Si estáis leyendo estas líneas y tenéis intención de continuar haciéndolo con las siguientes —que, por cierto, están cargadas de spoilers—, es muy probable que ya hayáis visto al completo el espectáculo que David Benioff y D. B. Weiss nos han ofrecido durante la séptima y penúltima temporada de nuestra adorada 'Juego de Tronos'.
Sin lugar a dudas, estos dos últimos meses nos han dejado no sólo la etapa más breve de la serie de HBO sino, probablemente, también la que más ha polarizado las opiniones de la audiencia, comenzando a generar brechas entre el sector de fans más acérrimos que empiezan a sentirse algo decepcionados frente a la deriva que está tomando el show.
A lo largo de este artículo, y siempre a título personal, enumeraremos los motivos que nos han dado los siete últimos episodios en su conjunto para amar y odiar respectivamente una séptima temporada que, hay que reconocer, nos ha ido dando una de cal y otra de arena en múltiples aspectos. Es decisión vuestra evaluar cuáles han pesado más a la hora de hacer cómputo global, pero, antes de nada, veamos las razones.
Motivos para amarla
El mayor espectáculo que podamos imaginar
Puede haber gustado más o menos, puede haber estado mejor o peor ejecutada, pero si algo hay que reconocer es que esta séptima temporada de 'Juego de Tronos' ha sido un espectáculo tan enorme como difícil de igualar —confiemos en que la octava cumpla su función y eleve aún más las apuestas—.
Si, años anteriores nos han dejado perlas de la acción fantástico-medieval como la masacre de Casa Austera, la defensa de Castillo Negro o la irrepetible batalla de los bastardos, pero la concentración de batallas, asedios, muerte y destrucción condensada en siete escasos episodios ha sido, cuando menos, inesperada.
El choque de acero, las cantidades ingentes de no-muertos y el fuego a espuertas vomitado por los dragones de Daenerys han sembrado el inicio de la Gran Guerra de cadáveres y de unas secuencias que tal vez no hayan sido las mejores de la serie, pero se han presentado de un modo que, prácticamente, no ha dejado tiempo para respirar, y el siguiente punto lo corrobora.
Acción sin tiempo para el reposo
Una de las mayores críticas vertidas durante la serie desde el inicio de la séptima temporada ha sido su modo de gestionar el tiempo. Algunos lectores sabrán que, pese a que haber pisado el acelerador ha creado algún que otro perjuicio, soy un férreo defensor del modo en el que se está abordando este inicio de la recta final de 'Juego de Tronos'.
Se acabaron los largos viajes a lo largo y ancho de Poniente. Se acabaron las largas conversaciones en las que los personajes se posicionaban y clarificaban sus alianzas y afiliaciones. Todo esto ha dado paso a las elipsis más salvajes —que algunos califican de "teletransportes"— y a la omisión de la inmensa mayoría de pasajes más reposados.
El resultado de todo esto han sido siete capítulos para el recuerdo en el que los showrunners y su equipo han decidido sacar la tijera en la sala de montaje y centrar sus esfuerzos en hacer progresar las tramas a toda velocidad y en brindarnos acción y giros dramáticos de forma incesante. Diversión pura y dura. Con los protagonistas más que desarrollados a estas alturas, la opción tiene todo el sentido del mundo.
Su sabor a antesala del gran clímax final
Atendiendo a la narrativa de la serie, podríamos llegar a la conclusión de que, después de su último episodio hasta la fecha, hemos estado presenciando la antesala del gran clímax final de 'Juego de Tronos'. Tanto por su ritmo como por lo acontecido en ellos, los últimos siete capítulos han aportado los ingredientes que nos han ido sugiriendo el sabor que sólo un gran tercer acto puede dejar en el paladar.
Probablemente, junto al cierre de muchas de las subtramas que llevan abiertas más tiempo del que deberían —¡al fin confirman la verdadera identidad de Jon!—, el factor que más apunta al principio del fin es el inmenso número de esperados encuentros —y reencuentros— de los que hemos sido testigos; algunos más intensos que otros, y estando por encima de todos el que implica a la Madre de Dragones y al Rey en el Norte.
Junto a la ahora pareja, Tyrion ha vuelto a cruzar su camino con sus hermanos y con Bronn, las hermanas Stark han hecho justicia en una Invernalia por la que también ha decidido pasarse Brandon Stark —o lo que queda de él—, los Clegane han estado frente a frente —aunque no hayan llegado a las manos— y ser Jaime y Brienne han cargado el ambiente de una tensión de lo más extraña al verse de nuevo. Sin duda alguna, una retahíla de momentos —y los que faltan por enumerar— que puede que hayan sido lo mejor de la temporada, o tan sólo fan service puro y duro.
Sea como fuere, esta séptima temporada ha dejado todas las cartas sobre la mesa y bien visibles. Ahora sólo queda liberar la última batalla por el futuro de Poniente y ver quién deja caer sus posaderas sobre el ansiado Trono de Hierro de una vez por todas.
Motivos para odiarla
La falta de sorpresa
Si la canción decía aquello de "el vídeo mató a la estrella de la radio", podríamos decir que "internet mató el factor sorpresa de 'Juego de Tronos'". Aunque, pensándolo bien, no deberíamos echar la culpa de esto a la red de redes, teniendo como cabezas de turco a unos guionistas que han alimentado la especulación —y el acierto— del fandom con unos giros de guión que se llevaban viendo desde demasiado lejos.
Atrás quedan esos momentos de levantarte del sofá gritando como un energúmeno, o de quedarte en silencio con la mano tapándote la boca y una mirada a medio camino entre el shock y la incredulidad. Adiós a la muerte de Ned Stark, adiós a la Boda Roja, adiós a uno de los sellos de identidad de la serie que se ha sustituido con excesos de anticipación e hilos en Reddit en los que los más avezados del lugar desgranaban los guiones antes de las emisiones.
Todos sabíamos que en el sexto capítulo el Rey de la Noche se haría con un dragón; todos conocíamos la identidad de Jon Nieve —el sinsentido de que sea Aegon Targaryen ya es otra cosa— y, lo más preocupante de todo es que todos nos olíamos a la legua que las hermanas Stark no eran tan idiotas como para dejarse embaucar por Meñique. Cuando la muerte se convierte en algo previsible en 'Juego de Tronos', sabes que algo no va bien.
Una menor carga dramática
Uno de los principales efectos negativos de la nueva gestión del tiempo en la serie recae directamente sobre la carga dramática de la misma. La velocidad de crucero con la que se ha decidido narrar la séptima temporada ha roto por completo, y en muchos momentos, una de las reglas básicas a la hora de generar suspense, y eso es difícilmente perdonable en una producción de tamaña calidad.
Por poner un ejemplo, cuando Jon y su escuadrón suicida van de cacería al otro lado del Muro y se quedan aislados en un islote rodeados por las huestes del Rey de la Noche, haber dilatado el momento de la llegada de Daenerys haciendo el salve, en lugar de solucionarlo con una suerte de rescate express, nos hubiese hecho sufrir muchísimo más por nuestros héroes, aumentando el dramatismo y la empatía.
Esto último puede extrapolarse a muchas otras secuencias resueltas a golpe de corte y sin lugar a la duda o el nerviosismo más allá del golpe de efecto instantáneo. Una verdadera lástima, ya que de haberse manejado como en anteriores años, podríamos estar hablando de un auténtico festival de gritos ahogados y cliffhangers tan efectivos como demenciales.
La pérdida de la esencia de la serie
Como venimos sugiriendo, 'Juego de Tronos' ha perdido, básicamente, su esencia durante sus últimos siete episodios. Su cadencia narrativa ya no es la misma, sus recursos habituales se han comenzado a diluir entre el espectáculo y sus personajes han dejado de ser el alma de la serie para pasar a convertirse en meras herramientas para hacer progresar la trama.
Ha sido precisamente durante los momentos en los que el montaje picado y la sucesión precipitada de giros han dado paso a las secuencias más reposadas cuando hemos percibido ese alma perdida que nos atrajo hace siete años y nos ha mantenido pegados al televisor verano tras verano.
Secuencias como la muerte de Olenna o la inmensa mayoría del metraje de 'El dragón y el lobo' son buena muestra de ello, y nos dan un rayo de esperanza para pensar que el cierre definitivo de la ambiciosa producción estará a la altura de sus mejores momentos. Sólo queda esperar.
Los giros de guión de la séptima temporada
Para concluir este repaso a los motivos principales por los que la séptima temporada puede habernos calado hondo o, por el contrario, puede habernos parecido la más floja en su conjunto de todas las estrenadas hasta la fecha —esto estará en base a las filias y fobias de cada espectador—, merece la pena hacer un breve repaso por los giros de guión más relevantes que nos ha dejado esta última etapa de la serie.
Cuesta diferenciarlos entre los que han funcionado y no, ya que la pérdida del factor sorpresa me ha arruinado la gran mayoría de ellos; no obstante, destacaría por encima de todos, y como no podría ser de otro modo, el cliffhanger final, en el que el Rey de la Noche destruye el muro abriendo paso a su ejército a las tierras de Poniente.
Junto a este, momentos como la potente muerte de Olenna, el fundamental papel de Euron Greyjoy, el revelador momento en el que Viserion es abatido —convirtiendo también a los dragones en un elemento vulnerable— o el embarazo de Cersei han estado a la altura, resultando tan sorprendentes como bien desarrollados, y plantando interesantes semillas que recoger en los seis capítulos restantes.
En el reverso tenebroso encontramos los twists más manidos, esperados y para nada explotados, capitaneados por la insulsa vuelta de Gendry para correr una maratón norteña y caer desmayado. La muerte de Petyr Baelish se uniría a este infame grupo, junto al secreto a voces referente al linaje de Jon Snow; algo tan cantado que ha tenido el mismo efecto que una secuencia más de alivio cómico con Bronn y Jaime soltando salvajadas.
Hasta, como poco, 2018, no sabremos cómo Benioff y Weiss planean dar carpetazo a su serie estrella. ¿Flaqueará su última temporada en los mismos puntos que la que acabamos de finalizar? ¿Volverá a los fueros de las primeras, u optará por seguir pisando el acelerador y forzando el motor? Como suele decirse, tan sólo queda esperar. Por el momento, intentaremos dejar reposar lo último de 'Juego de Tronos' y aclarar si ha sido una nueva genialidad o ha colindado los terrenos del desastre. Motivos para argumentarlo no nos faltan.
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50 comentarios
luaga
Esto ya no va de cine ni de series (en plural), sino de Juego de tronos exclusivamente.
lacedemonio
Parece que la gente, creador de blog incluido, no entiende que toda la "esencia" de Juego de Tronos tenía como objetivo esta temporada. Las confabulaciones, maniobras políticas, golpes de mano, intrigas palaciegas... todo ello acaba en guerra y, por ende, en acción. Fin. El que no entienda eso simplemente no entiende que el juego del trono acaba en luchar por el trono.
nandco
El desarrollo de los personajes, sus encuentros y conversaciones están al nivel de un fanfiction...
Da la sensación de que quieran terminar rápido y quitarse la serie de encima. Una serie que siempre ha destacado por salirse por la tangente, con giros brutales y con tensión y miedo por la vida de los personajes, se ha vuelto predecible, argumentalmente descuidada y permisiva.
Muy espectacular, pero ha perdido su esencia.
Bob
A los que os ha parecido una temporada previsible es porque os habéis espoileado a muerte con los guiones filtrados. No os hagáis ahora los listillos, que se os ve el plumero.
perdidos
La enorme cantidad de artículos día sí y otro también sobre la serie. Empiezo a entender a los que no les gusta el fútbol XD
Undersky
Sin dirigirme a nadie en particular, creo que la gente se queja de todo por quejarse. Si ésta temporada (de solo 7 capítulos, que ya tiene que condensar) hubiese sido tan pausada como las demás, ahora mismo la gente (la misma que se queja) estaría quejándose de por qué tan lento. ¿Tan difícil de comprender es que cuando comienza el conflicto el ritmo es totalmente diferente?
Joder, si se tiran medio capítulo trasladando un ejercito (por ejemplo) se va a tomar por saco toda la épica y la tensión. No se puede hacer un capítulo entero a esos diálogos maravillosos y puñaladas traperas cuando ya ha estallado todo... no se si me explico.
Por último, creo que el público debería hacer un salto de fe y perdonar pequeñas cosas (ejércitos tele transportados, cuervos ultrarrapidos...), al fin y al cabo es una serie de corte fantástico, formidablemente realizada y muy, muy cara.
nightking87
Bueno en mi opinión flojilla y el principal problema yo diría que es la vagancia.
Vagancia por no hacer los 10 capítulos pues tendrían mas margen para mover y que no parezca tanto ese tele-transporte.. margen para desarrollar guiones y que les quede todo bien.
Esta bien la acción y tal pero con un sentido no vale mover una flota para transportar a 4 tias.. nos han querido meter el Espectáculo sin desarrollar las tramas y para mi es de las peores temporadas.
blurred
Mi principal problema con esta última temporada es que han transformado a Jon Nieve en un Gary Stu por completo. No tiene ningún tipo de conflicto interno y, si tiene alguno físico, lo gana sin riesgo de muerte ni nada (como si en esta serie no hubiesen dejado más que claro que CUALQUIERA puede morir, incluso dos veces).
Bueno, eso y que los dos actores principales son de lo más mediocre que han podido encontrar. Que también, sabiendo que la historia iba a ser sobre Jon y Daenerys desde el principio, podían haber contratado a mejores actores, no me jodas.
jorgegarrido
La respuesta es sencilla, les ha pillado el toro. Si quieren resolver tantas tramas abiertas tienen que ir a saco.
O eso, o hacer 3 o 4 temporadas más, con su ritmo habitual.
nomecanso79
pues entonces soy el unico que ha disfrutado mucho con esta temporada y que me he quedado con ganas mas capitulos
gotty
En este artículo de un periódico dicen que Rhaegar tuvo 2 hijos con Ellia Martell y luego uno con Lysa Stark, les llamó Aegon al primero de Ellia y también a nuestro Jon. No sé si concuerda todo, pero podría ser, no?
agentedelatia
Mas que prisa, o mala gestion de tiempos, o fan service... lo que yo veo es tacañería por parte de HBO. ¿Quieres una gran guerra entre dothrakis, lannisters y un ataque brutal de dragón? La pasta es la que dije, tu verás como la gestionas.
Yo no creo que haya sido una mala temporada, algunos momentos han sido brutales, como el mencionado ataque de Daenerys a las tropas de Jaime. Pero no puedo negar que el sexto capítulo es cutre (que no malo), con un hilo narrativo flojo, incoherencias por doquier, o el deus ex machina de Benjen - y aquí alguno me podrá decir que puede justificarse, pero la forma de hacerlo ha sido cuan lo menos absurda, y no se han molestado ni en dejar pistas de como podía haber aparecido en el momento oportuno, máxime teniendo en cuenta que hubiera tenido mucho mas sentido que lo hubiera salvado Fantasma - que a mi también me hizo pensar que la serie podía estar convirtiéndose en un producto más propio de Disney que de lo que nos estaban mostrando hasta el momento.
Sin embargo, el séptimo capítulo me ha devuelto la esperanza. No, la serie no se ha ido al garete. El sexto capítulo es un traspiés necesario para que el séptimo se sostenga. Incluso redimí la trama de "vamos a buscar un caminante blanco para negociar con Cersei" porque la escena de la reunión en Pozodragón me encantó.
Porque no veremos más hasta 2019. Por eso si que me cago en sus muertos.
xlegend
Daenerys se muestra muy diplomatica en este fin de serie, sabiendo que es madre de dragones todopoderosa y su trayectoria deberia dar mas miedo y tyron le es poco util, cersei es la unica que sigue fiel a su papel aunque deberia haber matado a tyron... Siento que se ha perdido la esencia de los personajes y en algunos casos se les ha dado una muerte demasiado rapida como en el caso de "meñique" o olenna, no merecedores de tan poco tiempo. Lo que menos me parecio creible fue esa pequeña reunion entre todos, osea enserio? Que mas da lo que diga Cersei se le mata y se coge su ejercito, o minimo no se discute con ella que parece una charla entre amigos casi. GOT es una serie muy cruel y esa escena echa por la borda su esencia. En linias generales la ultima temporada no es mala pero decir eso ya es malo teniendo en cuenta que las demas eran muy buenas, me gusto pero me jode que hayan descuartizado la mayoria de escenas asta hacerlas express, el dramtismo ya no se hace tan palpable cuando no te dejan asimilarlo que ya estamos en otra trama, me extraña por ej que Olenna no se lo haya olido que deje su familia sin ascendencia, en las primeras temporadas esto no hubIese pasado, no me gusta que Jaime dure tanto cuando ya deberia haber muerto sabiendo cuantos protagonistas han muerto ya, si muere al final ya no tiene gracia ya que moriran muchos pero bueno, en la t8 espero que lo que distingue esta serie vuelva y sea epica.
franking97
Avisarme cuando termine la serie y volver a leer este blog....