Cuando el año pasado nos enteramos del interés de hacer una nueva serie de Nikita muchos nos quedamos con la mosca detrás de la oreja porque no sabíamos exactamente qué iba a ser: un remake, un reboot, reimaginación… finalmente resultó ser una especie de secuela. Una continuación de la historia de ‘La femme Nikita‘, la serie (basada a su vez en la película con ciertas diferencias) que nos contaba la historia de una joven que es detenida y acusada de un crimen que no cometió (esta es una de las diferencias) y es rescatada de la cárcel por un grupo de élite llamada Sección Uno, una organización secreta que se dedica a neutralizar diversas amenazas al gobierno de EEUU.
Así pues en ‘Nikita‘ nos encontraríamos con una continuación pobremente basada en lo anterior (digamos que según iban avanzando las temporadas todo empezaba a complicarse más y más) y en muchos sentidos han preferido hacer borrón y cuenta nueva y simplificar bastante las cosas. Nos encontramos con Nikita (Maggie Q), la agente rebelde años después de haber dejado la, aquí llamada, División. Nikita tiene el plan de acabar con División y todo lo que ello representa y, para ello contará con la ayuda de Alex (Lyndsy Fonseca), una chica joven recién reclutada por la organización y que está bajo la tutela de Michael (Shane West) el antiguo compañero y entrenador de Nikita. Comenzará, entonces, todo un enfrentamiento entre ambas partes que nos tendrá en vilo toda la temporada.
No la llames Nikita, llámala Alex
‘Nikita‘ se centra en el triángulo Alex-Nikita-Michael, en el juego del engaño que tanto juego da (valga la redundancia) en la spy-fiction. De hecho la serie se llama ‘Nikita’ por mero legado que bien podría haberse llamado ‘Alex’ ya que la muchacha es tan protagonista o más como la rebelde perseguida por División, y es ella la que marca el rumbo y los tiempos de la serie. La primera parte es el entrenamiento de Álex, hasta que se convierte en agente tras un episodio bastante trágico y lleno de acción. Y la segunda es una vez convertida en agente y ya con mucha más libertad de maniobra se va presentando la trama de las cajas negras de Percy. Ese es el plan de McG y dentro de lo que cabe creo que ha cumplido de sobra.
El miedo, básicamente, era el hecho de que la serie estaba siendo hecha para TheCW, una cadena que, dentro de las networks, tiene el target más específico (mujeres jóvenes) por lo que podría no ser la opción más adecuada. Sin embargo en este sentido, y como detallaré más adelante, la serie no ha defraudado convirtiéndose en una buena serie de acción y espionaje, cosa que alertó a los directivos de la cadena que empezaron a tener reuniones con el estudio con tal de acercar la serie más hacia el target, con todo lo que ello podría conllevar. Y como espectadores no tardamos en empezar a ver los cambios, materializados en forma de ciertos elementos romanticos.
Sin embargo lo que, en un principio, podría ser el acabose de la serie, creo que han sabido llevarlo bien. Sí, ha media temporada a empezado a destacar los amoríos y momentos de Tensión Sexual No Resuelta (bueno, se resolvería más tarde), pero dentro de toda la vorágine de la serie no molestaba. Estaba ahí pero no era el centro de cada episodio y su trama, como suele pasar muchas veces con estos temas, en los que muchas veces es más importante si tal o cual persona (sí, estoy pensando en estos casos) se enrollan o no que el resolver la misión.
División, División y más División
Hay un detalle que personalmente considero el más peligroso en una serie de estas características. Evidente creo que no es fácil hacer algo a este respecto pero ‘Nikita’ es todo sobre División. Teniendo en cuenta que el argumento de la serie es destruir esta organización es algo lógico y normal. Sin embargo, como digo, toda conversación, toda escena de la serie, es sobre ello y sobre lo peligroso que es todo… es todo tan monotemático que puede llegar a aburrir, sobre todo en según qué episodios.
Y es aquí donde más se acusa el hecho de las temporadas de veintidós episodios en series “serializadas” como esta. No es lo mismo que en una película de 90 minutos todo gire en torno a la trama que en una serie cuya duración por temporada es diez veces mayor. Es un tema que el equipo de McG y compañía no han sabido solucionar. La verdad es que por lo general los diálogos de la serie dejan mucho que desear, las escenas de acción (y en general las que no tienen que ver con la trama del episodio) suelen dar paso a diálogos ultrarrepetitivos sobre lo peligroso que es enfrentarse a División, la misión de Nikita, el pasado y futuro… escenas de relleno que solo sirven como remedio para el insomnio.
Como digo es algo difícil de solucionar, ya que tampoco me imagino a los personajes hablando del último partido de los Knicks, ni siquiera quedando para ir al cine, eso sí que quedaría raro. Pero es que ni siquiera les vemos, como se suele decir, “echándose unas risas” entre chanzas y chascarrillos varios. Es todo demasiado sobrio y demasiado cansino.
‘Nikita’, buena serie aunque algo simple
Por otro lado los episodios finales son trepidantes aunque algo acelerados. A mitad de temporada, y ante la duda de si continuaría la serie, la trama general (las cajas negras de División) empezaría a avanzar de forma demasiado acelerada. Incluso me atrevería a decir que no han acertado a la hora de planificar los acontecimientos de la temporada según sus episodios. Claro que es algo normal teniendo en cuenta que la renovación de la serie ha estado en entredicho hasta ayer mismo por lo que esta temporada podría haber sido la única y los guionistas han querido dejar la primera gran trama cerrada con un final que cierra un ciclo pero que deja la puerta abierta (bastante) para una segunda temporada.
En definitiva, y pese a los problemas que he detallado, ‘Nikita’ es una serie entretenida. McG y compañía han logrado realizar una buena serie, con sus puntitos de acción y los giros de guión justos y predecibles (“yo sabía que tu sabías” y similares) y con un buen ritmo en cada episodio que hacen que el espectador se vea atrapado en la serie. Sin embargo y a pesar de que la serie es muy entretenida y disfrutable, no puedo dejar de sentir que le falta algo. Por lo menos en esta temporada ha sido todo muy simple y las líneas entre buenos y malos estaban demasiado definidas (salvo los típicos “cambios” por amistad). Claro que, según como terminó la temporada, podemos suponer que la segunda las cosas se pueden complicar bastante para nuestro trío protagonista con nuevos retos y quizás algo más complejo.
En ¡Vaya Tele! | Cinco razones para ver ‘Nikita’
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