Siempre digo que cuando una serie pasa de su quinta temporada, algo tiene que cambiar para que siga interesando al público. ‘Supernatural‘ renovó antes de verano por una sexta temporada pese a los gritos y deseos de todos los que veíamos la serie, y deberían habernos hecho caso, porque ese cambio del que hablaba antes se lo tomaron demasiado al pie de la letra, dándole a la serie una vuelta de tuerca demasiado poco interesante que la hace ir, como digo en el título, cuesta abajo y sin frenos.
Aún así, se podría calificar como normal esta caída, ya que cuando tu showrunner abandona la serie para dedicarse a otras cosas y en tu anterior temporada te has enfrentado al fin del mundo y al mismísimo Lucifer, pues obviamente es complicado retomar la serie en un punto que nos pueda llegar a interesar de alguna manera.
Y mira que he adorado ‘Supernatural‘ durante las últimas cinco temporadas, pero lo que han hecho con esta sexta no tiene nombre. Para empezar, han traído de vuelta a Sam después de sacrificarse yendo al infierno para salvar el mundo ¿qué puede haber más fuerte que el propio Lucifer para sacarlo del infierno? ¿Y cómo han aparecido familiares de los hermanos después de tanto tiempo? ¿Cómo piensan arreglar este desaguisado sobrenatural y esta contradicción en la historia?
Qué decir también del cambio de roles entre los hermanos. Ahora es Sam el duro, el que hace cualquier cosa para conseguir sus fines y Dean se ha convertido en el blanducho, en el sensiblero que quiere a su mujer y a su hijo y que se preocupa más por ellos que por cazar entes sobrenaturales. Entes que por otra parte han hecho que volvamos a los comienzos de la serie, cuando parecía que la serie era únicamente un procedimental a base de casos sobrenaturales (y que acabó afortunadamente convirtiéndose en otra cosa totalmente diferente).
Después de soltar todas estas pestes de la sexta temporada, no quiero que me entendáis mal. Esta temporada no está siendo del todo mala, ya que es divertida y entretiene los cuarenta minutos que dura cada episodio, pero lamentablemente ha dejado a un lado la esencia de ‘Supernatural’ al cortar por lo sano con todo lo anterior y al traernos unos nuevos argumentos que te pueden atraer más o menos, pero que han dejado de lado todo lo que hemos vivido durante cinco temporadas.
La serie debería haber acabado en la quinta temporada. Lamentablemente no lo hizo, y ahora solo es una serie del montón y que puede estar en peligro de cancelación en cualquier momento. Será cierto eso que dicen que la avaricia rompe el saco… una pena, la verdad.
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