Que nuestra televisión quiera explotar el lado más salvaje de nuestros abuelos durante esta temporada se ha convertido en una tendencia que comenzó con 'Los mayores gamberros' y se ha expandido hasta 'Generación Rock'. Parece que existe cierto atractivo en ver a los ancianos haciendo cosas que a priori no son propias de su edad, aunque corran el peligro de rozar lo ridículo y provocar en la audiencia el efecto contrario de lo que se pretende. No es el caso de 'Generación Rock', un programa blanco que se esfuerza en mostrar las ganas de superación de un grupo de mayores enfrentados al reto de formar una banda de rock.
Pese a lo poco común de la propuesta, el estreno de 'Generación Rock' solo convenció a dos millones de espectadores, alcanzando un flojo 10% pese a que le precedió un nuevo partido de la Champions League que superó los siete millones de seguidores. No convenció el primer programa de un espacio que se limitó a mostrar su proceso de casting y que dejó para la siguiente semana el verdadero arranque de la experiencia, esa que pretende convertir a estos abuelos en auténticas estrellas del rock.
Para ello, 'Generación Rock' cuenta con Melendi como asesor, entrenador, guía espiritual y prototipo de nieto perfecto. El cantante centra la figura principal del programa y se aprovecha de esa fama que consiguió el año pasado en 'La Voz'. Quizá sus seguidores más fieles vean en 'Generación Rock' una oportunidad para seguir disfrutando de él en la pequeña pantalla, aunque al grupo que no simpatice con su forma de ser le costará acercarse a un docushow que pretende mostrar las buenas intenciones de su trabajo.
El contrapunto a Melendi son esos encantadores abuelos que se disponen a cumplir sus sueños cuando ya no tienen responsabilidades en la vida. 'Generación Rock' está cubierto de un halo sentimentaloide (ya hemos visto al propio Melendi emocionarse en un par de ocasiones) provocado por la ternura que desprenden los elegidos para formar el grupo. Aún queda por saber cómo se van a adaptar a este experimentos aunque por lo visto en el primer programa a algunos no les falta ganas de dar guerra, si bien era inevitable sentir algo de compasión por aquellos errores que surgían por los nervios y la falta de reflejos.
'Generación Rock' se sirve de ese gancho para atrapar a la audiencia, aunque al primer programa le faltó algo de chispa y le sobraron momentos lacrimógenos, por otro lado inevitables para un formato de estas características que cuenta con unos protagonistas de edad avanzada que se enfrentan a semejante reto. Desde luego no conectó conmigo, aunque cuenta con el beneficio de la duda al no entrar en faena y quedarse solo en ese casting previo a la formación de la banda. Habrá que observar lo que ofrece una vez puesta en marcha su mecánica y si consigue crearme el entusiasmo que a día de hoy no tengo por el formato. Pero que nadie se preocupe. Ni yo soy toda la audiencia ni tengo audímetro en mi casa.
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