Ya sabíamos, gracias al tráiler y a la galería de imágenes, que los dibujos de ‘Nocturna, una aventura mágica’ eran elegantes y estilizados. Igualmente, en su página web oficial, podemos flotar por los espacios de la película y sumergirnos en esa bella noche como si estuviésemos viendo el film. Y todo ello es un disfrute.
Un súbito apagón de estrellas amenaza con dejar la noche sumida en la más profunda oscuridad. Tim, un niño asustadizo que vive en un orfanato, se llenará de valor para resolver este desastre enfrentándose a su propia sombra, que es fruto de sus miedos. Para conseguirlo se sumergirá en una emocionante aventura a través de Nocturna, un mundo paralelo que surge cada noche cuando nos quedamos dormidos. Allí descubrirá a todos los seres y criaturas que hacen que la noche sea más o menos apacible, y con quienes emprenderá un fabuloso viaje para intentar rescatar a su estrella querida: Adhara.
‘Nocturna’ es una película sobre niños y para niños. El guión es sencillo y muy lineal. Se trata de una aventura en la que no cesan de surgir obstáculos y los momentos de acción se suceden sin tregua. Y todo ello viene aderezado con una pizca de humor muy simpático.
Lo anterior vale para vivirla con espíritu infantil. Pero un adulto se puede deleitar con intensidad equivalente gracias a sus obsequios, pues no sólo la estética de tejados parisinos y los colores matizados de la noche son una preciosidad, además los autores hacen un despliegue de imaginación que deja boquiabierto. La escena de la fábrica de noches, con todos los seres que se ocupan de que tengamos sueños, de que haya rocío al día siguiente, de desenredarnos el cabello, de tirar al suelo las sábanas… es absolutamente mágica. Salvando las distancias, se podría decir que ‘Nocturna’ recuerda los films de Hayao Miyazaki. Las distancias están principalmente en la aproximación argumental. Mientras las obras del japonés son abstractas, oníricas y, en ocasiones, incomprensibles; mientras se componen de escenas sublimes, pero que podrían disfrutarse sueltas con la misma intensidad que si se ven dentro de la totalidad del film…; en la animación española nos encontramos con una historia comprensible y fácil de seguir, sin abstracciones ni momentos que se salen de la trama central. Aunque no creo que sea del todo para pequeños, la española lo es más que las de Miyazaki, que incluso pueden mostrar crueldad y momentos que se marcan a fuego en la memoria.
En cuanto a los puntos en común, no son difíciles de encontrar: esos seres maravillosos que se mueven como si se tratase de cuerpos líquidos retenidos en un recipiente flexible. O esa mezcla de lo humano con lo no orgánico, convertido aquí en naturaleza viviente. Y, por supuesto, el protagonismo infantil como hilo conductor que va transportándonos por los diferentes lugares en los que se pueden encontrar estas criaturas.
Víctor Maldonado y Adrià García han logrado una preciosidad, una maravilla. Incluso llegaría a decir que es el mejor film español que he visto en lo que va de año. Eso no significa mucho, pues de momento nos han tenido un poco a pan y agua, reservándose los estrenos sonados para los últimos meses. En el Festival de Málaga asistí a un pase de la ‘Bajo las estrellas’. Y por aquel entonces sólo consideraba que era lo mejor del certamen, pero según iban llegando otros títulos me tenía que seguir quedando con ella de número uno, si bien no es una película tan extraordinaria. Ha tardado, pero ha llegado quien la puede desbancar.
Ni siquiera las voces de famosos estropean el film, como suele ocurrir con otros. Imanol Arias interpreta al pastor de gatos, protagonista después del niño, y de verdad os digo que no desentona en absoluto. Carlos Sobera tiene un papel más breve, Sr. Moka, pero tampoco “canta” a voz inexperta en la profesión del doblaje. La Estrella Polar tiene una voz muy poco agradable, Natalia Rodríguez, y a la vez quizá es el personaje menos agraciado que han dado en crear sus directores, pero apenas aparece. Suena tan a pija que llegué a pensar si lo habrían hecho a propósito por aquello de que es una “estrella”. Pero, como aparece en pocas ocasiones, no se mina la labor general de los demás dobladores. Es posible que este escollo, tan grave en otras ocasiones, se haya salvado gracias a una buena dirección de actores.
Como decía, el argumento de ‘Nocturna’ es muy sencillo y su disfrute puede no estar tanto en dejarnos enganchar por la trama, como en la contemplación estética y en la observación de los seres imaginarios. Si a priori eso no os suena suficiente y las imágenes vistas en la galería no os impactan, quizá es mejor que no os acerquéis al cine para verla. Pero si consideráis que sumergiros en esa noche que pierde sus estrellas os puede suponer una experiencia mágica, adelante, la recomiendo, tengáis o no la excusa de llevar a vuestros hijos, sobrinitos o cualquier otro infante que encontréis.
A partir del jueves 11 de octubre la podréis ver en la gran pantalla, como se merece.
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