Lo de Julianne Moore es impresionante, no sólo nos ha ofrecido un montón de interpretaciones impresionantes en los últimos años, sino que además es capaz de intercalar películas enormemente distintas entre sí. Lo mismo te borda un drama intimista como se lo pasa pipa en una película de acción, y logra hacer creíbles todos sus personajes. De una belleza totalmente alejada de los clichés establecidos, un encanto innato y un morbo evidente, es totalmente injusto que esta inmensa actriz no tenga la dorada estatuilla, sí, sí, eso que llaman Oscar, el cual se ha merecido ya en unas cuantas ocasiones.
Esta pelirroja aún es joven, asi que hay tiempo de que gane el premio más famoso en la historia del séptimo arte. De lo que no hay duda es de que 'La Ganadora' le ha dado la oportunidad de interpretar a una mujer que ganó un montón de concursos en la década de los 50, lo cual le ayudó en más de una ocasión a sobrevivir económicamente en una dura época en la que tenía que mantener a sus 10 hijos, dado que su marido solía gastarse gran parte de su sueldo en alcohol. La película está basada en hechos reales, y es otro de esos films que nos llegan con sumo retraso, ya que data del 2005. Lo de siempre.
La película ha sido dirigida y guionizada por Jane Anderson, adaptando el libro escrito por Terry Ryan, una de las hijas de Evelyn Ryan, el personaje que interpreta Moore, y toda la historia está tratada con un enorme cariño. Anderson dota al film de un ritmo perfecto haciendo que éste resulte enormemente entretenido y que en todo momento mostremos interés por lo que sucede en pantalla. Sin embargo, algo que se le puede reprochar es una falta de mayor arrojo formal y algo más de fuerza. Todo está narrado con cariño, y hay momentos muy emotivos, como toda la parte final de la película, pero le falta un pelín de grandeza.
Su pareja protagonista es uno de sus puntos fuertes. Julianne Moore y Woody Harrelson demuestran tener una compenetración absolutamente natural. La primera interpreta a una mujer ingeniosa, resignada y que siempre está dispuesta a no rendirse jamás. El tapiz de expresiones que utiliza la actriz es simplemente deslumbrante. Harrelson interpreta un personaje al que puedes amar y odiar al mismo tiempo, un hombre decepcionado con sus logros en la vida y que se refugia a menudo en el alcohol, salvo cuando su mujer que le conoce a la perfección, le hace ser un padre y un marido encantador, conviertiéndose el personaje en algo realmente entrañable. También se deja ver Laura Dern, estupenda actriz que últimamente no se prodiga tanto como antes, y que supone uno de los puntos flojos de la cinta, no porque Dern esté mal en su papel, sino porque todo lo que su personaje representa está tocado solo de pasada y es la parte menos interesante de la película.
Una buena película, muy, pero muy agradable de visionar, y que incluso contagia esa alegría que sienten sus personajes, recordemos que reales, cada vez que la "jefa" de la familia gana uno de sus concursos, de hecho dan ganas de presentarse a alguno, aunque me temo que los concursos de hoy día no se parecen en nada a los que retrata la película. En definitiva, una sorpresa que conviene ver sobre todo por ese impresionante animal de la interpretación llamado Julianne Moore, la auténtica ganadora de la película.
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