acción a partir del minuto uno. Son episodios mucho más compactos, menos difusos de lo que nos tienen acostumbrados en estos primeros tramos de temporada.
De momento creo que hay que mostrar especial atención al personaje de Nucky. Siempre ha sido el protagonista, pero los acontecimientos de la tercera temporada de 'Boardwalk Empire' han hecho demasiada mella en él como para que los guionistas no nos ofrezcan una gran introspectiva del personaje. De momento hemos visto a un Nucky muy reflexivo, precavido, casi deprimido, más involucrado con su alrededor. Ese aura intocable, de persona de una casta superior, ha desaparecido.
Por otro lado lo que más me interesa a niveles generales no es ya la aparición del nuevo "mafioso misterioso", sino la llegada de alguien que ya aparecía velado en la temporada anterior como es Edgar J. Hoover (Eric Ladin), que llega con ganas de acabar de una vez con la corrupción y el crimen organizado.
Estos ingredientes nuevos hacen que la ausencia de un personaje tan importante como Margaret sea prácticamente anecdótica. Se la echa de menos, cierto, pero más porque aparece en los créditos más que porque la serie pida a gritos su presencia. En líneas generales 'Boardwalk Empire' ha vuelto en plena forma, interesante y con ganas de atraparnos en los tejemanejes que nos tengan preparados para este grupo de mafiosos. ¿Lograrán elevarnos al éxtasis de la tercera temporada? Tendremos que ver.
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