No está hecha la miel para la boca del asno. O, por el contrario, el público sabe. Belén Gopegui escribía hace poco una verdad cristalina, difícil de aceptar: la gente se equivoca. No todo el tiempo, como da a entender el refrán. Tampoco es un público tan sabio y soberano como conviene a los publicistas.
Es más bien algo humano, al decir del filósofo. Demasiado humano. Pero no se trata de intervenir ahora en la moral -en su totalidad, al menos- si no de descifrar un poco esta comedia francesa que viene sucediendo, con temas "socialmente relevantes" y sentimientos exagerados (¡reconciliación! ¡entendimiento!).
'Intocable' era muy disfrutable. Pero partía de dos premisas. La primera es que al negro le conviene un rico. Y la segunda es que al rico, si paralítico y amargado, le hace falta un negro. Pues se sabe que el negro,en cuanto pobre conoce la alegría de vivir y ésta ayuda a los ricos.
Hagamos un alto en el camino. Soy gente, lo recuerdo a los despistados. A mí me gustó 'Intocable' (Intouchables, 2011) y me ha gustado 'La familia Bélier' (La Familie Belier, 2014). Los franceses tienen menos remilgos a la hora de hacer reír. Y dirigen con esa eficiencia publicitaria que casa bien con actores normalmente talentosos y en estado de gracia.
Vulgaridad y esmero
La comedia tiene a una família de sordos rurales. El padre quiere presentarse a las elecciones (locales) y ganar. Ante las objeciones de su hija adolescente, explica que si "un negro lo ha conseguido, también un sordo". Los guionistas no sospechan que el chiste toque techo y también incluyen a una cabrita de piel oscura que se llama Barack Obama.
Es todo un festival de lugares comunes y reconciliación. ¡Los sordos, la gente de pueblo, los sueños adolescentes! Todo en un extremo ¡pero tan deliciosamente interpretados! Incluso cercanos: la joven protagonista es más sensata que el chico.
Y una de las pocas responsables a lo largo de la película. Lo que hace obvia la manipulación de la película pero también eficaz. Queremos que gane. ¡Y que todo se solucione! Hete aquí la cuestión. ¿Podemos escapar de cierto cine bienpensante, idiota y placentero?
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5 comentarios
pcalzadolopez
Menos mal que aclaras que la película te ha gustado. Miedito me da que hables de Interstellar...
loula2
A mí también me gustó, sobre todo porque habla de sentimientos con sencillez y gracia, sin grandilocuencia. Y porque aparece Karin Viard, una actriz estupenda y versátil, en un papel curioso.
Ah!! Y Pablo, nunca he dudado de que tú también seas "gente". ;-)
acymex
es la primera critica que leo de Pablo que entiendo todo, o casi todo sin leer mas de una vez. No se si felicitarte a ti o felicitarme a mi. Pero pasando al tema bueno. Esta es de esas películas de domingo familiar con resaca, que se agradece por querer ser lo que es. Con una gran dosis de sencillez y buenísimas actuaciones.
elcriticon.es
Una película sencilla y agradable, llena de lugares comunes pero con encanto. Emocionan la voz de la protagonista y las canciones de Sardou. Incluso hay una escena bastante dura -comparada con el buen rollo general- protagonizada por Karin Viard. Sin los dos minutos del desastroso epílogo aún me habría gustado más.
zingaroazul
Creo que nos pasamos un poco sobre la seriedad y profundidad que debe tener una película. Creo que hay películas para cada momento, y a veces te puede apetecer una comedia ligera en la que predomine el buen-rollismo y con final de todo acaba bien, y creo que hay diferencias entre esto último y una película que directamente sea mala e insulte a la inteligencia. No va a ser siempre películas profundas y obras maestras del cine.