‘La mujer de Tchaikovsky’: una polémica mirada al tortuoso matrimonio del creador de ‘El lago de los cisnes’ con tenebristas fugas oníricas

‘La mujer de Tchaikovsky’: una polémica mirada al tortuoso matrimonio del creador de ‘El lago de los cisnes’ con tenebristas fugas oníricas

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Tchaikovsky

El 21 de abril se estrena en cines ‘La mujer de Tchaikovsky’ (Zhena Chaikovskogo), una sorprendente película histórica dirigida por Kirill Serebrennikov, uno de los nombres emergentes del cine ruso actual más destacados, pese a que vive exiliado en Alemania. Un biopic transversal que narra la obsesión amorosa de la joven burguesa Antonina Miliukova con el compositor Piotr Tchaikovsky, conocido por ‘El Lago de los cisnes’ o ‘El cascanueces’.

Estrenada en la Sección Oficial del Festival de Cannes 2022, no es la primera vez que Serebrennikov encaja en Cannes, en donde presentó ‘El estudiante’ (2016) y la muy comentada ‘Leto’ (2018), otro biopic musical alternativo centrado en Viktor Tsoï, pionero del rock ruso. Su último trabajo, también la muy reciente ‘La fiebre de Petrov’ (2021) dejó claro que su puesta en escena e ideas de realización transgresoras le confieren una personalidad que en ‘La mujer de Tchaikovsky’ aparecen a partir de su ecuador.

Se ha escrito mucho sobre la música de Pyotr Ilyich Tchaikovsky, pero su tumultuoso matrimonio con Antonina Miliukova sigue siendo un aspecto sobre el que no se profundiza. Su decisión de cambiar de vida casándose, para acabar con los rumores sobre su homosexualidad, al más puro estilo de estrella de Hollywood, le provocó una grave crisis mental que hizo que pudiera aguantar apenas dos meses y medio con la mujer, con lo que la pareja vivió separada hasta la muerte del genio.

Un descenso a las tinieblas sin oxígeno

Pero a nadie le había importado qué fue de Miliukova, a la que el abandono finalmente la volvió loca. El problema principal es que anular un matrimonio en la Rusia del siglo XIX requería la aprobación de la corona y una razón válida para romper los lazos, pero la joven no estaba dispuesta a reconocer una infidelidad, ni suya ni de su esposo. Como ya sugiere su título, el largometraje explora el drama de la vida de la esposa de Tchaikovsky, aunque no nos muestra la razón para el enamoramiento absorbente del compositor, dejando algunos detalles intuitivos.

La muchacha, también aspirante a compositora dice haberse enamorado a través de la música, y se deja implícito que su talento, coartado por la estructura patriarcal de la época, era una posible vía de escape del aburrido mundo burgués. La película se centra más en los intentos del músico de deshacerse de ella, los intentos de sus hermanos para que se divorcie y cómo finalmente Antonina se aferra obstinadamente a su matrimonio de forma irracional y desesperada.

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Su último tercio es una caída a las tinieblas, mientras su situación financiera se deteriora, su cordura se desvanece y se aferra a sus delirios en momentos de elipsis mise en scène con saltos que parecen ocurrir dentro de los recuerdos, que se van acumulando hasta un clímax directamente vanguardista, casi de horror gótico, utilizando iconografía queer para ilustrar la comprensión final del dilema de su marido. Serebrennikov da una vuelta de rosca al modelo histórico-biográfico convencional explorando las facetas menos publicitadas de Tchaikovsky.

Las consecuencias de la hipocresía social

Su inclinaciones sexuales eran un tabú absoluto en la época, y lo siguen siendo ahora en Rusia, en donde esta película levantará ampollas, puesto que no se corta al mostrar la aversión del autor al sexo femenino, llegando a la auténtica misoginia. Las tensiones psicológicas entre sus protagonistas son llevadas con elegancia hasta mezclar escenas oníricas y pesadillescas que ilustran el delirio de la protagonista, cuya obsesión por un hombre narcisista que la desprecia deja una imagen del personaje cuestionable.

Esto no es la clásica historia de “la mujer detrás del ídolo” de manual, sino que nos plantea una relación tóxica, que se mueve desde lo que vemos en ‘Swarm’ o la propia ‘Cisne Negro’ a una especie de versión en negativo de ‘El hilo invisible’. Con una duración de casi dos horas y media, el arco de Antonina se mantiene plano durante la mayor parte del metraje, entre la ingenuidad y la complacencia aprendida de una educación de servidumbre al hombre, hasta que explota la locura en el acto final.

Tchaikovsky S Wife

A medida que el personaje se desliza más hacia la decadencia, Serebrennikov y su director de fotografía Vladislav Opelyants iluminan los interiores con luz oscura y penumbras que entran por las ventanas, y mucha niebla en las tomas exteriores que recuerdan a un cine soviético y del este de los 70 que realzan la ambientación y el suntuoso diseño de vestuario y la dirección de arte. ‘La mujer de Tchaikovsky’ es una obra amarga y opresiva que no da ningún asidero al espectador, replicando la consternación y tristeza marca de la casa de muchos clásicos de la madre Rusia.

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