Con los años se han ido sumando nuevos habitantes a los parques de Disney. Un paseo por cualquier Disneyland demuestra que Vaiana o Rey Skywalker ya son tan mascotas de la compañía como el pato Donald. Aun así, las mascotas clásicas han seguido siendo uno de los reclamos principales, con familias de todo el mundo haciendo largos viajes solo para conocerlos.
En los noventa eso estuvo a punto de cambiar… al menos por un tiempo. Porque en la que era una de las maniobras más arriesgadas de la compañía, el plan era ceder las llaves del reino a los Muppets (Los Teleñecos, como se llamaban en España hasta hace muy poco) y dar un descanso a la familia de Mickey. Claro que estos muñecos de fieltro no eran entonces parte de Disney, pero todo era cuestión de hablarlo con el creador: Jim Henson.
A Jim Henson le parecía fantástico. El legendario creador era un gran fan de Disneyland, y estaba en ese momento en conversaciones con la compañía para la adquisición de sus personajes. Todo surgía de una idea con Jack Lindquist, presidente de Disneyland Resort y quién estaba genuinamente emocionado con la idea de sacar aquello adelante, y no habría reparado en gastos para ello.
Un año, ese era el tiempo que las criaturas de Henson habrían tenido Disneyland solo para ellas. Aquello habría venido precedido de una ceremonia de entrega de llaves y una despedida de Mickey. Los meses posteriores suponían un cambio total del parque. La idea era hacer ver que se habían adueñado por completo del lugar y lo tenían hecho un desastre, con nuevas atracciones, vieja decoración cambiada y multitud de cambios en las atracciones, como tenerlos posando en lugar de otros conocidos animatrónicos.
Una tragedia inesperada frenó los planes
Pese a que las conversaciones iban por buen puerto, una tragedia inesperada hizo replantear todos los planes. En 1990, Jim Henson falleció, y su familia no estuvo por la labor de seguir adelante con el proceso. Solo un detalle de este trato se mantuvo: la atracción MuppetVision 3D, un espectáculo cómico con los personajes clásicos que se veía en un teatro y que fue uno de los últimos trabajos de Henson.
De aquella etapa del parque que nunca sucedió quedan ya pocos documentos gráficos. El año pasado resurgió la conversación gracias al arte conceptual que un empleado del parque compartió en sus redes, y que muestra la pinta que habría tenido un restaurante infestado por ratas dentro del renombrado "Muppetland". Aunque Disney acabó comprando los Muppets, su popularidad no ha alcanzado el nivel de otras mascotas de la compañía, y cabe preguntarse si eso habría cambiado de salir adelante esta ambiciosa maniobra.
Imágenes: Marcelo Vignali, Anna Fox
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