Sólo un capítulo de 'Juego de Tronos' puede concluir de manera tan antagónica a su inicio. De la delicadeza en cada movimiento de las manos de Arya lavando a ese cadáver en La Casa de Negro y Blanco, al sadismo y la brusquedad de Ramsay desposando a su mujer, en una escena que me ha recordado al durísimo plano secuencia de Irreversible en el túnel con Monica Bellucci. De una Stark a otra, pasando por medio Westeros.
Y es que el poder narrativo de lo que no se ve pero se intuye -cuando la información nos llega por los gritos de Sansa o la mirada de Theon- es mucho más potente que una imagen, por impactante que sea ésta. Bien lo saben en 'Juego de Tronos' que explotan como nadie el valor de una mirada y todas sus lecturas posibles. Un sólo plano en esta serie puede contener más información que todo un diálogo. E incluso el silencio -ese medio minuto que Sansa se toma antes de tomar a Ramsay como esposo-. Sin desestimar esas conversaciones a puerta cerrada, donde se refuerzan (o se reinterpretan) alianzas y se gestan las futuras guerras.
Cuando tu aliado es tu enemigo
Pero hasta los diálogos, aún siendo memorables por sí mismos -Cersei y Olenna llamándose zorra sin ningún pudor o Petyr hablando de lo curiosas que son ciertas compañías- son aún más valiosos por lo que ocultan que por lo que dicen. Las amenazas veladas y la manipulación, amén de la capacidad de sentenciar con la mirada, son la especialidad de la Corte, recursos tan poderoso como un ejército. Lo ha hecho demostrado Cersei, pero dejando que otros ("la fe armada", ese oximoron) hagan el trabajo sucio y cumplan sus amenazas mientras es capaz de decir que "la Casa Lannister no tiene rivales" sin que le tiemble el pulso.
Cuanto menos es sarcástico oírle hablar de perversión fingiendo sentirse asqueada. Ha sido la excusa perfecta para quitarse de encima a los hermanos Tyrell, es decir, a su prometido y a ¿esa reina más joven y bella de la profecía? que irán a juicio por sodomía uno y perjurio la otra. De paso, se la ha devuelto a Olenna sin saberlo, ignorante de la traición por parte de los de Altojardín de la que su propio hijo fue víctima en la boda púrpura.
A Cersei le ha importado poco que Petyr Baelish lo viera como una estrategia arriesgada y eso que es el mayor estratega de los Siete Reinos. Ella cree que está ejerciendo su voluntad, gracias a esa laguna que le deja su posición cuando es ella la que es manejada por los hilos de Baelish, ese gran tirititero. Meñique no se casa con nadie y sigue practicando su juego a varias bandas. A Cersei le ofrece el mismo ejército que ofreció en su día a Roose Bolton, mientras la anima a conquistar Invernalia ofreciéndole la cabeza de Sansa como guinda del pastel de la pica.
La guerra, más cerca que el invierno
Petyr no escatima en recursos para llegar a ser Guardián del Norte, el mismo título con el que le doraba la píldora Sansa mientras la entregaba al psyco de Ramsay. Todas las miradas, incluida la suya, mientras se sienta a ver cómo sus enemigos se destruyen entre sí, se dirigen pues al norte. El enfrentamiento entre Stannis Baratheon y Roose Bolton parece más cercano que el invierno que ya está "casi sobre nosotros". La urgencia de Stannis por tomar Invernalia deberían ser una señal de lo cerca que estamos de que llegue el invierno pero también una nueva guerra entre los hombres y ¿su futura alianza? contra los caminantes.
En Desembarco del Rey de momento tendrán que dirigir sus tropas al sur porque la misión diplomática se ha convertido en conflicto diplomático. Y es que en este Juego, la familia es lo más importante. El honor, la venganza, el derecho por sangre... es el motor de la guerra, la motivación de los hombres para pelear. Al final no se trata tanto del trono en sí mismo, sino de defender tu derecho a ocuparlo. O a sustraerlo a quien se mete con tu familia, con tu Casa o con tu honor. Incluso si eso supone matar a tu padre o a un niño. Ya lo dijo Jaime mientras empujaba a Bran por la ventana: "las cosas que tengo que hacer por amor".
Juego de Honor
También las Serpientes luchan por restablecer el honor de su familia, deshonrada tantas veces en tantas muertes, aunque nunca doblegado, nunca roto; como hiciera Oberyn contra La Montaña para vengar la muerte de su hermana Elia, pagada por un Lannister. También Jaime ha ido a Dorne a luchar por su hija demostrando que, efectivamente, no es que una alianza Lannister-Martell sea peligrosa, es que sus diferencias son irreconciliables. Y aunque el Príncipe se empeñe en mantener la paz, Ellaria Arena sigue sedienta de venganza. Por no hablar de lo posesiva que es Cersei con sus retoños.
Myrcella o Loras son piezas en el tablero, partes clave del juego. Igual que Tommen o Margaerys. Unas importan más que otras. Algunas merecen guerras, otras sólo son monedas de cambio. Sansa es la baza del norte, como lo es Jon Snow para Stannis. Pero los Stark (o medio Stark) van por libre.La evolución de Sansa empieza a ser más que notable. Ha aprendido a jugar por sí misma (como le dijo Petyr, "del mejor"). Su "soy Sansa Stark de Invernalia. Este es mi hogar y tú no puedes asustarme" es más que una declaración de intenciones.
Aunque su camino a la madurez y a ocupar su posición en la guerra por el poder está llena de humillación. Pronto descubrirá cómo de lejos puede llegar Ramsay en su sadismo, en cuanto Theon aflore y Hediondo se derrumbe, algo que puede pasar ahora que tiene a alguien cerca que le recuerda quien fue.
También persigue el honor de la redención Ser Jorah, que ha encontrado en su secuestrado un compañero de camino y de dramas. Tras la charla sobre la ausencia de padres, el destino de los hombres o la fe y con la psoriagris avanzando, al deshonrado Mormont sólo le queda tratar de recobrar la dignidad. Pero el camino es oscuro y alberga horrores. Tras escapar de los hombres de piedra ahora han conseguido, de momento, salvar el cuello gracias a la verborrea de Tyrion. Habría que plantearse si tanto coqueteo con la muerte del Lannister son pistas que George R. R. Martin va dejándonos (yo, si se muere Tyrion, me quito de ver la serie).
Mientras -y lo dejo para el final a propósito- su hermana ha encontrado otra forma de sobrevivir: convertirse en nadie. Pero para ser nadie has de dejar todo lo que eras atrás. Si en el 5x02 nos abrieron las puertas de La Casa de Negro y Blanco, hoy hemos descubierto escalofriantes secretos que se esconden otras puertas, como a dónde van a parar esos cadáveres a los que dan una muerte digna y Arya lava con amor. La sociedad secreta de los Hombres sin Rostros empieza a desvelar alguno de sus misterios, planteando, como buen enigma, más preguntas.
En ¡Vaya Tele! | Seguimiento de la 5ª temporada de 'Juego de Tronos'
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