Prometía ser fuego devorador y así ha sido. La emisión anoche de 'Rocío. Contar la verdad para seguir viva', documental sobre Rocío Carrasco, hija de Rocío Jurado, ha supuesto un sinfín de declaraciones desgarradoras sobre su vida, entre ellas el calvario que vivió durante su matrimonio con Antonio David Flores.
Telecinco no ha tardado —bueno, ha esperado a que el documental se emita— para prescindir de la presencia de Antonio David en los distintos programas de la cadena, incluyendo la reina de la casa 'Sálvame' y descartando su futura participación como "defensor" de su actual esposa en 'Supervivientes'.
Rocío carga contra Antonio David
Durante la noche de ayer, Rocío Carrasco hablo en más de una ocasión de lo duro que fue la convivencia y su relación con el exguardia civil, al que lleva años acusando de maltrato verbal y físico:
«Yo estaba sentada en un sofá con una mesa camilla y él me agarra, me da un tirón de pelos y me da contra la mesa. Subió echándome la culpa de todo lo que le ocurría en ese momento, que no le merecía la pena, que era todo por mi culpa, que si no estuviera conmigo...»
La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco se abrió en canal en más asuntos, incluyendo su intento de suicidio hace unos años. Todo un ciclo destructivo en cuyo centro está Antonio David Flores, cuya larga batalla con su exmujer ha durado años. De hecho, el colaborador de Telecinco no ha tardado nada en anunciar medidas legales:
«Voy a tomar medidas judiciales contra ella, no voy a pasar de nuevo tres años de calvario como los que he pasado, me había señalado con la peor etiqueta que se le puede poner a un hombre»
Y son unas acusaciones que, desde luego, no han pasado desapercibidas para las más de 3,7 millones de personas que según datos de Kantar vieron el documental. Un sonoro 33,2% de cuota de pantalla que han convertido el espacio de Telecinco en uno de los más vistos de los últimos tiempos.
Lo que habría que ver es cuánto tardaremos en volver a ver en televisión a Antonio David Flores. No sería la primera vez que, tras una polémica gorda el o la colaborador/a de turno desaparece para reaparecer meses o años después. Esa ha sido la dinámica de espacios como 'Sálvame' durante toda su existencia y esa retroalimentación entre polémicas es una de sus señas de identidad.
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