Uno de los debates recurrentes que surgieron casi nada más estrenarse el "revival" de 'Operación Triunfo' y constatar que era un fenómeno (no tanto de audiencias sino de conversación social) era si, de realizarse una nueva edición, se llegaría a replicar lo vivido en 'OT 2017' o la nueva edición pasaría inmediatamente al olvido.
Todavía es pronto para juzgar, aunque parece que el programa sigue teniendo un respaldo inmenso a jugar por los primeros números (20.5 puntos de cuota de pantalla), pero sí que podemos hacer una valoración de cómo ha debutado 'OT 2018', que tuvo ayer una Gala 0 presentada por Roberto Leal.
La llamada Gala 0 de 'Operación Triunfo' no es del todo representativa de la dinámica general del concurso, pero nos da una idea de por dónde van los tiros en la nueva temporada y qué aspectos han mejorado y cuales deben ser eliminados.
Uno de esos aspectos es el larguísimo reportaje/resumen de los castings. Un contenido que, en realidad, no aporta nada... más aún cuando luego cada concursante tiene su propia presentación.
Si a esto le sumamos una mediocre actuación de los concursantes de 'OT 2017' y su Camina y otro segmento en el que Joe Pérez-Orive y Manu Martos conocen a Ana Torroja y hablan de su labor como jurado, podríamos decir que a la primera gala de 'OT 2018' le sobra su primera media hora larga.
Llama la atención, de hecho, el tema de que la "Gala 0" parezca la primera vez que los concursantes de la edición anterior canten juntos su himno, Camina. Cada uno iba a su bola, sin saber muy bien qué tocaba e incluso se notaba que alguna (pienso en Nerea, sobre todo) tenía mal la voz... además de que la realización técnica fuera algo desastre.
En ese momento temí que esa primera actuación presagiara que en temas de sonido, el plató de 'Operación Triunfo' no había mejorado tanto como nos prometían en la presentación de la temporada. Afortunadamente no ha sido así y esos problemas se quedaron al principio y solo reaparecieron en momentos puntuales.
A nivel técnico de realización, luz y sonido sí que se ve que la productora ha ido aprendiendo bastante de los fallos y creo que, sobre todo en lo visual, se aprecia cierta mejora con los planos y el uso de luces durante las actuaciones.
Hablando de las actuaciones, no sé si es porque tengo demasiado mal recuerdo de las de 'OT 2017' o porque he rebajado mis listones, pero por lo general creo que estaban bastante mejor preparadas que las de la edición anterior... que tampoco era difícil. No sé si llega al nivelón que afirmó Noemí Galera, pero ha sido más que potable.
Sin embargo, el complejo de karaoke trasnochado ha seguido presente en más de una actuación (me llamó más en actuaciones como la de Luis). Y, como es habitual, había serios problemas de afinación por parte de la mayoría de los candidatos a entrar en la Academia de Operación Triunfo. Asunto que te hace pensar en cómo serán los miles de rechazados.
Fuera de las actuaciones, se nota que andan algo oxidados. Es una gala muy de presentación, pero eso no quiere decir que no pueda haber un buen ritmo. Roberto Leal está bastante correcto, en una fase de conocer a los concursantes.
Al que he visto algo desorientado es al jurado y no me refiero al juicio final de quién entra y quién no, sino a la hora de disertar sus valoraciones. La nueva incorporación, Ana Torroja, intenta encontrar su voz pero no termina de verse cómoda como jueza. Espero que a lo largo de esta edición lo haga y que podamos "olvidarnos" de Mónica Naranjo.
En definitiva creo que este comienzo de edición de 'Operación Triunfo 2018' ha llegado con lecciones aprendidas pero solo en lo que les ha interesado. En asuntos como la duración parece que los que madrugamos los jueves vamos a tener que o tomar toneladas de cafeína o dejarlo para ver cada gala al día siguiente.
Claro, que este primer programa tiene la excusa de que son dieciocho actuaciones. El resto cuentan con bastante menos y, si siguen como el año pasado, duran más o menos lo mismo. No sé si 'OT 2018' será tan popular como la edición de 2017, pero van por buen camino.
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