Lo que primero sonó, fue la posibilidad de un matrimonio entre Pixar y Disney, retomando el acuerdo que antes tenían. Sin embargo, de tantas reuniones que mantuvieron Iger, Presidente de Disney, y Jobs, la historia dio un pequeño giro y se empezó a valorar una oferta de Disney por Pixar. Pues del dicho al echo: Disney compra Pixar por 7.400 millones de dólares, intercambiando 2,3 acciones de Disney por cada acción de Pixar, y convirtiendo a Steve Jobs en el mayor accionista individual de la futura empresa.
Con este movimiento, que se hará realidad en verano, Disney se asegura que su gallina de los huevos de oro entre definitivamente dentro de la casa. Además, como parte del acuerdo, no solo Jobs se sentará en uno de los sillones del consejo de Disney, sino que Ed Catmull, presidente de Pixar, pasará a ser el nuevo presidente del estudio de animación que surga de Disney y Pixar (veremos que nombre deciden mantener), y John Lasseter, el genio tras alguna de las maravillas de Pixar, y vice presidente ejecutivo de la compañía, será nombrado Chief Creative Officer. Incluso, Pixar mantendrá sus oficinas centrales en la bahía de San Francisco. Y en palabras de Jobs:
Disney and Pixar can now collaborate without the barriers that come from two different companies with two different sets of shareholders. Now everyone can focus on what is most important: creating innovative stories, characters and films that delight millions of people around the world.
Es decir, con la compra Disney asegura su futuro, mete sabia nueva en la compañía y mucho talento. Los aficionados al cine, tan sólo esperamos que la cultura Pixar no desaparezca engullida por la cultura Disney, por ejemplo sus cortos.
Vía | CNET News.com: Pixar goes to Hollywood special coverage En Blogdecine | Toy Story cumple 10 años
